top of page

El rojo, el facha y el golpe de estado

Descripción

Ésta será mi sexta novela. En cierto modo, continúa la saga de Cecilia Madrigal de mis cinco novelas anteriores, pero ahora Cecilia, Julio y Laura dejan de ser los personajes principales para convertirse en secundarios. La novela estará contada desde dos puntos de vista: el de Lorenzo Castro (el rojo) y el de Luis Madrigal (el facha).

Luis y Lorenzo aparecieron en mi primera novela, Juegos de amor y dolor. Luis es el hermano de Cecilia, la protagonista, y es el antagonista (el 'malo') en esa novela y en la siguiente, Desencadenada. En las tres siguientes novelas, Luis se convierte en un personaje ambiguo, que no se sabe de qué lado está. Esto lo hace un personaje sumamente interesante, con gran capacidad para transformarse, lo que es ideal para el protagonista de una novela. El hecho de que sea un inválido - perdió sus dos piernas en Amores Imposibles - aún le da más dramatismo. Además, aparte de ser un facha y un mafioso, Luis comparte con su hermana Cecilia el atractivo físico y una elevada inteligencia. 

Lorenzo aparece como el compañero de escalada de Julio y el amante eventual de Cecilia. Es un barriobajero madrileño que habla cheli y se identifica plenamente con la clase obrera. Pero, aparte de eso, Lorenzo no tiene nada de típico. Es un intelectual autodidacta y feroz luchador del Partido Comunista. Por lo tanto, le ofrece una perfecta contrapartida al personaje de Luis. Son el rojo y el facha.

La trama se desarrolla desde el verano de 1980 hasta febrero de 1981. Terminará con el 23-F, el golpe de estado del 23 de febrero de ese año que casi acaba con la incipiente democracia española. Luis y Lorenzo se verán implicados en las diferentes tramas golpistas que se desarrollaron durante ese tiempo. Pero, además, Luis tendrá que solucionar los embrollos que su hermana Cecilia dejó sin resolver en el sanatorio de Burgos en el que la tuvieron encerrada en mi quinta novela, Para volverte loca. Además, tanto él como Lorenzo participan en la conversión de los contrabandistas de tabaco gallegos en traficantes de cocaína que empezó ese año, como se describe en el libro magistral Fariña, de Nacho Carretero. 

Como en las novelas anteriores, habrá escenas de sexo y de BDSM, aunque quizás no tantas como en mis primeras novelas. Luis deja salir a la luz su sadismo de mano de su nueva secretaria, Nina. Lorenzo sigue enamorado de Cecilia y se esfuerza por ser incluido en el grupo poliamoroso que se forma en mi cuarta novela, La tribu de Cecilia. Esto sirve para ilustrar algunas de las problemáticas menos conocidas del poliamor.

Pero lo más importante para mí es la evolución psicológica de estos dos personajes al enfrentarse con situaciones peligrosas y dilemas morales. Si mis cinco novelas anteriores están dedicadas a estudiar la psicología femenina, en esta novela examino la problemática de los hombres, que hoy en día viene siendo bastante descuidada. 

bottom of page