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67 elementos encontrados para ""

  • La diferencia entre sadismo y crueldad

    El sádico quiere causar dolor físico y emocional, pero no sufrimiento ¿Qué quieren los sádicos? En el contexto del BDSM (bondage, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo), ser sádico significa querer causar dolor a personas que disfrutan recibiéndolo (masoquistas) y sólo en la forma en que ellos lo disfrutan. Y, por supuesto, dentro de los límites del consentimiento mutuo. Este es el significado original de sadismo, ya que deriva del marqués de Sade, un noble francés que vivió en los siglos XVIII y XIX y escribió varias novelas con contenido BDSM extremo. El hecho de que sadismo se utilice actualmente como sinónimo de crueldad se debe en gran medida a una mala comprensión de las motivaciones de sádicos sexuales como el marqués de Sade. Además, el sadismo y el masoquismo fueron considerados durante mucho tiempo enfermedades psicológicas, junto con la homosexualidad y la masturbación. Esto se acabó con la publicación de la quinta versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR). Para investigar las motivaciones de los sádicos, hice una encuesta informal en Fetlife.com en la que quienes se identificaban como sádicos podían elegir entre 18 motivaciones posibles, tantas como quisieran. Es decir, las respuestas no eran mutuamente excluyentes. Por esa razón, los porcentajes que doy a continuación suman más del 100%. Conseguí que 56 personas respondieran la encuesta. La mayoría de los sádicos (79%) dijeron que infligen dolor para complacer a los masoquistas con quienes juegan. Otras razones comunes son el establecer intimidad (64%), el gusto por las reacciones de los masoquistas y las marcas en su piel (63%), entrar en el “espacio de dominación” (61%), expresar poder (59%), conseguir que el masoquista entre en el “espacio de sumisión” (55%) y establecer dominación (54%). El resto de las 18 opciones de la encuesta cayeron por debajo del 50%. Incluyeron "otros", para que la gente pudiera incluir motivos que se me pasaron por alto. Sólo el 16% de los encuestados eligió esta opción. “Crueldad” quedó casi al final de la lista, al ser elegida por sólo el 18% de los encuestados (10 personas). Di la siguiente descripción de esta opción: “Te gusta hacer sufrir a la gente. Lo bueno del el BDSM es que te permite expresar tu lado oscuro. No intentas sentir lo que sienten los masoquistas, sino más bien disociarte de ellos”. Algunos de los sádicos que eligieron la crueldad expresaron sorpresa de que fueran tan pocos. Dijeron que, para ellos, el sadismo consistía en hacer sufrir a la gente. Esto lo pueden hacer de forma consensuada porque hay masoquistas que dicen buscar el sufrimiento. Pensé que la diferencia entre sadismo y crueldad estaba clara para los sádicos pero, aparentemente, hay diferentes opiniones sobre el significado de esas palabras. En este artículo las exploro en profundidad. ¿Qué es el sadismo? Curiosamente, mientras que en la Wikipedia en inglés "sadism" no tiene entrada propia, en la Wikipedia en español existe una entrada para sadismo, que no se corresponde con el texto en inglés y refleja una visión negativa y anticuada del sadismo. La discusión de esta entrada acusa esta confusión, con mucha gente pidiendo que se corrija. La entrada de sadomasoquismo en Wikipedia en español es mucho más completa y actualizada. En Wikipedia en inglés, se distingue entre sadomasochism y sexual sadism disorder, (trastorno de sadismo sexual), una condición médica/psicológica que provoca excitación sexual al infligir dolor y humillación a víctimas que no dan su consentimiento. Esto implica que el sadismo ético siempre está asociado con el masoquismo. El sadomasoquismo es consensuado y mutuamente satisfactorio: el sádico disfruta proporcionando dolor a un masoquista que disfruta recibiéndolo. Sadismo emocional Sin embargo, una escena puede ser consensuada y los participantes pueden sentir que implica sufrimiento. Quizás es por eso que algunos sadomasoquistas piensan que el sadismo implica crueldad. En realidad, se refieren al sadomasoquismo emocional, en el que se utiliza el dolor emocional en lugar del dolor físico, o además de él. El dolor emocional es el producido por emociones negativas como el miedo, la tristeza, la frustración, el desamparo, la desesperación, la envidia, los celos, el asco y el dolor físico no deseado. Estos son algunos ejemplos del dolor emocional que se usa en el BDSM: Frustración sexual cuando no se te permite llegar al orgasmo. La envidia y los celos que se experimentan en el cuckolding al ver a tu pareja proporcionando a otra persona el placer sexual que a ti se te niega. Soportar un dolor físico que no tiene ninguna carga erótica. Ser castigado injustamente. Ser criticado cuando logras realizar una tarea difícil. La tristeza de que te nieguen cariño. Miedo y desesperación ante la crueldad del sádico cuando te das cuenta de que realmente quiere hacerte daño. Ser utilizado como objeto sexual con total indiferencia hacia tus sentimientos. Algo de esto puede caer en la categoría del mind-fucking. Sin embargo, mientras que en el mind-fucking suele haber un elemento de ficción o engaño, en el sadomasoquismo emocional tanto el sádico como el masoquista quieren evocar emociones reales. Así es como una masoquista emocional describe cómo lidia con el sadomasoquismo emocional. Para ella, el masoquismo emocional se limita a la sesión. Así como el dolor físico de los azotes sólo ocurre durante una sesión BDSM, el abuso emocional está limitado en el tiempo. Después de eso, la relación vuelve al afecto y la amistad habituales. Suele haber cuidados posteriores para restablecer el equilibrio emocional del masoquista. Sin embargo, hay parejas que practican el sadomasoquismo emocional a tiempo completo. Los masoquistas emocionales desarrollan un desapego de sus emociones. Se ven a sí mismos desde fuera, con una cierta disociación. Hablan de una hermosa melancolía, de un disfrute de estas emociones negativas. El dolor emocional se disfruta de la misma manera que el dolor físico. El sádico no odia al masoquista. Los sádicos experimentan una disociación similar a la que experimentan los masoquistas, porque quieren hacerles daño y, al mismo tiempo, saben que se lo están pasando bien. La sesión o la relación se basa en un acuerdo consensuado. ¿Qué es el sufrimiento? Aquí nos enfrentamos a una paradoja. Si bien los masoquistas emocionales sienten emociones negativas que la mayoría de la gente evitaría, las reciben con agrado. Las desean. Las disfrutan. La paradoja también existe para los sádicos. Aunque quieran hacerles daño a los masoquistas, son plenamente conscientes de que ellos se divierten. Y no lo harían si el masoquista no fuera capaz de disfrutarlo. Quizás haya sádicos que deseen hacerles daño a las personas de forma que no les guste y que, por lo tanto, no consentirían. Quizás estos sádicos actúan de forma consensuada, no porque de no hacerlo se sentirían mal, sino debido a una decisión racional de actuar éticamente. En cualquier caso, podemos ver que aquí hay dos niveles. Uno es el dolor producido por las emociones negativas, que un masoquista emocional puede disfrutar. El otro es el sufrimiento real. Cosas que no se pueden disfrutar porque dañan la esencia misma del ser humano, o cosas que hacen que valga la pena estar vivos. Estos son algunos ejemplos de sufrimiento real: La muerte de un ser querido, como tu esposa, tu padre o tu hijo. Que te rompan el corazón cuando te abandona alguien a quien amas. Perder un trabajo que te gusta o que necesitas para sobrevivir. Perder una pierna, el oído o la vista. Una enfermedad debilitante e incurable. Perder tu inteligencia, tu memoria o la cordura. Personalmente, creo que deberíamos reservar la palabra sufrimiento para este tipo de experiencias. Alternativamente, podríamos llamarlas sufrimiento profundo. Dolor debería referirse al dolor físico, aunque mucha gente lo utiliza también para referirse al dolor emocional. Sádicos que disfrutan del sufrimiento de tragedias en la vida real Desearle el sufrimiento profundo a alguien, en mi opinión, cruzaría la línea divisoria entre el sadismo emocional y la crueldad. Sí, muchas personas desean que sus enemigos sufran de esta manera, pero aquí entramos en el terreno del odio. Sin embargo, algunos sádicos sienten placer cuando ven el sufrimiento de sus parejas BDSM causado por tragedias de la vida real. A su vez, estos masoquistas alivian su sufrimiento cuando ven al sádico disfrutarlo. Esta interacción que, por supuesto, es totalmente consentida, parece ser saludable. Una cuestión clave es que el sádico erotiza el sufrimiento causado por los acontecimientos aleatorios de la vida. A diferencia de lo que ocurre con el dolor en una escena BDSM, el sádico no le inflige este tipo de sufrimiento al masoquista. Eso cruzaría la línea a la crueldad real. El disfrute que estos sádicos sienten ante el sufrimiento nos puede parecer extraño, incluso repugnante. Sin embargo, lo que hacen es llevar al extremo algo que hace la gente normalmente. Muchos disfrutamos del sufrimiento de los personajes de una novela o una película. Las tragedias han sido populares desde la antigüedad. Es innegable que lo que nos atrae de estas historias es precisamente presenciar el sufrimiento de sus personajes. En ese sentido, no somos tan diferentes de los sádicos emocionales. ¿Por qué deseamos presenciar el sufrimiento de otra persona? Quizás esta sea la otra cara de la empatía y la compasión. Empatía significa que sentimos el sufrimiento de los demás pero, al mismo tiempo, podemos desapegarnos de él porque no es nuestro sufrimiento. Eso nos hace alegrarnos de no tener que sufrir de esa manera. Al mismo tiempo, las fuertes emociones involucradas producen en nosotros una catarsis, una limpieza de nuestros miedos y traumas. Cuando los masoquistas ven al sádico disfrutar de su sufrimiento, pueden participar del desapego del sádico. Obtienen una perspectiva que de otro modo no tendrían. Quizás es por eso que el sadomasoquismo emocional es saludable para el masoquista. ¿Qué es la crueldad? "La crueldad es el placer de infligir sufrimiento, o la inacción ante el sufrimiento de otro cuando se dispone de un remedio claro". Wikipedia. Creo que la crueldad tiene su origen en dos motivaciones completamente distintas: Utilizar a las personas como medios para lograr nuestros objetivos, sin tener en cuenta su sufrimiento. Ésta es la crueldad del dueño de esclavos, del terrateniente desalmado o del empresario explotador. La persona cruel bloquea cualquier sentimiento de empatía que pueda tener hacia su víctima. Para él son meros objetos. Hacer sufrir a la gente a propósito. Aquí el sufrimiento es lo importante. La motivación para hacer esto puede variar. Podría ser venganza, sentirse poderoso, seguir ciertas creencias religiosas o disfrutar del sufrimiento por sí mismo. Es posible que las personas con trastorno de personalidad antisocial sean naturalmente propensas a la crueldad. La segunda acepción de crueldad es la que puede confundirse con el sadismo. Sin embargo, aquí no hay distinción entre angustia emocional y sufrimiento profundo. Los sádicos no infligirían sufrimiento profundo, mientras que las personas crueles ignoran la diferencia. Empatía Algo que se puede diferenciar la crueldad del sadismo es la presencia de empatía. La empatía es lo que nos hace sentir lo que sienten los demás. Recientemente, han aparecido muchos artículos de neurociencia sobre la transferencia social del dolor (Smith et al., 2021). La observación básica es que cuando dos ratones se alojan juntos y uno sufre una lesión, el otro ratón se vuelve más sensible al dolor. Los humanos tenemos ese tipo de empatía, pero también tenemos otro tipo que está ausente en los animales: una basada en la teoría de mente (Bruneau et al., 2012). Ésta es la capacidad de representar las mentes de otras personas dentro de la nuestra. Sabemos lo que piensan y sabemos lo que sienten. Se trata de algo mucho más detallado que el primer tipo de empatía. La teoría de mente no es pensamiento abstracto, sino que abarca también las emociones. Gracias a la teoría de la mente podemos experimentar lo que sienten los personajes de una película o una novela. El primer tipo de empatía es automático, pero el segundo se puede activar y desactivar a voluntad. La empatía nos hace sufrir cuando otras personas sufren (Stevens and Taber, 2021). Gracias a ello, no podemos ser completamente felices en una sociedad donde otros son infelices. La crueldad carece de empatía. Los explotadores tienen que hacer un esfuerzo por extinguir su empatía para evitar experimentar el sufrimiento de aquellos a quienes explotan. Una forma de lograrlo es cosificarlos, negar que sean seres humanos que tienen sentimientos. En cambio, el sádico está lleno de empatía. Sentir el dolor del masoquista es lo importante. Si los sádicos no son conscientes del dolor que infligen, no estarían satisfechos. Conclusiones La distinción entre dolor y sufrimiento implica una distinción entre sadismo y crueldad. A los sádicos les gusta infligir dolor, incluido el dolor emocional, pero no hacer sufrir a las personas. Las personas crueles deshumanizan a otros para explotarlos, para satisfacer su odio o por alguna motivación religiosa o política. No les importa la distinción entre dolor emocional y sufrimiento profundo. En el sadismo, la empatía es lo fundamental. En la crueldad, la empatía debe desactivarse para evitar que la persona cruel experimente el sufrimiento de sus víctimas. Estos no son meros argumentos semánticos. Son ideas que es necesario tener presentes para definir los límites entre el sadomasoquismo ético y el abuso. Referencias Bruneau EG, Pluta A, Saxe R (2012) Distinct roles of the 'shared pain' and 'theory of mind' networks in processing others' emotional suffering. Neuropsychologia 50:219-231. Smith ML, Asada N, Malenka RC (2021) Anterior cingulate inputs to nucleus accumbens control the social transfer of pain and analgesia. Science 371:153-159. Stevens F, Taber K (2021) The neuroscience of empathy and compassion in pro-social behavior. Neuropsychologia 159:107925.

  • Evidencia de daño cerebral causado por los juegos de asfixia

    Las mujeres que han experimentado asfixia tienen problemas psicológicos y alteraciones en las conexiones del cerebro Problemas de salud en mujeres que han sido asfixiadas durante el sexo Lesiones cerebrales, incluso graves, pueden pasar desapercibidas porque el cerebro se las aarregla para ocultarlas. Por lo tanto, se han realizado estudios para determinar si las mujeres que han sido asfixiadas muestran signos de lesión cerebral. Mujeres que han sido asfixiadas durante el sexo más de cinco veces al mes tienen más probabilidades de sentirse tristes, solas, ansiosas y deprimidas que las mujeres que nunca han sido asfixiadas (Herbenick et al., 2022). “Las mujeres con antecedentes de haber sido asfixiadas más de cinco veces durante el sexo en los últimos 30 días tenían 2,19 veces más probabilidades de experimentar una ansiedad abrumadora, 2,16 veces más probabilidades de informar que se sentían muy tristes, 1,59 veces más probabilidades de informar que se sentían muy solas y 1,77 veces más probabilidades de sentirse 'tan deprimidas que les resultaba difícil funcionar' que las mujeres que nunca habían sido estranguladas”. (Huibregtse et al., 2022). Mujeres estranguladas durante violencia de pareja También hay estudios detallados sobre problemas psicológicos y cognitivos en mujeres que habían sido estranguladas durante la violencia de pareja. Uno de ellos (Valera et al., 2022) encontró que estas mujeres presentaban déficits en la memoria a largo plazo, tenían mayores niveles de depresión y presentaban síntomas de estrés postraumático. Sin embargo, algunos de estos problemas pueden derivar del trauma psicológico producido por la agresión y no del estrangulamiento en sí. Una revisión de 30 artículos sobre estrangulamiento durante la violencia doméstica y sexual (Bichard et al., 2022) mostró que las víctimas presentaban los siguientes problemas: Patológico: desgarros en la pared arterial y derrame cerebral. Neurológicos: pérdida del conocimiento, convulsiones, trastornos motores y del habla y parálisis. Psicológicos: estrés postraumático, depresión, ideación suicida y disociación. Cognitivo: pérdida de memoria. Comportamental: agresión, obediencia al agresor y falta de búsqueda de ayuda. Obviamente, el estrangulamiento durante la violencia es mucho más grave que el que ocurre durante las relaciones sexuales consentidas y el BDSM. Aún así, sus consecuencias muestran lo que puede suceder si la asfixia se lleva demasiado lejos. En particular, la pérdida del conocimiento debe considerarse una señal de que la asfixia es lo suficientemente extrema como para producir una lesión cerebral. Estudios de imágenes cerebrales en mujeres asfixiadas durante el sexo Pero, ¿existe evidencia de que los juegos de asfixia produce daño cerebral? Encontré dos estudios que hicieron esto utilizando imágenes cerebrales (fMRI) y pruebas de función cerebral. Un estudio (Hou et al., 2022) comparó a 21 mujeres que nunca habían sido asfixiadas con 20 mujeres que habían sido asfixiadas cuatro veces o más durante el último mes, utilizando fMRI para medir el funcionamiento del córtex y la conectividad cerebral. El artículo dice que las mujeres que habían sido asfixiadas mostraban un desequilibrio en la activación neuronal entre los hemisferios cerebrales. También mostraron una conectividad mayor de lo normal entre la circunvolución angular y las regiones del cerebro involucradas en el control motor, la emoción y la conciencia. La circunvolución angular participa en la comprensión durante la lectura, el procesamiento de números, la cognición espacial, la recuperación de la memoria y la atención. Es difícil decir qué significan estos aumentos en la conectividad, o incluso si fueron causados por la asfixia. Otro estudio (Huibregtse et al., 2022) utilizó una muestra similar: 20 mujeres que habían sido asfixiadas al menos cuatro veces durante el último mes y 20 mujeres que nunca habían sido asfixiadas. Se tomaron imágenes de sus cerebros mediante resonancia magnética funcional mientras realizaban tareas verbales y visuales para medir su memoria funcional. Ambos grupos de mujeres realizaron estas tareas igualmente bien. Sin embargo, la resonancia magnética funcional reveló que, durante la tarea de memoria verbal, las mujeres en el grupo asfixiado mostraron una mayor activación de su cuerpo calloso, radiación talámica posterior izquierda, núcleo caudado izquierdo e ínsula izquierda. El cuerpo calloso es el haz de nervios que conecta los hemisferios cerebrales. El tálamo es el lugar de conexión sensorial en el centro del cerebro. El núcleo caudado forma parte del cuerpo estriado y del sistema de recompensa, y participa en el control motor y el aprendizaje. La ínsula procesa las emociones asociadas con el dolor y el placer, y otras emociones. Durante la tarea de memoria visual, las mujeres del grupo asfixiado mostraron una mayor activación del córtex frontal superior y medio derecho. A medida que aumentaba la dificultad de la tarea, el grupo asfixiado mostró menos activación del córtex frontal medio e inferior derecho. El córtex frontal participa en la autoconciencia, la toma de decisiones y el control de los impulsos. También es fundamental para la memoria funcional. Los autores del estudio concluyeron que, aunque las mujeres que habían sido asfixiadas no mostraron una menor capacidad en las tareas de memoria funcional, tuvieron que asignar mayores recursos a las partes de su cerebro involucradas en la realización de estas tareas. Esto podría indicar daño hipóxico, isquémico o lesión por reperfusión producida por la asfixia repetida. O podría haber una remodelación de las redes cerebrales. Estos dos estudios muestran que existen diferencias definitivas entre los cerebros de mujeres asfixiadas y los de mujeres que nunca habían sido asfixiadas. Estas diferencias parecen menores, pero podrían indicar una acumulación de trauma cerebral. Hay que tener en cuenta que las mujeres en estos estudios eran jóvenes estudiantes universitarias. Cerebros más viejos podrían mostrar más problemas después de una asfixia. ¿Vale la pena el riesgo de los juegos de asfixia? Yo no creo que los riesgos de los juego de asfixia valen la pena. Hay muchas otras formas de divertirse con el sexo y el BDSM, que son mucho más seguras. Considero que los juegos de asfixia son peligrosos y los desaconsejo encarecidamente. Si tienes en cuenta todo lo que escribí en esta serie de artículos, te darád cuenta de que no existen formas seguras de practicar la asfixia. Los análisis de casos de muerte por asfixia muestran que el riesgo de muerte es bajo pero significativo, y que no puede mitigarse a base de conocimiento y precauciones. Las recuperaciones de un paro cardíaco son mucho más raras de lo que vemos en las películas. Incluso si nadie se muere, la asfixia repetitiva puede provocar daño cerebral cumulativo. Especialmente si la asfixia provoca la pérdida del conocimiento. Este artículo presenta evidencia de que se producen déficits cognitivos y psicológicos en personas que participan con frecuencia en juegos de asfixia. A algunas personas les puede gustar simplemente que les pongan la mano en la garganta y fingir que las están estrangulando. Mientras que no haya un bloqueo del flujo sanguíneo al cerebro o de la entrada de aire a los pulmones, no pasa nada. Pero se debería llamar asfixia, porque eso normaliza la asfixia para otras personas. Si los juegos asfixia son seguros es un tema de acalorado debate en la comunidad BDSM. Sin embargo, la mayoría de organizaciones y clubes de BDSM no permiten la asfixia en sus instalaciones. El asesor sexual Dan Savage lo desaconseja en The Savage Lovecast, donde entrevistó a la profesora Debbie Herbenick, autora de muchos de los artículos que he citado aquí. Al final, el practicar o no los juegos de asfixia es un riesgo que deben asumir las personas implicadas, con pleno consentimiento e información. Sin embargo, como hemos visto, a menudo faltan ambas cosas en este tema. Estar completamente informado sobre él requiere un conocimiento profundo de fisiología y neurociencia. Si sopesamos el placer, por un lado, frente a una posibilidad real de daño cerebral y muerte, por el otro, la decisión me parece obvia. Pero también creo que es importante que sigamos conversando sobre este tema. Si la gente va a hacerlo, debemos seguir evaluando sus riesgos y difundir información sobre la forma más segura de hacerlo. Referencias Bichard H, Byrne C, Saville CWN, Coetzer R (2022) The neuropsychological outcomes of non-fatal strangulation in domestic and sexual violence: A systematic review. Neuropsychol Rehabil 32:1164-1192. Herbenick D, Fu TC, Kawata K, Eastman-Mueller H, Guerra-Reyes L, Rosenberg M, Valdivia DS (2022) Non-Fatal Strangulation/Choking During Sex and Its Associations with Mental Health: Findings from an Undergraduate Probability Survey. J Sex Marital Ther 48:238-250. Hou J, Huibregtse ME, Alexander IL, Klemsz LM, Fu TC, Fortenberry JD, Herbenick D, Kawata K (2022) Association of frequent sexual choking/strangulation with neurophysiological responses: a pilot resting-state fMRI study. J Neurotrauma 40:1339-1351. Huibregtse ME, Alexander IL, Klemsz LM, Fu TC, Fortenberry JD, Herbenick D, Kawata K (2022) Frequent and Recent Non-fatal Strangulation/Choking During Sex and Its Association With fMRI Activation During Working Memory Tasks. Frontiers in behavioral neuroscience 16:881678. Valera EM, Daugherty JC, Scott OC, Berenbaum H (2022) Strangulation as an Acquired Brain Injury in Intimate-Partner Violence and Its Relationship to Cognitive and Psychological Functioning: A Preliminary Study. J Head Trauma Rehabil 37:15-23. Copyright 2023 Hermes Solenzol.

  • La senda del guerrero

    En siete pasos difíciles 1. Cazar poder personal Poder personal es autoconocimiento, autocontrol, autosuficiencia, autotransformación, buena salud, fuerza emocional, resiliencia, motivación interna, sabiduría. 2. Actuar de forma impecable Generar una atención y esfuerzo sostenido. Saber elegir mis retos. Enfrentarme con mis miedos. Desarrollar la meta-atención. Taponar las fugas de poder personal. Crear buenos hábitos. Centrarse en el proceso y no en la meta. No apegarse a metas y recompensas. Utilizar la atención para ejecutar mi tarea perfectamente. 3. Responsabilizarme de mis actos Seguir mi propio código moral. Aprender de la experiencia. No quejarse. No culpar a los demás. No buscar excusas. No aferrarse a la esperanza. Cortar la ira de raíz. 4. Abandonar la importancia personal No actuar a basándome en el orgullo o la vergüenza. No ser competitivo. No ponrse a la defensiva. Fomentar mi curiosidad. Abandonar el ego. 5. Borrar la historia personal No quedarse fijado en los traumas del pasado. No lamentarse de lo ocurrido. Dejarse de dudas sobre uno mismo. Olvidarme de quién soy y perderme en lo que estoy haciendo. 6. Usar a la muerte como consejera Centrarse en las cosas que dan sentido a mi vida. Aceptar el hecho de que voy a morir. No malgastar energía en cosas sin importancia. Usar el tiempo sabiamente. Disfrutar del presente. Cultivar el amor por la vida. Sentirse agradecido. 7. Seguir un camino con corazón Basar mi motivación principal en la alegría, la curiosidad y el amor. Y no en el miedo, la vergüenza o el orgullo. Ayudar a los demás. Vivir una vida que valga la pena vivir. Copyright 2023 Hermes Solenzol.

  • ¿Por qué tuvo éxito “50 Sombras de Grey”?

    Porque usa muchos tropos del género de la novela romántica Éste fue mi primer artículo en la antigua versión de este sitio web en Blogger. Fue publicado el 25 de noviembre del 2012. Desde entonces, no ha parado de ser censurado. Por eso lo reproduzco aquí y lo borro de mi antiguo blog. Mi opinión sobre 50 Sombras de Grey ha cambiado para peor. Las auténticas razones de su éxito es que usa muchos de los tropos de la novela romántica: la mujer desvalida, el hombre rico y poderoso que la salva, el hombre traumado desde la infancia, el poder del amor para curarlo, el valor de la virginidad, el porno de dinero, etc. Lo peor de todo es que presenta al BDSM como una enfermedad causada por un trama de la infancia y que es incompatible con el amor y una relación saludable. Eso le ha valido la condena de la comunidad BDSM. El éxito El éxito, desde luego, es innegable. He visto los gruesos tomos de esta trilogía apilarse el las librerías de los aeropuertos a través de todo Estados Unidos, y ahora las traducciones al español se apilan en los escaparates de las librerías de España. Y, sin embargo, muchos dicen que los libros están mal escritos, que la historia y los personajes son inverosímiles, que las escenas de sexo son repetitivas y aburren. A muchos sadomasoquistas de toda la vida les irrita que se presente su estilo de vida de forma negativa (por ejemplo, https://fetlife.com/groups/50700 ). Cuando me enteré del gran éxito de “50 Sombras”, allá por abril de este año (2012), yo daba los últimos toques a mi novela erótica Juegos de amor y dolor. Me alegró mucho la noticia porque mi obra tiene mucho en común con “50 Sombras”: también es una historia de amor que gira en torno al sadomasoquismo, contada desde el punto de vista de una joven masoquista de unos 20 años de edad. Hay otras cosas en común, pero también otras en las que las dos novelas difieren radicalmente. Por ello llevo algún tiempo preguntándome si el éxito de “50 Sombras” pronostica o no el éxito de mi propia novela. Doy a continuación una lista de las cosas que, en mi opinión como escritor, son la causa del éxito de esa novela. Razones del éxito La trama está muy bien concebida: hay suspense y tensión desde el principio al final. En cualquier obra de ficción la clave del éxito consiste en crear un conflicto que involucre emocionalmente al lector. En esta novela el conflicto se establece en base a crear dos personajes contrapuestos, la inocente Anastasia y el millonario pervertido Christian Grey, que persiguen dos cosas distintas. Grey quiere convertir a Anastasia en su sumisa. Anastasia desea el amor del Grey y siente deseos encontrados sobre si participar o no en sus juegos sadomasoquistas. El sexo es mucho más interesante cuando se da en el contexto de una historia de amor. Esta es la clave del éxito del género de romance o novela rosa, que tanto atractivo ejerce sobre las mujeres. Curiosamente, esta sencilla fórmula se ignora sistemáticamente en las novelas eróticas, donde los personajes muestran pasión por una cierta actividad erótica pero no se enamoran entre sí. Por ejemplo, en Historia de O, resulta difícil convencerse a uno mismo de que O quiere realmente a René, y Sir Stephen anuncia repetida y enfáticamente que no la ama. Lo mismo se puede decir de otros clásicos del erotismo como Emmanuelle, donde cuando se da el amor se presenta como algo lejano y superfluo a la trama de la novela. La tensión entre los dos personajes principales se traduce bien a las escenas de sexo. Anastasia quiere dejarse seducir por las fantasías sadomasoquistas de Christian, pero le tiene demasiado miedo al dolor y es demasiado orgullosa para dejarse sojuzgar. Por lo tanto, cuando se produce una escena sadomasoquista tiene lugar bajo tanta tensión que una simple azotaina produce un gran impacto emocional en el lector. Con esto se consigue excitar al lector sin herir su sensibilidad, como ocurriría si las escenas de sadismo fueran más duras. Se lleva al lector a identificarse con la protagonista, a base de usar muy bien una serie de técnicas de ficción. Éstas incluyen el establecer a Anastasia como el único punto de vista: todo lo que ocurre en la historia lo experimentamos a través de su visión subjetiva. Esto se acompaña del uso de la primera persona y del tiempo presente, una combinación que considero irreal (es imposible que la protagonista nos cuente lo que le ocurre al mismo tiempo que le está sucediendo) pero que se ha usado con éxito en otras novelas como la trilogía de “Los juegos del hambre”. Por otro lado, Anastasia es una chica corriente - sólo hasta bien entrados en la historia nos damos cuenta de que es inusualmente guapa e inteligente - por lo que no le resulta difícil al lector meterse en su piel, sobre todo a las mujeres. Buena representación de los conflictos internos de la protagonista. El hecho de que el conflicto exterior entre Anastasia y Christian se traduzca en un enfrentamiento interno dentro de Anastasia le da profundidad y credibilidad a la historia, multiplicando al tiempo su impacto emocional. Anastasia vacila entre su atracción por Christian y las claras señales de que él representa un grave peligro para ella. La compresión de este conflicto interno se facilita al recurrir a dos personajes dentro de Anastasia, su “subconsciente”, que en realidad es un super-ego freudiano que encarna las convenciones sociales y la educación represiva, y la “diosa interior”, la faceta de su personalidad que quiere perseguir sin trabas el placer, la belleza y la aventura. La trama es impredecible. De hecho, yo estaba convencido de que Anastasia acabaría firmando el contrato que le ofrece Christian Grey. Es sorprendente que no lo haga, dada la desigualdad de fuerzas entre ella y Christian. El hecho de que la historia no vaya donde espera el lector mantiene el suspense hasta el final. La riqueza exuberante induce una atracción casi pornográfica sobre muchos lectores. Esto es algo que no comparto: yo encuentro la ostentación de la riqueza de mal gusto, pero tengo que reconocer que en esto soy diferente a la mayor parte de la gente. Es cierto que el ser rico abre las puertas a muchas experiencias interesantes, como volar en helicóptero o en planeador. También sirve para establecer un desequilibrio de poder más acusado entre Grey y Anastasia. Pero encuentro decepcionante como ella acaba por dejarse seducir por el dinero, a pesar de todas sus protestas. Problemas de 50 Sombras de Grey Aunque mi intención era sobre todo el investigar las razones del éxito de esta novela, no quiero terminar sin señalar algunos de sus múltiples defectos. Los dos libros siguientes de la trilogía son mucho peores que el primero. Los aciertos que he señalado antes se refieren al primer libro pero no al segundo, que tiene una trama más bien insulsa y predecible. He oído que el tercero es incluso peor, pero me quedé tan decepcionado al acabar el segundo libro que decidí no comprármelo. La calidad literaria de la novela es baja, se repiten demasiado determinadas palabras, frases hechas y metáforas. Hay errores gramaticales garrafales (mi favorito: “cariña”, que aparece en la versión original en inglés, no es una palabra en español). Y aunque algunas escenas de sexo del primer libro son muy excitantes, otras se repiten una y otra vez sin apenas variaciones y llegan resultar muy aburridas. La novela ofrece una visión negativa y falsa del sadomasoquismo, a pesar de que a menudo se la presenta como una introducción al sadomasoquismo para el público general. La opinión de la autora parece coincidir con la de Anastasia: algunos juegos suaves como las azotainas, los ojos vendados y el “bondage” ligero están bien como jugueteo preliminar para el sexo - lo que ella llama en inglés “kinky fuckery”, algo así como “jodienda perversa”. Pero el sadomasoquismo auténtico, el que utiliza instrumentos como varas o palas que producen un dolor intenso, o ataduras incómodas, y para qué hablar de los juegos psicológicos de dominancia y sumisión… eso sólo lo hacen personas enfermas. Por si quedaba alguna duda en el primer libro, en el segundo se deja bien claro que Christian Grey es un enfermo mental, como lo es su iniciadora Elena y lo son las mujeres que se han sometido a él antes de que Anastasia apareciera para salvarlo. Se perpetúa así un estereotipo que los sadomasoquistas creían haber derrotado cuando en Estados Unidos los psicólogos dejaron de clasificar el sadomasoquismo como enfermedad mental. El libro perpetúa una visión trasnochada de la pareja, donde los celos y la posesividad se confunden con el amor, donde se justifica que un hombre acose a una mujer y quiera controlar su vida y privarla de sus amigos, y dónde los que se desvían de estas pautas de conductas son locos o depravados. Se refuerzan así mismo estereotipos sexistas: la mujer (Anastasia) es más débil, más pobre, más indefensa y más ignorante que el hombre (Christian Grey), y lo mejor que le puede pasar en la vida es acabar casándose con él… por la Iglesia, por supuesto.

  • Detectando el sub-space con un pulsioxímetro

    Mi experiencia con estados alterados de consciencia producidos al clavarme agujas Este artículo fue publicado en 4 de mayo del 2014 en mi antiguo blog, con el título "Las agujas". La sesión con Diana que aquí describo tuvo lugar unos meses antes. Jugando con agujas -¿Entonces, qué? ¿Te pongo las agujas? -me preguntó Diana. -¡Venga, sí! -respondí con entusiasmo. El clavar agujas hipodérmicas para inyecciones parece ser la moda en círculos sadomasoquistas. FetLife.com y otros sitios de la red están llenos de fotos de chicas con agujas clavadas en los pechos o en la espalda formando bellas configuraciones. A mí ya me las habían puesto hacía tiempo. Una vez que me, a falta de algo mejor que hacer en una fiesta sadomasoquista, accedí a que me las pusiera una mujer. Yo había anticipado que me doliera bastante más de los “floggings” y “canings”. Sin embargo, no fue así: dolían, pero no demasiado. Lo malo es que el dolor no tuvo las cualidades eróticas de las otras prácticas sadomasoquistas, por lo que descarté el dejar que me pusieran agujas en el futuro. Sub-space de endorfinas y de adrenalina Sin embargo, lo que Diana y yo queríamos hacer en ese cuarto de hotel aquella tarde era algo distinto. Desde hacía varios meses, habíamos mantenido una interesante correspondencia sobre los estados alterados de consciencia que se pueden inducir durante una sesión SM, el llamado "sub-space". Diana sabe algo de fisiología, porque es enfermera, y utiliza el dolor de las sesiones SM para combatir la depresión. Yo, por mi parte, me dedico a investigar la fisiología del dolor y cómo se modula el dolor por distintos estados mentales. Los dos habíamos llegado a la conclusión de que durante las sesiones SM se produce analgesia (disminución del dolor) por dos mecanismos distintos: liberación de endorfinas y liberación de adrenalina. Las endorfinas son unos péptidos que activan los receptores opiáceos, que es donde actúan las drogas analgésicas más potentes, como la morfina. La adrenalina se libera en la sangre en situaciones de estrés, pero dentro del sistema nervioso también participa en determinadas vías nerviosas que producen analgesia. La adrenalina y las endorfinas afectan al ritmo cardíaco Diana había descubierto algo fascinante: cuando se produce analgesia por endorfinas el ritmo cardíaco disminuye, mientras que la analgesia por adrenalina viene acompañada por una aceleración de los latidos del corazón. Yo tenía mis dudas, pero me parecía que estaba sobre la pista de algo importante. Diana había ido incluso más lejos. Usando técnicas de auto-hipnosis y bio-feedback, había conseguido producir la liberación de adrenalina a voluntad, no sólo bajo los efectos del dolor. También podía liberar endorfinas, aunque no siempre lo conseguía. Me hizo una demostración allí mismo, usando un aparatito llamado pulsioxímetro. Es como una pinza que se pone en un dedo y que tiene una pantalla donde se puede leer el ritmo cardíaco y el nivel de oxigenación de la sangre. Ante mi asombro, contemplé como en pocos minutos conseguía llevar su pulso desde su nivel normal de 70 latidos por minuto a más de 100. -Ésta es la respuesta de adrenalina -me dijo sin aliento, como si acabara de correr-. Voy a ver si me sale lo de las endorfinas. Su bajada de ritmo cardíaco fue bastante menos impresionante: de 70 a alrededor de 60. Decidimos ver si conseguíamos inducirla por dolor. Diana se desnudó y se arrodilló en la cama, ofreciéndome su trasero. Yo empuñé mi mejor “cane”. Le pegué fuerte desde el principio, pues ella me había insistido en que necesitaba el dolor. Esta vez pudimos leer en el pulsioxímetro una bajada decente del pulso cardíaco. Diana me pone el pulsioxímetro y me clava agujas Ahora me tocaba a mí. Ella me había dicho que no sabía usar la vara, pero estaba segura de que podía inducirme un estado alterado de consciencia con las agujas. Me puso el pulsioxímetro en el dedo y me dijo que no lo mirara para no influenciar los datos. Ella me diría al final lo que había observado. Se puso a sacar de su bolsa de juguetes algodón, alcohol y ristras de agujas hipodérmicas en sus paquetes estériles. Me enseñó unas con conector amarillo y me dijo que si no me producían bastante dolor usarías las verdes, que eran más gruesas. No hizo falta. La primera aguja que me puso en el pecho me produjo un buen pinchazo y el dolor cuando volvió a atravesar la piel al salir casi me hizo gritar. Las agujas se ponen paralelas a la piel, recorriendo un tramo por debajo y luego volviendo a sacar la punta, como una puntada de hilo en la ropa. Después de ponerme tres agujas en el pectoral derecho, separadas un centímetro, Diana se levantó de la cama. -¡Lo que nos hace falta aquí es música! -declaró-. ¿Qué tipo de música te gusta? -Pues a mí lo que más me gusta es el rock sinfónico de los años 70 -dije sin muchas esperanzas-. Ya sabes: Pink Floyd, Genesis, Yes, Emerson, Lake y Palmer… ¿Y a ti? Ella se limitó a sonreírme. Era bastante más joven que yo. Se me ocurrió que a lo mejor ni siquiera sabía de qué tipo de música le estaba hablando. -Pero en realidad me gusta cualquier tipo de música -me apresuré a aclarar-… Bueno, menos el jazz, que no me suele gustar demasiado. -Voy a abrir Pandora en mi ordenador, a ver qué encontramos -dijo, enigmática. Cuando lo hizo empezó a sonar una guitarra acústica. -Suena a música española… -aventuré a decir. Ella no contestó. Se volvió a arrodillar junto a mí y me clavó otra aguja. Reconocí la voz del cantante en cuanto empezó: Ian Anderson de Jethro Tull. -¡Jethro Tull! -exclamé. Diana sonrió mientras preparaba otra aguja. -Sí. Te he puesto tu rock sinfónico. A mí también me gusta, mis padres lo escuchaban todo el tiempo cuando era niña. Entro en el sub-space La música cambió completamente la experiencia para mí. Entró una guitarra eléctrica muy estridente, y de repente la música y el dolor de las agujas se volvieron una sola cosa, algo trascendental y sublime. La música sonaba con una claridad increíble, aunque los altavoces del portátil de Diana no eran gran cosa. Nunca había oído esa canción, pero me gustaba mucho, sobre todo la parte en que Ian Anderson se pone a tocar su flauta travesera y a gritar al mismo tiempo. Siguieron canciones de Moody Blues y de Pink Floyd, algunas del álbum The Wall que tenían la misma cualidad desgarradora que la de Jethro Tull. Diana me había puesto otra ristra de agujas en el pectoral izquierdo, las había engarzado con una hebra y se había puesto a tirar de ella para hacerme más daño, mirando el pulsioxímetro con aire ligeramente decepcionado. Pero a mí me daba igual, me encontraba en un extraño paraíso-infierno en el que el dolor era bello, la música me dolía, y todo era fantástico. Era un estado alterado de consciencia al que ya me había acercado alguna vez. Era lo que había querido experimentar. Resultados Cuando terminamos, Diana me dijo que el pulsioxímetro no había detectado grandes variaciones en mi ritmo cardíaco. Sólo algunas subidas desde 60 pulsaciones por minuto hasta pasadas las 70 cuando me había visto más exaltado. -Creo que has tenido respuesta de adrenalina, pero hay algo en ti que estabiliza tus respuestas fisiológicas, incluso cuando sientes bastante dolor. -Bueno, date cuenta que yo hago escalada, así no es tan fácil asustarme. Además, llevo muchos años practicando Zen, que te enseña a equilibrar tu estado mental. Pero lo importante es que yo experimenté un estado alterado de consciencia, y fue precioso. El dolor está adquiriendo un significado distinto para mí. Días más tarde averigüé que la canción de Jethro Tull que me había gustado tanto es My God, una de las más antiguas de ese grupo. Desde entonces la he vuelto a escuchar muchas veces, pero nunca suena tan bien como cuando tenía clavadas las agujas.

  • ¿Causan daño cerebral los juegos de asfixia?

    La muerte no es el único peligro de los juegos de asfixia Recomiendo encarecidamente no practicar los juegos de asfixia. Este artículo es parte de una serie dedicada a demostrar que la asfixia no es segura, puede causar daño cerebral y es potencialmente letal. ¿Qué pasa cuando al cerebro le falta oxígeno? Para que estemos vivos y conscientes, nuestro cerebro necesita un suministro continuo de oxígeno y glucosa en la sangre. Las neuronas son las células más delicadas del cuerpo. Si no tienen oxígeno, tienen una rabieta y se mueren. La rabieta es una metáfora bastante apropiada, porque una neurona a la que le falta el oxígeno comienza a disparar potenciales de acción y a liberar sus neurotransmisores. El principal neurotransmisor excitador del cerebro es el aminoácido glutamato, que también es un abundante metabolito. Cuando una neurona se muere, todo su glutamato se libera al medio circundante, activando los receptores de glutamato en las neuronas próximas. La activación excesiva de los receptores de glutamato mata esas neuronas también, lo que desencadena una reacción en cadena que produce una ola de muerte celular que se extiende por el cerebro. Esta liberación de glutamato es lo que produce daño cerebral durante un ictus, que ocurre cuando un coágulo de sangre bloquea un capilar dentro del cerebro. Las neuronas que recibían oxígeno de ese capilar se mueren, liberando glutamato y comenzando esa ola de muerte. Entonces, ¿por qué no acaba matando todo el cerebro? Porque existen células en el cerebro, las glías, que se encargan de prevenir daños absorbiendo glutamato y otras sustancias neurotóxicas. Aún así, puede ocurrir un daño considerable antes de que las glías logren controlar la situación. Una vez que las neuronas se mueren, el cuerpo no puede reemplazarlas. Las arterias carótidas detectan la presión arterial La sangre oxigenada llega al cerebro a través de las arterias carótidas, situadas a ambos lados del cuello, hacia la parte delantera. Encima del cartílago tiroides, o nuez de Adán, las arterias carótidas se bifurcan en la carótida externa, que suministra sangre a la cara, y la carótida interna, que suministra sangre al cerebro. Esta bifurcación de la arteria carótida es muy importante porque forma el seno carotídeo, un ensanche de la arteria carótida interna. El seno carotídeo es uno de los dos lugares del sistema circulatorio donde hay barorreceptores. El otro lugar es el arco aórtico, situado en la arteria aorta, justo encima del corazón. Los barorreceptores son neuronas sensoriales encargadas de detectar la presión arterial. Envían esta información al cerebro para que pueda ajustar los latidos del corazón y la dilatación de los capilares. El seno carotídeo envía información sobre la presión arterial al cerebro a través del nervio glosofaríngeo, mientras que el arco aórtico la envía a través del nervio vago. Ambos nervios terminan en el mismo lugar: el núcleo del tracto solitario en el bulbo raquídeo. El núcleo del tracto solitario modula la actividad de los sistemas simpático y parasimpático a través del hipotálamo. Esto modula, entre otras cosas, los latidos del corazón y la dilatación de los capilares, formando un circuito de retroalimentación que controla la presión arterial. Problemas con el bloqueo de sangre en los juegos de asfixia En un artículo anterior, expliqué que un bloqueo de aire impide la entrada de aire a los pulmones, mientras que un bloqueo de sangre presiona a las arterias carótidas y las venas yugulares para interrumpir el suministro de sangre al cerebro. La información anterior es crucial para entender los problemas del bloqueo de sangre. En un bloqueo de aire, quien lo recibe puede sobrevivir durante varios minutos sin respirar. El aire que queda en los pulmones y el oxígeno almacenado en la hemoglobina de la sangre y la mioglobina de los músculos pueden abastecer a los órganos, incluido el cerebro, durante algún tiempo. Los buceadores pueden contener la respiración y permanecer conscientes durante varios minutos, incluso mientras nadan vigorosamente en agua fría (Scott et al., 2021). Interrumpir el suministro de oxígeno al cerebro es un tema completamente diferente. La pérdida del conocimiento se produce en 10 a 20 segundos, el daño neurológico irreversible antes de un minuto y la muerte poco después. Por lo tanto, un bloqueo de sangre debe interrumpirse en el momento preciso para evitar el daño cerebral o incluso la muerte. Pero incluso si el bloqueo de sangre se realiza durante un tiempo lo suficientemente breve como para sobrevivir, pueden darse otros problemas. Como comprime las arterias carótidas, que suministran sangre al cerebro, y las venas yugulares, que son la vía de salida de la sangre del cerebro, disminuye el flujo sanguíneo (isquemia cerebral) y por tanto el suministro de glucosa y oxígeno (hipoxia cerebral). Esto supone un problema para el cerebro, como lo demuestran los daños causados por el ictus. Sólo que con un bloqueo de sangre estamos alterando el suministro de sangre a todo el cerebro y no sólo a una pequeña parte de él. Algunas neuronas pueden ser más sensibles a la hipoxia que otras, lo que provoca un trauma localizado que es difícil de detectar. Lesión por reperfusión Otro problema es la lesión por reperfusión: el daño que se produce cuando la sangre entra repentinamente en un tejido que ha sido privado de ella. La reperfusión aumenta la producción de moléculas reactivas de oxígeno a causa del aumento repentino de oxígeno, así como de citocinas y quimiocinas, que son moléculas proinflamatorias producidas por las células del sistema inmune y las microglías (Kalogeris et al., 2012). Todo esto es extremadamente perjudicial para el tejido nervioso. El síncope vasovagal Un problema adicional surge del hecho de que el seno carotídeo contiene los barorreceptores que controlan la presión arterial en todo el cuerpo. Un bloqueo de sangre afecta la presión detectada por estos barorreceptores. Si la presión sobre el cuello se realiza por encima de la tráquea, se ejerce directamente sobre los senos carotídeos, estimulando a los barorreceptores. Si se presiona más abajo en el cuello, esto disminuye la sangre que llega al seno carotídeo, lo que hace que se detecte una presión arterial más baja. La señal de error así producida en el seno carotídeo afecta al ritmo cardíaco, normalmente disminuyéndolo. Una cuestión muy controvertida entre los patólogos es si esto podría detener al corazón por completo, produciendo un paro cardíaco. Esto podría explicar por qué se produjeron algunas muertes por estrangulamiento a pesar de que éste no duró lo suficiente como para producir daño cerebral. El síncope vasovagal “es una breve pérdida del conocimiento debido a una caída de la presión arterial inducida neurológicamente. Antes de que la persona se desmaye, puede haber sudoración, disminución de la visión o zumbidos en los oídos. […] El síncope del seno carotídeo se debe a la presión sobre el seno carotídeo en el cuello. El mecanismo subyacente implica que el sistema nervioso ralentiza el ritmo cardíaco y dilata los vasos sanguíneos, lo que provoca una bajada de la presión arterial y, por lo tanto, un flujo sanguíneo insuficiente al cerebro”. Wikipedia. Otros problemas con el bloqueo de sangre Alterar la detección de la presión arterial por parte de los barorreceptores en los senos carotídeos también afecta los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, lo que explica por qué los juegos de asfixia pueden producir reacciones como náuseas y vómitos. Todo el cuerpo queda desequilibrado. Puede haber otras complicaciones de la oclusión del las carótidas, como que se liberen placas de colesterol del interior de las carótidas que provoquen accidentes cerebrovasculares en el cerebro. La oclusión de las carótidas es mucho más peligrosa que otras formas de juegos de asfixia. El hecho clave es que cuando contienes la respiración, o cuando alguien te bloquea la respiración, hay una reserva de oxígeno que tu cuerpo puede utilizar para mantenerse vivo. Sin embargo, su cerebro no puede almacenar oxígeno. Cuando bloqueas las carótidas, tu cerebro comienza a quedarse sin oxígeno de inmediato. ¿Existe riesgo de daño cerebral cumulativo? Incluso si no causan la muerte, los juegos de asfixia repetidos hasta la pérdida de conocimiento puede tener efectos acumulativos y provocar daño cerebral. La muerte neuronal puede ocurrir sin ningún síntoma, porque el cerebro se las apaña para compensar la pérdida de función. No te puedes dar cuenta de lo que sucede en tu cerebro cuando te acercas a la inconsciencia, simplemente porque... ¡es tan divertido! Tus neuronas se mueren mientras tú te lo pasas pipa. Esto es lo que ocurrió con el traumatismo craneoencefálico (TCE), que ahora se considera una “epidemia silenciosa” (Alkhaibary et al., 2021). Deportes como el boxeo y el fútbol provocan conmociones cerebrales repetidas que tienen un efecto aditivo. Cuando el TCE finalmente se manifiesta, ya es demasiado tarde para remediarlo. El TCE varía de una persona a otra porque se ven afectadas diferentes regiones del cerebro. Produce hipersensibilidad sensorial, dolor crónico, problemas motores, pérdida de memoria y deterioro cognitivo. Si bien el TCE y la anoxia cerebral pueden parecer diferentes, ambas implican muerte neuronal, por lo que pueden producir síntomas similares. Los juegos de asfixia pueden dar lugar a otra epidemia silenciosa, que permanecería oculta durante muchos años porque los síntomas tardan mucho en aparecer y su causa puede no ser evidente. Pero, ¿existe alguna evidencia de esto? ¿O es sólo especulación y alarmismo? En el próximo artículo de esta serie presentaré evidencia de que la asfixia repetida conduce a déficits cognitivos y problemas psicológicos. Referencias Alkhaibary A, Alshalawi A, Althaqafi RMM, Alghuraybi AA, Basalamah A, Shammaa AM, Altalhy AA, Abdelrahman TM (2021) Traumatic Brain Injury: A Perspective on the Silent Epidemic. Cureus 13:e15318. Kalogeris T, Baines CP, Krenz M, Korthuis RJ (2012) Cell biology of ischemia/reperfusion injury. Int Rev Cell Mol Biol 298:229-317. Scott T, van Waart H, Vrijdag XCE, Mullins D, Mesley P, Mitchell SJ (2021) Arterial blood gas measurements during deep open-water breath-hold dives. J Appl Physiol (1985) 130:1490-1495. Copyright 2023 Hermes Solenzol.

  • Juegos de asfixia: el bloqueo de aire y el bloqueo de sangre

    Las dos formas de inducir asfixia por placer Recomiendo encarecidamente no practicar los juegos de asfixia. Este artículo es parte de una serie dedicada a demostrar que la asfixia no es segura, puede causar daño cerebral y es potencialmente letal. Los juegos de asfixia, tal como se utilizan durante las relaciones sexuales o en el BDSM, tienen como objetivo privar de oxígeno al cerebro para inducir cambios mentales que sean placenteros, ya sea por sí mismos o porque intensifican las sensaciones sexuales. Esto se puede hacer de dos maneras: interrumpiendo el flujo de aire hacia los pulmones (“bloqueo de aire”) o interrumpiendo el suministro de sangre al cerebro (“bloqueo de sangre”). Esta terminología proviene de las artes marciales. Existe cierto debate en la comunidad BDSM sobre cuál es mejor. El bloqueo de aire La mayor parte de la asfixia durante las relaciones sexuales se produce apretando la garganta con una mano (Herbenick et al., 2022). Es difícil decir si se trata de un estrangulamiento de aire o de sangre. Si se aplica presión en la parte anterior del cuello, se cierra la tráquea y se produce una obstrucción del aire. Sin embargo, presionar la tráquea es desagradable y peligroso, porque puede dañar las cuerdas vocales y alterar el habla. También puede dañar la glándula tiroides o la propia tráquea, lo que puede tener efectos graves para la salud. La tráquea es una estructura muy delicada hecha de cartílago, un tejido similar al hueso que también forma nuestras articulaciones. Esto hace que la tráquea sea semirrígida, por lo que aplicar presión sobre ella puede deformarla permanentemente. Por lo tanto, esta forma de asfixia puede producir daños a largo plazo que afectan la respiración, el habla y el tragar. La rotura de tráquea supone un peligro mortal. Otra forma simple de producir un bloqueo de aire es tapar la nariz y la boca con la mano. Uno puede librarse fácilmente debatiéndose, lo que puede ser tanto un problema (movimientos involuntarios puede detener la asfixia) como una ventaja (un factor de seguridad extra). La penetración oral profunda (insertar el pene en la boca lo suficientemente adentro como para bloquear el paso del aire hacia la laringe) puede ser un juego de asfixia. Sin embargo, la nausea se induciría mucho antes de que se sienta la falta de aire. Además, si la persona sumisa entra en pánico, podría morder el pene que la atraganta. Usar una almohada o una máscara para bloquear la respiración es peligroso porque la persona que lo hace no puede verle la cara a quien lo recibe y, por lo tanto, no puede juzgar el nivel de asfixia. Esto podría evitarse utilizando una bolsa transparente, pero quitarla lleva demasiado tiempo, lo que es demasiado peligroso. Algunas personas utilizan un objeto punzante para perforar rápidamente la bolsa, pero esto supone el riesgo de cortar la cara de la persona que está siendo asfixiada. El bloqueo de sangre: oclusión de las carótidas El bloqueo de sangre consiste en detener el suministro de sangre al cerebro mediante el bloqueo de las arterias carótidas. Éstas se encuentran a ambos lados del cuello y se pueden bloquear aplicando una pequeña presión en los puntos correctos. A propósito o por accidente, esto es probablemente lo que se hace en algunos de los estrangulamientos con una mano que son más frecuentes, según las encuestas. Un estrangulamiento común en las artes marciales consiste en rodear el cuello del adversario con un brazo por detrás, en una posición que recuerda al número 4. Esto comprime las arterias carótidas y las venas yugulares, pero no la tráquea, cortando el flujo sanguíneo al cerebro y induciendo así la pérdida del conocimiento en unos 10-20 segundos. Sin embargo, el uso de este estrangulamiento durante el sexo o el juego BDSM tiene el problema de que la persona que aplica el estrangulamiento no puede ver la cara de la persona que está siendo estrangulada y, por lo tanto, no puede regular la presión y el tiempo. A diferencia de las artes marciales y la autodefensa, la mayoría de las personas que utilizan la asfixia durante las relaciones sexuales no quieren inducir la pérdida del conocimiento. Tampoco deberían hacerlo, ya que la pérdida del conocimiento por anoxia a menudo conduce a daño cerebral. Por lo tanto, la forma más común de inducir un bloqueo de sangre durante el sexo es aplicar presión a los lados del cuello con una mano, mientras se mira la cara de la persona que está siendo asfixiada para evaluar su respuesta. ¿Cuál es el juego de asfixia más seguro? Hay gente en la comunidad BDSM que argumentan que el bloqueo de sangre es más seguro que el de aire, por las siguientes razones: Afecta sólo al cerebro y no al resto del cuerpo. El flujo sanguíneo se puede manipular rápida y sutilmente con sólo cambiar la presión de la mano. Las alteraciones de la consciencia pueden inducirse y detenerse rápidamente. Evita dañar la tráquea y otras estructuras delicadas del cuello. No aumenta los niveles de CO2 en la sangre y, por tanto, la acidez de la sangre, como lo hace el bloqueo de aire. Sin embargo, el bloqueo de sangre tiene peligros que no son evidentes a primera vista. Sin embargo, comprender estos peligros requiere explicaciones complicadas sobre el funcionamiento del cerebro y la fisiología cardiovascular, que daré en los próximos artículos. Por ahora, adelantaré que el bloqueo de sangre es, de hecho, más peligroso que el de aire.

  • ¿Por qué gustan los juegos de asfixia?

    ¿Es por complacer al compañero, por placer o algo distinto? Recomiendo encarecidamente no practicar los juegos de asfixia. Este artículo es parte de una serie dedicada a demostrar que la asfixia no es segura, puede causar daño cerebral y es potencialmente letal. Mucha gente encuentra placentera la asfixia En sus encuestas a estudiantes de pregrado y posgrado, el grupo de Herbenick (Herbenick et al., 2022b) encontró que el 41,1% de las personas que habían sido sometidas a juegos de asfixia dijeron que la asfixia era muy placentera, el 33,8% respondió que era algo placentera y el 14,2% dijo que fue sólo un poco placentera. Sólo el 3,1% dijo que no eran nada placentera y no quería repetir la experiencia, mientras que el 5,9% dijo que no era placentera pero que lo haría si a sus parejas les gustaba. Hay que tener en cuenta que decir que un acto sexual se realiza para complacer a la pareja no significa que no sea consentido. No se trata sólo de que las mujeres acepten ser asfixiadas para complacer a su pareja; algunos hombres asfixian a las mujeres sólo porque se les pide que lo hagan. Más mujeres que hombres encontraron placentera la asfixia: el 50,0% de las universitarias y el 26,8% de los universitarios dijeron que era muy placentera. El número de estudiantes de posgrado que la encontraron muy placentera fue del 36,1% para las mujeres y del 16,3% para los hombres. Por lo tanto, una gran mayoría de los estudiantes encontraron placentero el juego de asfixia. Esto puede explicar la creciente popularidad de la asfixia, a pesar de su reputación de peligrosa. Sin embargo, ese artículo no investigó qué hacía que la asfixia fuera tan placentera. Consentimiento En cuanto al consentimiento, las personas que habían sido asfixiadas dijeron que la asfixia fue consentida el 92,1% de las veces (Herbenick et al., 2022b). Este número no cambió mucho entre géneros o entre estudiantes universitarios y estudiantes de posgrado. Entre aquellos que habían sido asfixiados, la asfixia fue consensuada en todos sus encuentros sexuales por el 76,5% de las mujeres, el 85,6% de los hombres y el 63,6% de las personas no binarias. En una encuesta más general sobre sexo entre estudiantes universitarios (Herbenick et al., 2021), el 21% de los estudiantes que habían sido asfixiados dijeron que no se les había pedido su consentimiento. Un 32% adicional de ellos dijo que sólo se les pidió el consentimiento algunas veces. Una encuesta cualitativa (Herbenick et al., 2022a) encontró que la experiencia inicial de asfixia de muchas mujeres ocurrió sin discutirlo de antemano ni dar un consentimiento explícito. A menudo se asumió el consentimiento o se pidió mientras ocurría el juego. Los autores de la encuesta observaron que el consentimiento a la asfixia a menudo se da de forma vaga. Por ejemplo, se dio consentimiento verbal durante o después de las relaciones sexuales. A veces el consentimiento era no verbal, normalmente durante el sexo. Otras veces se asumió el consentimiento en base a conversaciones previas, porque ya lo habían hecho antes, por el interés de la persona en los juegos de asfixia o porque se supuso que es algo normal en el sexo. Hay que tener en cuenta que esto sucedió entre estudiantes universitarios y no en la comunidad BDSM, que tiene una cultura del consentimiento. Los estudiantes también consideraron que la asfixia era más segura que otras formas de sexo kinky, una actitud que ha sido fomentada por los medios de comunicación (Herbenick et al., 2023). Mi encuesta en Fetlife Hice mi propia investigación sobre esto a base de publicar un artículo en Fetlife titulado ¿Qué te gusta de los juegos de asfixia? Decía: Escuché a algunas personas decir que ser asfixiado los pone en un estado alterado de conciencia que es diferente al espacio de sumisión o al efecto de cualquier droga. ¿Es verdad? Según tu experiencia, ¿hace la asfixia que los orgasmos sean más intensos? ¿O te gusta la asfixia por el sentimiento psicológico que te produce? ¿Como, por ejemplo, someterse? ¿O quizás te gusta la sensación de perder el conocimiento? ¿O es una sensación de euforia? ¿O es alguna otra cosa? Creo que Fetlife fue una buena elección porque quería consultar específicamente a personas a las que les gusta el BDSM, y no a aquellas que practican la asfixia como parte del sexo. Las respuestas deben interpretarse en ese contexto. Recibí 12 respuestas, 10 de mujeres, 2 de personas no binarias y ninguna de hombres. Cuatro encuestadas se definieron como sumisas, una como esclava, tres como masoquistas, una como little y las otras tres como exploradoras o curiosas. Se dieron las siguientes razones para que les guste la asfixia: Sumisión (9 encuestados): pérdida de control, sentirse impotente y vulnerable, sentir el poder del dominante, concederle poder al dominante. Miedo (5 encuestados), incluido el sentirse desafiado y superar el pánico. Confianza (4 encuestados): sentir que pueden confiar su seguridad al dominante. Euforia (4 encuestados), incluye sensación de euforia, aturdimiento y placer físico. El orgasmo y las sensaciones son más intensos (4 encuestados). Sentirse seguro, centrado, tranquilo (3 encuestados) a pesar del riesgo. Inconsciencia (3 encuestados). Acercarse al orgasmo (edging, 2 encuestados). Las respuestas más comunes se alinean con los sentimientos que normalmente se buscan en otras actividades BDSM: rendirse al poder del dominante, y la interacción entre el miedo y el sentirse seguro al confiar en el dominante. Pero la asfixia también es una fuente de placer. Produce euforia y un subidón que consiste en inconsciencia y placer físico. También intensifica las sensaciones físicas, incluido el orgasmo. Por último, tres personas informaron de una paradójica sensación de seguridad y tranquilidad, a pesar del evidente riesgo de esta actividad. Mis hallazgos son consistentes con uno de los artículos del grupo de Debbie Herbenick (Herbenick et al., 2022a), la encuesta cualitativa sobre las razones por las que a las mujeres les gusta que las estrangulen. En él, ningún participante informó haber perdido el conocimiento. Pero muchos mencionaron que les excitaba someterse, empoderar a su pareja, mejorar la excitación sexual y tener orgasmos más prolongados. El miedo y el peligro hacían que el sexo fuera más excitante y placentero. ¿Los efectos de la asfixia son similares a los del óxido nitroso? Me sorprendió no encontrar ninguna mención a estados alterados de conciencia similares a los de las drogas, de los que escuché hablar en algunos comentarios a mis artículos en Fetlife. Cuando pregunté si la sensación de ahogo se parece al efecto de alguna droga, una persona respondió que no se experimentaba como el efecto del cannabis o los psicodélicos, pero podría ser similar al del óxido nitroso, también conocido como gas de la risa o whippets. Los whippets se obtienen como botes para hacer crema batida (Srichawla, 2022). Producen una grave deficiencia de vitamina B12 (Maheshwari and Athiraman, 2022) y problemas neurológicos. Se consumen porque producen euforia, analgesia y un breve subidón. El mecanismo de acción del óxido nitroso aún no está claro. Actúa sobre muchos receptores de neurotransmisores, bloqueando receptores excitadores como los de NMDA y los nicotínicos de acetilcolina y potenciando los receptores inhibidores de GABA y glicina. Quizás la hipoxia cerebral producida por la asfixia tenga efectos similares. De hecho, la inhalación de óxido nitroso produce hipoxia. Referencias Herbenick D, Guerra-Reyes L, Patterson C, Rosenstock Gonzalez YR, Wagner C, Zounlome N (2022a) "It Was Scary, But Then It Was Kind of Exciting": Young Women's Experiences with Choking During Sex. Arch Sex Behav 51:1103-1123. Herbenick D, Patterson C, Khan S, Voorheis E, Sullivan A, Wright P, Keene S (2023) "Don't Just Randomly Grab Someone's Neck during Intercourse!" An Analysis of Internet Articles about Choking/Strangulation during Sex. J Sex Marital Ther 49:41-55. Herbenick D, Patterson C, Beckmeyer J, Gonzalez YRR, Luetke M, Guerra-Reyes L, Eastman-Mueller H, Valdivia DS, Rosenberg M (2021) Diverse Sexual Behaviors in Undergraduate Students: Findings From a Campus Probability Survey. The journal of sexual medicine 18:1024-1041. Herbenick D, Fu TC, Eastman-Mueller H, Thomas S, Svetina Valdivia D, Rosenberg M, Guerra-Reyes L, Wright PJ, Kawata K, Feiner JR (2022b) Frequency, Method, Intensity, and Health Sequelae of Sexual Choking Among U.S. Undergraduate and Graduate Students. Arch Sex Behav. 51, 3121-3139. Maheshwari M, Athiraman H (2022) Whippets Causing Vitamin B12 Deficiency. Cureus 14:e23148. Srichawla BS (2022) Nitrous Oxide/Whippits-Induced Thoracic Spinal Cord Myelopathy and Cognitive Decline With Normal Serum Vitamin B₁₂. Cureus 14:e24581. Copyright 2023 Hermes Solenzol.

  • Follada mental en el BDSM: seguridad, consentimiento e indefensión aprendida

    ¿Puede el mind-fucking evocar trauma, romper el consentimiento o inducir indefensión aprendida? Seguridad Establecer cuándo una follada mental es segura, sensata y consensuada puede ser complicado. Son cosas que están bastante claras cuando se trata de actividades físicas como los juegos de impacto o el bondage, pero cuando se trata de cuestiones mentales, es una cuestión completamente distinta. Lo que es bueno para una persona puede resultar traumático para otra. La follada mental presenta desafíos únicos y problemas de seguridad que no deben tomarse a la ligera. Si las cosas salen mal, se puede producir un gran daño emocional. Y, si bien el daño físico suele sanar, el daño emocional puede durar toda la vida. El principal peligro es despertar viejos traumas al tropezar con minas emocionales. Este término se refiere a situaciones que hacen que la persona sumisa recuerde situaciones traumáticas. A menudo, la persona sumisa no es consciente de cuáles pueden ser estas minas emocionales, por lo que no podrá etiquetarlas como límites durante la negociación de la sesión. En el estado de hipersensibilidad inducido por la follada mental, cualquier cosa puede convertirse en una mina emocional: un determinado acto, una frase, un objeto, la ropa, etc. ¿Deberían someterse a la follada mental personas con traumas psicológicos? Las personas con antecedentes de abuso y trauma psicológico harían mejor en abstenerse de la follada mental. O, al menos, deberían proceder de forma gradual, con sesiones cortas y leves. Incluso las personas sin antecedentes de trauma deben ser conscientes de los efectos que la follada mental puede tener sobre ellos, no sólo durante la sesión, sino también en su vida emocional. ¿Se están volviendo más resistentes o más sensibles? ¿Están adquiriendo una docilidad que está minando su vida profesional y social? Todo esto impone una gran responsabilidad al dominante que realiza la follada mental. Tiene que ser plenamente empático con la persona sumisa, leyendo constantemente su estado de ánimo. La follada mental puede provocar respuestas completamente inesperadas. La persona dominante tiene que estar preparada para parar la sesión y devolver a la persona sumisa a la realidad si hay problemas. Consentimiento Según Planned Parenthood, el consentimiento debe ser libre, reversible, informado, entusiasta y específico. La follada mental presenta algunos problemas en cuanto a ser informada y específica porque esto requeriría que la persona sumisa esté plenamente informada de lo que vaya a suceder en la sesión. Pero, dado que la follada mental a menudo a menudo se basa en el engaño, proporcionar parte de esta información arruinaría el juego. Dado que la follada mental se negocia sin que la persona sumisa sepa lo que va a pasar, se podría considerar que implica un cierto no consentimiento consensual (CNC), porque los sumisos tienen que dar un consentimiento general sobre cosas que no conocen. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto, ya que la persona sumisa todavía tiene la capacidad de establecer límites sobre lo que puede incluirse en la follada mental. Se debe informar a las personas sumisas que la sesión incluirá sorpresas, trucos, desinformación y mentiras. A la vista de eso, podrán elaborar una lista de límites, sobre todo emocionales. Es muy recomendable establecer una palabra de seguridad que la persona sumisa podrá utilizar en caso de que su situación emocional se vuelva abrumadora. Aun así, las palabras de seguridad no son completamente confiables en la follada mental porque, para usarlas, el bottom tiene que saber lo que está pasando, y a menudo ese no es el caso. Esto no significa que las palabras de seguridad no sirvan para nada. Junto con la negociación y los límites, deberán considerarse como distintas formas de protección. La negociación deberá centrarse en las minas emocionales y los traumas del pasado. El consentimiento no es válido si la persona sumisa tiene una visión deformada de la realidad. Esto significa que hay que sacar a la persona sumisa de la follada mental antes de negociar la siguiente sesión. Por eso, creo que las folladas mentales prolongadas (que duran varios días) presentan problemas éticos. La capacidad de la persona sumisa de retirar su consentimiento puede verse comprometida. Para la persona dominante, el control mental puede ser una tremenda experiencia de empoderamiento y una tentación para el abuso. Incluso con las mejores intenciones, se puede caer en el abuso emocional por ignorancia. Los dominantes debe hacer de introspección sobre sus motivos para realizar una follada mental, considerando cómo se sentirían si se la hicieran a ellos. Lecturas sobre abuso psicológico y bienestar emocional pueden ayudar. A continuación enumero algunos de los problemas que pueden ocurrir en una follada mental. Ataques de pánico Un ataque de pánico es un estado de angustia emocional grave que suele ir acompañado de dificultad para respirar, movimientos incontrolados, reacciones exageradas e incapacidad para hablar. Si la persona sumisa ha tenido ataques de pánico en el pasado, deberá explicar cómo sucedieron y cuáles son los posibles desencadenantes. Se debe planificar qué hacer si suceden. Sin embargo, los ataques de pánico pueden ocurrir incluso en personas que no los han experimentado antes. La follada mental crea un estado de sensibilidad emocional que quizás no hayan experimentado antes. Congelamiento (freezing) La conducta de congelación es una reacción de estrés presente en muchos animales, que consiste en volverse incapaces de moverse. No es una verdadera parálisis. Más bien, se siente como una profunda aversión a moverse o decir algo. En los casos extremos, la persona siente un bloqueo, una incapacidad para decidir cómo moverse. Su origen evolutivo es camuflar a un animal cuando un depredador se le aproxima. La conducta de congelación es diferente de la inmovilidad tónica, tanatosis o muerte fingida, que ocurre cuando un animal ha sido atrapado por un depredador y deja de luchar e intentar escapar. También es diferente del desmayo, que es un “síncope vasovagal” desencadenado por emociones fuertes, estrés físico, dolor visceral y pérdida de sangre (Carli and Farabollini, 2021). La conducta de congelación es lo opuesto a la reacción de lucha-huida, aunque ambas son respuestas al miedo. La congelación activa el sistema parasimpático y disminuye la frecuencia cardíaca, mientras que la lucha/huida activa el sistema simpático y libera adrenalina en la sangre, lo que aumenta la frecuencia cardíaca (Roelofs, 2017). La congelación no es muy útil en los seres humanos, ya que impide reaccionar ante un peligro inminente, y también comunicarse. Al congelarse, las personas dejan de hacer lo que estén haciendo y se quedan inmóviles, sin capacidad de responder. No pueden decir la palabra de seguridad y mucho menos explicar lo que les está sucediendo. La congelación puede indicar un ataque de pánico inminente, especialmente si va acompañada de dificultad para respirar. Esto debería tomarse en serio y detener la sesión. Sin embargo, la conducta de congelación no siempre es mala. Está mediada por una vía neuronal que conecta a las vías del dolor en el núcleo parabraquial con la amígdala, el área cerebral que media el miedo (Sato et al., 2015). A su vez, la amígdala conecta con la sustancia gris periacueductal (PAG) (Roelofs, 2017), que es el inicio de la vía neuronal que libera endorfinas para inhibir el dolor. Diferentes partes del PAG están involucradas en la lucha/huida y la conducta de congelación (Morgan et al., 1998; McDannald, 2010). Por tanto, la conducta de congelación puede ser un precursor del espacio de sumisión mediado por endorfinas. Sin embargo, la congelación es diferente del espacio de sumisión. Una persona congelada tiende a estar rígida y en silencio, mientras que una persona en el espacio de sumisión está relajada y emite sonidos incoherentes. La conducta de congelación puede ocurrir durante una follada mental cuando la estimulación o la tarea de la persona sumisa se vuelven abrumadoras. Las emociones fuertes, como el miedo, el dolor y la vergüenza, pueden provocar congelación. La mente se vuelve incapaz de realizar la tarea o procesar los estímulos y se apaga. La congelación es fácil de detectar en sesiones de follada mental que involucren la participación activa del sumiso, como ejercicios mentales, experiencias humillantes, tareas imposibles y el humor. Si la persona sumisa deja de actuar es señal de que algo anda mal. Cuando las personas sumisas desempeñan un papel pasivo, como en los juegos de engaño o en los predicamentos, la persona dominante necesita prestarles atención constante para ver si se congelan. Indefensión aprendida La indefensión aprendida ocurre cuando un animal es expuesto repetidamente a un estímulo aversivo sobre el cual no tiene control. El estímulo aversivo habitual es una descarga eléctrica, que es desagradable pero no dolorosa, como la descarga que a veces recibimos cuando tocamos un coche después de adquirir una carga estática. Los experimentos iniciales sobre la indefensión aprendida fueron realizados por Martin Seligman en 1967 con perros (Seligman, 1972). Sin embargo, la mayoría de los estudios posteriores se realizaron en ratas y ratones. El experimento básico utiliza a los animales en parejas donde ambos animales reciben descargas de la misma intensidad y duración. La única diferencia es que uno de los animales puede presionar una palanca para detener el choque cuando una luz o sonido de advertencia anuncia que se acerca, mientras que el otro animal no tiene control y por lo tanto queda sujeto a los caprichos del primer animal. Este segundo animal desarrolla una indefensión aprendida, que consiste en que aprende a no intentar evitar estímulos desagradables. Incluso cuando se lo coloca en un nuevo entorno en el que es fácil escapar de la sensación desagradable, el animal no intenta hacerlo. Es importante destacar que los animales con indefensión aprendida muestran una disminución en su capacidad de aprender. Esta sería una gran idea para un experimento de follada mental, ¿no? Habría dos personas sumisas. Una decide con qué instrumento le van a golpear y con qué fuerza. La otra recibe los mismos golpes que la primera. Claramente, la segunda estaría sometida a una follada mental tanto por parte del dominante como de la primera persona sumisa, quien podría decidir recibir algunos azotes particularmente desagradables sólo para que la otra persona los reciba. Los estudios de indefensión aprendida se interpretaron como que el control que tiene un animal sobre su entorno es clave para determinar su estado mental y su capacidad de aprender. Algunos científicos pensaron que esto podría ser un modelo de depresión o trastorno de estrés postraumático, que se desencadenaría cuando las personas tienen que lidiar con entornos laborales o sociales sobre los que carecen de control. ¿Induce la follada mental indefensión aprendida? Si fuera cierto que la follada mental induce indefensión aprendida, esto sería un peligro para la integridad psicológica de la persona que la experimenta. El objetivo de la follada mental es inducir en la persona sumisa un estado de derrota y rendición, que es precisamente lo que consigue la indefensión aprendida. Ciertamente, durante la follada mental la persona sumisa experimenta una pérdida de control y es sometida a estímulos aversivos como azotes o bondage. En otras actividades BDSM, la capacidad del bottom para detener la escena con la palabra de seguridad proporciona un cierto control, pero en la follada mental la pérdida de control es el objetivo. ¿Podría una follada mental inducir depresión en quien la sufre? Quizás esto podría explicar el bajón se sumisión que se produce un par de días después de una sesión BDSM. Sin embargo, la interpretación moderna de la indefensión aprendida disipa estos miedos. Resulta que la indefensión no es aprendida, como se pensaba antes, sino que es el estado básico del cerebro (Maier and Seligman, 2016). Son los estímulos aversivos los que provocan pasividad en el animal, que está mediada por neuronas liberadoras de serotonina en el núcleo rafe dorsal (Maier and Watkins, 2005). La impotencia ya está presente desde el principio, no se aprende. Lo que el animal aprende en realidad es que tiene control sobre el estímulo aversivo, y esto lo motiva a escapar de él. El darse cuenta de que se tiene control provoca una inhibición del rafe dorsal por el córtex prefrontal ventromedial, un área del cerebro involucrada en la toma de decisiones. La indefensión aprendida también ocurre en humanos, pero los procesos cognitivos del córtex prefrontal juegan un papel más importante que en los animales. Seligman realizó un estudio en estudiantes universitarios con y sin depresión (Klein et al., 1976). Enfrentarse con problemas mentales imposibles de resolver causó déficits de aprendizaje en ambos grupos de estudiantes. Sin embargo, cuando se les dijo a los estudiantes que su fracaso de debía a la dificultad del problema, y no a su incompetencia, este déficit de aprendizaje desapareció. Un estudio más reciente (Taylor et al., 2014) mostró que activar el córtex prefrontal dorsolateral con estimulación magnética transcraneal (EMT) revierte los déficits cognitivos y motivacionales producidos por la falta de control sobre estímulos aversivos. El evaluar posteriormente una experiencia de impotencia revierte sus efectos (Cemalcilar et al., 2003). Éste es el dato crucial que debemos tener en cuenta al considerar si la follada mental induce indefensión aprendida. Nuestras capacidades cognitivas pueden contrarrestar los reflejos condicionados que constituyen la indefensión aprendida. Por mucho que me guste la follada mental, estos estudios científicos indican que podría desencadenar indefensión aprendida si no tenemos cuidado. Esto es más probable con folladas mentales repetidas que constantemente ponen a la persona sumisa en un estado de falta de control. Sin embargo, los seres humanos gozamos de un sofisticado control del córtex prefrontal sobre el núcleo rafe dorsal que media en la indefensión aprendida. Esto quiere decir que el contexto emocional, social y cognitivo en el que ocurre una sesión supone una gran diferencia. De la misma manera que podemos sumirnos en una novela o una película que nos resulta enormemente perturbadora, también podemos hacer una sesión de BDSM mental y salir ilesos. De hecho, una follada mental bien hecha podría protegernos de los problemas psicológicos causados por experiencias de impotencia en la vida real. Cuidados posteriores y revelación de la verdad No debemos permitir que la follada mental nos cree hábitos emocionales de sentirnos derrotados y subyugados. Esto quiere decir que al final de la sesión se debe permitir que la persona sumisa recupere su autoestima. Esto se puede lograr procesando la follada mental de tal manera que le devuelva el control y le permita recordar la sesión como una victoria personal. Por lo tanto, la follada mental requiere un tipo especial de cuidados posteriores cuyo objetivo sería restaurar el sentido de la realidad, la estabilidad emocional y la autoestima de la persona sumisa. Esto implica revelar cualquier engaño que haya tenido lugar durante la follada mental, especialmente si fue algo que llevó a la persona sumisa al fracaso o la vergüenza. Esto debe revertirse haciendo que se sientan bien consigo mismos, porque se les ordenó hacer algo difícil o imposible, o soportar condiciones muy duras. Éste es también el momento de analizar cosas que la persona sumisa podría haber descubierto sobre sí misma durante la sesión, y cualquier otra cosa que pueda ser curativa y transformadora. Se debe elogiar a la persona sumisa y enfatizar los elementos positivos de la sesión. Una de las mejores cosas que pueden hacer es reírse de lo sucedido. Resiliencia La resiliencia es la capacidad de soportar situaciones difíciles y de recuperarse de ellas. Una follada mental seguida de la recuperación del control y la revelación del engaño podrían crear resiliencia y generar estabilidad emocional para enfrentarse a los desafíos de la vida. Esto es similar a la forma en que utilizamos las historias de novelas y películas como entrenamiento para los factores estresantes de la vida. Desde los albores de nuestra especie, los humanos hemos usado historias para aprender y desarrollar resiliencia ante el estrés. Pare eso servían las historias de miedo que nos contaban de niños. Al principio nos aterrorizaban, pero luego nos volvían gradualmente inmunes al miedo suscitado por nuestra propia imaginación. No sólo eso, sino que empezábamos a desear el subidón de adrenalina que proporcionan. De manera similar, la follada mental es un simulacro de abuso emocional que nos ayuda a desarrollar resiliencia cuando determinadas personas intentan hacernos daño y destruir nuestro sentido de la realidad. Referencias Carli G, Farabollini F (2021) Cardiovascular correlates of human emotional vasovagal syncope differ from those of animal freezing and tonic immobility. Physiology & behavior 238:113463. Cemalcilar Z, Canbeyli R, Sunar D (2003) Learned helplessness, therapy, and personality traits: an experimental study. J Soc Psychol 143:65-81. Klein DC, Fencil-Morse E, Seligman ME (1976) Learned helplessness, depression, and the attribution of failure. Journal of personality and social psychology 33:508-516. Maier SF, Watkins LR (2005) Stressor controllability and learned helplessness: the roles of the dorsal raphe nucleus, serotonin, and corticotropin-releasing factor. Neurosci Biobehav Rev 29:829-841. Maier SF, Seligman ME (2016) Learned helplessness at fifty: Insights from neuroscience. Psychol Rev 123:349-367. McDannald MA (2010) Contributions of the amygdala central nucleus and ventrolateral periaqueductal grey to freezing and instrumental suppression in Pavlovian fear conditioning. Behav Brain Res 211:111-117. Morgan MM, Whitney PK, Gold MS (1998) Immobility and flight associated with antinociception produced by activation of the ventral and lateral/dorsal regions of the rat periaqueductal gray. Brain Research 804:159-166. Roelofs K (2017) Freeze for action: neurobiological mechanisms in animal and human freezing. Philos Trans R Soc Lond B Biol Sci 372. Sato M, Ito M, Nagase M, Sugimura YK, Takahashi Y, Watabe AM, Kato F (2015) The lateral parabrachial nucleus is actively involved in the acquisition of fear memory in mice. Molecular brain 8:22. Seligman ME (1972) Learned helplessness. Annual review of medicine 23:407-412. Taylor JJ, Neitzke DJ, Khouri G, Borckardt JJ, Acierno R, Tuerk PW, Schmidt M, George MS (2014) A pilot study to investigate the induction and manipulation of learned helplessness in healthy adults. Psychiatry research 219:631-637.

  • ¿Son frecuentes las muertes por juegos de asfixia?

    La asfixia es la principal causa de la muerte en el BDSM, pero es menos frecuente de lo que se cree Recomiendo encarecidamente no practicar los juegos de asfixia. Este artículo es parte de una serie dedicada a demostrar que la asfixia no es segura, puede causar daño cerebral y es potencialmente letal. Muertes por asfixia autoerótica Los juegos de asfixia aparecen en el imaginario popular como una actividad mortal, en gran parte debido a las muchas celebridades que han muerto por asfixia autoerótica. Sin embargo, es importante distinguir entre los juegos de asfixia que se practican en solitario y los que se practican en pareja. En el primero, la pérdida del conocimiento o del control sobre el cuerpo puede provocar la muerte, porque la persona no puede escapar de la asfixia, mientras que en el segundo la persona que estrangula tiene un cierto control sobre el proceso. Pero también es verdad que se ha exagerado el número de muertes producidas por asfixia autoerótica (es decir, en solitario). A menudo se menciona que causa “de 500 a 1000 muertes por año en Estados Unidos y Canadá” (Sauvageau, 2012), pero esa cifra es una estimación basada en datos no publicados. Un estudio epidemiológico basado en 38 muertes autoeróticas en Alberta, Canadá, arrojó una cifra menor: 0,56 muertes por millón de habitantes por año (Sauvageau, 2012). Multiplicando esta cifra por la población de Estados Unidos, 333 millones, nos da una estimación de 186 muertes al año causadas por asfixia autoerótica en ese país. El número de muertes autoeróticas por millón de habitantes al año es similar en otros países desarrollados: 0,3 en Australia, 0,14 en Suecia y 0,5 en Alemania. Muertes por juegos de asfixia en el BDSM Otro artículo (Schori et al., 2022) investigó específicamente sobre las muertes relacionadas con el BDSM. A base de hacer una búsqueda bibliográfica, identificaron 17 muertes producidas por actividades de BDSM. De ellas, todas fueron causadas por asfixia excepto en un caso, en el que la muerte fue causada por hemorragia al insertar un globo inflable y otros objetos en la vagina. Una muerte por asfixia se produjo al tapar la boca y la nariz con cinta adhesiva y con los dedos. Las 15 muertes restantes fueron por estrangulamiento, 5 con la mano o el antebrazo y 10 con ligaduras (cuerda, cinturón, collar o cadena). Uno de los casos de estrangulamiento fue una escena de shibari en la que dos mujeres fueron ahorcadas con la misma cuerda suspendida del techo (Roma et al., 2013). Cuando una de ellas perdió el conocimiento, su peso ahorcó a la otra. La primera acabó muerta y la segunda en coma. La tasa de mortalidad fue similar en ambos géneros: 9 hombres y 8 mujeres. En nueve de los casos, ambos participantes tenían experiencia en BDSM. En otros dos casos, la top era una dominatriz profesional. En tres casos, los participantes habían discutido técnicas de juegos de asfixia y reanimación cardiopulmonar (RCP). Por tanto, tener experiencia y la educación no fueron suficientes para evitar esas muertes. Conclusiones Las conclusiones son diversas. Por un lado, las muertes causadas por el BDSM son raras: 15 ocurrieron en Estados Unidos entre 1986 y 2020, y 3 en Alemania entre 1993 y 2017. Por otro lado, los juegos de asfixia provocaron un número desproporcionado de muertes en el BDSM. Por lo tanto, cabe afirmar que la asfixia es la actividad más mortífera en el BDSM, con mucha diferencia, Pero morir es sólo lo peor que puede pasar durante los juegos de asfixia. Puede haber otras consecuencias para la salud, incluido el daño cerebral. Esto es mucho más difícil de evaluar. Hablaré de eso en futuros artículos. Referencias Roma P, Pazzelli F, Pompili M, Girardi P, Ferracuti S (2013) Shibari: double hanging during consensual sexual asphyxia. Arch Sex Behav 42:895-900. Sauvageau A (2012) Autoerotic deaths: a 25-year retrospective epidemiological study. Am J Forensic Med Pathol 33:143-146. Schori A, Jackowski C, Schön CA (2022) How safe is BDSM? A literature review on fatal outcome in BDSM play. International Journal of Legal Medicine 136:287-295. Copyright 2023 Hermes Solenzol.

  • ¿Son frecuentes los juegos de asfixia en el sexo?

    Varias encuestas revelan que la mayoría de las universitarias americanas usa el estrangulamiento durante el sexo Recomiendo encarecidamente no practicar los juegos de asfixia. Este artículo es parte de una serie dedicada a demostrar que la asfixia no es segura, puede causar daño cerebral y es potencialmente letal. La asfixia sexual no es exclusiva del BDSM y se ha vuelto frecuente entre los jóvenes. En una encuesta realizada a 4989 estudiantes universitarios estadounidenses, el 58 % de las mujeres dijeron haber sido asfixiadas durante las relaciones sexuales al menos una vez (Herbenick et al., 2021). Otra encuesta entre estudiantes universitarios (Herbenick et al., 2022a) encontró que el 37% de las mujeres y el 7% de los hombres habían sido asfixiados más de cinco veces. El estrangulamiento también es una característica de la agresión sexual. A veces se utiliza de forma no consentida durante las relaciones sexuales que eran consensuadas hasta ese momento. Sin embargo, limitaré esta discusión a la asfixia consensuada. Otra encuesta más entre estudiantes universitarios y de posgrado (Herbenick et al., 2022b) estudió en detalle la asfixia sexual en términos de prevalencia, características y respuestas físicas. La encuesta fue entregada a 13.449 estudiantes, de los cuales 4.254 la completaron. Los hombres fueron el 49,6% de los encuestados, las mujeres el 48,1% y las personas transgénero/no binarias el 2,2%. Diferencias con la edad La encuesta encontró que entre el 30% y el 40% de los encuestados han practicado asfixia durante las relaciones sexuales. Al comparar las respuestas de los estudiantes de posgrado, quienes son mayores, con las de los estudiantes universitarios más jóvenes, se encontró que la asfixia es más frecuente entre los jóvenes. El porcentaje de personas que realizaron la asfixia fue del 37,1% entre los estudiantes universitarios y del 27,6% entre los graduados. El porcentaje de quienes recibieron asfixia fue del 42,1% de los estudiantes universitarios y del 32,1% de los graduados. Por tanto, los juegos de asfixia son más frecuentes en las generaciones más jóvenes, señal que van en aumento con el tiempo. La asfixia fue menos frecuente entre las personas mayores de 40 años (Herbenick et al., 2023). Diferencias con el género También hubo diferencias sustanciales en cuanto al género. Los hombres asfixiaron más (47,4% estudiantes universitarios, 37,7% graduados) que las mujeres (26,7% estudiantes universitarios, 16,2% graduados). Por el contrario, los hombres (25,4% estudiantes universitarios, 23,5% graduados) fueron asfixiados con menos frecuencia que las mujeres (57,6% estudiantes universitarios, 41,3% graduados). En las personas transgénero/no binarias, dar (45,0%) y recibir asfixia (51,5%) fueron aún más frecuentes. En resumen, los hombres suelen proporcionar la asfixia, mientras que las mujeres prefieren ser asfixiadas. La mayoría de las mujeres y personas transgénero de esta muestra han sufrido asfixia. Referencias Herbenick D, Fu TC, Patterson C (2023) Sexual Repertoire, Duration of Partnered Sex, Sexual Pleasure, and Orgasm: Findings from a US Nationally Representative Survey of Adults. J Sex Marital Ther 49:369-390. Herbenick D, Guerra-Reyes L, Patterson C, Rosenstock Gonzalez YR, Wagner C, Zounlome N (2022a) "It Was Scary, But Then It Was Kind of Exciting": Young Women's Experiences with Choking During Sex. Arch Sex Behav 51:1103-1123. Herbenick D, Patterson C, Beckmeyer J, Gonzalez YRR, Luetke M, Guerra-Reyes L, Eastman-Mueller H, Valdivia DS, Rosenberg M (2021) Diverse Sexual Behaviors in Undergraduate Students: Findings From a Campus Probability Survey. The journal of sexual medicine 18:1024-1041. Herbenick D, Fu TC, Eastman-Mueller H, Thomas S, Svetina Valdivia D, Rosenberg M, Guerra-Reyes L, Wright PJ, Kawata K, Feiner JR (2022b) Frequency, Method, Intensity, and Health Sequelae of Sexual Choking Among U.S. Undergraduate and Graduate Students. Arch Sex Behav. Copyright 2023 Hermes Solenzol.

  • Mi niñez bajo el Opus Dei durante la dictadura franquista

    A veces el privilegio y la opresión se combinan de forma extraña Como mi padre me arrastró pataleando al Opus Dei Cuando tenía siete años, mi padre me arrastró, llorando y pataleando por las escaleras, a un club infantil del el Opus Dei. Eran siete pisos, sin ascensor. Era como si mi persona progresista actual se hubiera encarnado en mi cuerpo infantil y se resistía a ir allí. Bueno, en realidad lo que pasó fue que había escuchado a mis padres decir que el Opus Dei me haría un niño bueno, y yo no quería ni oír hablar de eso. ¿Acaso no era ya lo suficientemente bueno? La rabieta se me pasó en el momento en que abrieron la puerta y me encontré cara a cara con Elías, un chaval de mi clase que se había convertido en mi mejor amigo. Y me hacían falta amigos, ya que un par de años antes mi familia se había mudado de Tenerife a Santiago de Compostela, después de pasar mis primeros cinco años en Roma. Con tanto cambio, estaba un poco desubicado. Así que dejé de llorar, me tranquilicé y le eché una ojeada al sitio. Esa fue la única vez que vi a Elías en aquel club del Opus Dei, el Club Senra. Supongo que sus padres no eran tan conservadores como los míos. El Opus Dei Mi padre sabía perfectamente qué era el Opus Dei: una organización católica conservadora que había adquirido un gran poder político en el régimen fascista del general Francisco Franco. Mi tío José Luís, el hermano menor de mi padre, era miembro numerario del Opus Dei y vivía en la sede de la organización en Roma. Los miembros numerarios deben vivir en castidad (es decir, no se les permite casarse ni tener relaciones sexuales), pobreza (dan sus ganancias a la organización) y obediencia (siguen las instrucciones de la organización transmitidas a través de su director espiritual). Sin embargo, lo hacen como un contrato con el Opus Dei y no como votos, como hacen los frailes. Mi padre era miembro supernumerario del Opus Dei, una categoría creada para personas casadas. Viven en castidad “dentro de su matrimonio”, pagan tributo a la organización y obedecen a su director espiritual, aunque con más libertad que los miembros numerarios. Ah, y tienen que ofrecer en sacrificio a su hijo mayor. Que en este caso era yo. Bueno, es broma. Lo que realmente sucede es que tienen que meter a sus hijos en clubes como el Senra, donde se los prepara y adoctrina. Luego, cuando cumplen los 14 años, se les pide que se unan al Opus Dei. Mis hermanos menores no escaparían a ese destino. Mis dos hermanos pronto se unirían a mí en el Club Senra. Mi hermana seguiría un camino diferente, ya que en el Opus Dei hay una estricta separación entre hombres y mujeres. Con el tiempo se convirtió en miembro numeraria, aunque no duró mucho dentro de la organización. La carrera de mi padre Ser miembro del Opus Dei le vino muy bien a mi padre. Era catedrático de Derecho Romano en la Universidad de Santiago. Para cuando me llevó al Club Senra, en 1964, ya era decano de la Facultad de Derecho. Tenía sólo 36 años. En 1968, las manifestaciones estudiantiles que comenzaron con los disturbios de mayo del 68 en París sacudieron a Santiago de Compostela, una ciudad pequeña llena de estudiantes. Por aquel entonces no era la capital de Galicia, sólo se sustentaba de su famosa catedral y de la universidad. Un grupo de estudiantes se encerró dentro del rectorado, negándose a salir a menos que se cumplieran sus demandas. Franco decidió que el rector de la universidad era demasiado blando. Era necesario poner a un hombre duro en su lugar. Ese hombre duro era mi padre. Mucho más tarde, mi padre me contó que su manera de lidiar con ese problema no fue enviar a la policía, como Franco esperaba, sino ofrecer a los estudiantes un lugar para reunirse en el Burgo de las Naciones, un conjunto de barracones que se había construido para albergar a los peregrinos durante aquel Año Santo. Yo tenía once años. Ser hijo del rector de la universidad me plantó de lleno en la clase alta de esa ciudad de provincias. Antes de mudarnos a Santiago, habíamos vivido con bastante humildad, primero en Roma y luego en La Laguna, en Tenerife. Pero ahora vivíamos sin pagar alquiler en un lujoso apartamento en el campus, rodeado de jardines y a pocos pasos de los bosques de pinos y robles de las afueras de la ciudad. El Club Senra Irónicamente, pertenecer al Club Senra era uno de mis mayores privilegios. En teoría, la función del era que los niños participaran en actividades como aeromodelismo, fotografía, montañismo, química, dibujo y electrónica. Las clases las impartían estudiantes universitarios e incluso uno de los profesores de mi colegio. Disfruté mucho haciendo aviones y saliendo al campo a volarlos. Al final acabé participando en todas las actividades. A medida que crecí, me invitaron a ir allí todos los días después del colegio para estudiar y hacer los deberes. Esas sesiones diarias de estudio eran interrumpidas por media hora de meditación, que consistía en la lectura de puntos de Camino, con largas pausas silenciosas entre punto y punto. Camino es un libro escrito por Monseñor Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei y ahora un santo. Consta de 999 puntos o párrafos cortos. Los más controvertidos (puntos 387-400) alientan a los miembros a practicar la “santa intransigencia” (una exhortación al dogmatismo), la “santa coerción” (“usar la fuerza […] para salvar la vida de aquellos que estúpidamente persisten en cometer suicidio del alma ) y la “santa desvergüenza” (poder declarar con valentía que uno es católico religioso). Esto os puede dar una idea de la naturaleza militante de la organización. De hecho, Camino se parece bastante al Libro Rojo de Mao, con sus 427 puntos. Una vez a la semana tenía que acudir a una entrevista con mi director espiritual, quien era miembro del Opus Dei, pero no sacerdote. La confesión con un sacerdote se hacía por separado. Si bien la confesión se mantiene estrictamente en secreto, el director espiritual tenía libertad para comunicar todo lo que yo le dijera a la jerarquía del Opus Dei. ¡Pero la sala de estudio era genial! Me encantaba la disciplina y el silencio estricto. Estaba rodeado de estudiantes universitarios a los que podía pedir ayuda sobre cualquier tema. Matemáticas, química, física… fuera lo que fuese pase, siempre tenía un experto a mano. Mis notas, que ya eran bastante buenas, mejoraron. Mi colegio, y problemas en la calle Sólo tenía un rival para ser el primero de la clase: mi amigo Elías. Era el favorito de mis compañeros: inteligente, deportista y un pelín rebelde. Yo era un empollón y un enchufado, el epítome del privilegio de la clase política. Todos vitoreaban a Elías cuando me ganaba. A mí no me importaba demasiado. A mí también me caía bien Elías, pero yo no podía ser como él, por mucho que me empeñara. No entendía nada de lo que pasaba a mi alrededor. Mis compañeros hablaban en clave de temas políticas que escapaban a mi comprensión. Los estudiantes luchaban en las calles con la policía. Durante la noche aparecían banderas rojas en los árboles, que quitaban enseguida. También borraban enseguida las pintadas con oscuros lemas políticos. Y mi padre hablaba por teléfono todas las noches, gritando órdenes sobre cómo controlar a los estudiantes. Algunos de mis compañeros me despreciaban, otros me adulaban, pero todos me temían a causa de mi padre. Incluso mis profesores. A mis compañeros de clase les pegaban regularmente, pero nadie se atrevía a tocarme. Yo vivía en un mundo de fantasía, leyendo ciencia ficción sin parar y enamorándome de la ciencia. Me empezaron a llamar el científico en el colegio. Improvisé un laboratorio de química en el desván, donde fabricaba bombas fétidas y algunos explosivos reales. Sabía lo suficiente de química y era lo suficientemente estúpido como para representar un peligro real. Afortunadamente, no llegó a pasar nada. Educado por el Opus Dei Pero el verdadero peligro, sin que yo lo supiera, era el Opus Dei. A medida que me acercaba a los 14 años, mi director espiritual comenzó a apretarme los tornillos. Me advirtieron que tuviera cuidado con los libros que leía, lo que hizo saltar mis alarmas. Me encantaba la lectura, que se había ampliado de novelas (Julio Verne, H. G. Wells, E. R. Burroughs, Lovecraft, Isaac Asimov) a libros ficción sobre ciencia y temas esotéricos. Los del Opus también me invitaron a participar en retiros religiosos. Fui a uno en Portugal, y a otro durante el verano en un colegio de Vigo. Luego a un viaje a Roma para conocer a Monseñor Escrivá de Balaguer, el Padre. Los retiros incluían largas horas de oración, pero también paseos, natación y otras actividades. La oración silenciosa concordaba con mi naturaleza introvertida y comencé a hacerla diariamente. También me atraía el misticismo. Sin embargo, nunca pude conectar con el amor católico por la Virgen y los santos. La liturgia me parecía incomprensible. El Rosario me aburría. Por otra parte, yo era católico hasta la médula: había nacido en Roma, donde mi padre me hizo bautizar en la basílica de San Pedro del Vaticano. Y ahora estaba viviendo en Santiago de Compostela, el legendario lugar de enterramiento del apóstol Santiago y el segundo destino de peregrinación católica más importante en el mundo, después de Roma. Mi confesor, que no era del Opus Cuatro cosas prepararon mi salida de la tutela del Opus Dei. El primero fue don Aurelio, un sacerdote que daba clases de religión en mi colegio. Alguna vez escuché a Elías decir que en su apartamento daba confesiones y consejos a los alumnos, incluso dándoles una copa de vino de misa. Pensé que eso sonaba bien, así que lo intenté. Me gustó don Aurelio, así que decidí convertirlo en mi confesor habitual. En el Opus Dei me habían aconsejado tener un confesor habitual, pero no les gustó nada cuando les dije que había elegido a don Aurelio. Sin embargo, como se trataba de un sacerdote católico, no tenían ningún argumento para oponerse. En secreto, mi decisión se basó en querer tener un asesor que no tuviera relación con mi padre y con el Opus Dei. Estaba comenzando la pubertad y, como era de esperar, tenía problemas con el sexo. Estaba en una escuela sólo para chicos, por lo que tenía poco contacto con las chicas. Mi hermana y sus amigas parecen vivir en una realidad aparte. El sexo me daba miedo, no sólo porque vivía en una sociedad profundamente represiva, sino también porque tenía fantasías sadomasoquistas que encontraba profundamente inquietantes. No era cuestión de hablarles de eso a la gente del Opus, cuyas prácticas religiosas incluían la autoflagelación y el uso del cilicio. Don Aurelio no sabía mucho sobre sadomasoquismo, pero me explicó muchas otras cosas sobre el sexo y me dijo que no me preocupara. Era un sacerdote progresista que celebraba misa acompañado de batería y guitarras eléctricas. Me animó a empezar a salir con chicas. ¡Incluso me presentó a una! También señaló algunas cosas a tener en cuenta en el Opus Dei, como la forma en que utilizan los empleos y otros beneficios para manipular a la gente. El retorno de los brujos Lo segundo que me alejó del Opus fue leer el libro El retorno de los brujos. Nuevamente, fue mi amigo Elías quien lo recomendó. Fue el primer libro de no ficción que leí. Despertó mi interés por los extraterrestres, los antiguos astronautas, la alquimia, la magia y todo tipo de cosas esotéricas que luego caerían bajo la etiqueta de New Age. Pero lo que realmente capturó mi imaginación fue la posibilidad de tener experiencias místicas que pudieran revelar conocimientos ocultos sobre el Universo. Eso me llevó a interesarme por el yoga y el budismo, creando una salida para mi misticismo que competía con el catolicismo. El apostolado sale al revés El tercer factor que me alejó del cristianismo fue el propio Opus Dei. A medida que avanzaba en mi práctica religiosa, empezaron a animarme a hacer apostolado, es decir, a tratar de convertir a su rama conservadora del cristianismo a algunos de mis compañeros de clase. Pero no podía ser cualquiera. La estrategia del Opus Dei es reclutar sólo a tipos con éxito, inteligentes, ricos, con influencias y guapos. Así que me enviaron tras algunos de mis compañeros de clase más inteligentes y sofisticados. Eso les salió por la culata. Cuando le dije a mi compañero Ramón que quería hablar con él de cosas importantes, se entusiasmó. No me di cuenta de que sabía mucho de filosofía y política, materias en las que yo tenía grandes lagunas. Pero había leído lo suficiente como para interesarme profundamente en lo que él me tenía que contar. Pasamos una tarde paseando por el jardín de La Herradura bajo el húmedo clima gallego, profundamente inmersos en nuestra conversación. Las semillas que plantó en mi mente tardaron en germinar. Pero al final lo hicieron. Mis nuevos vecinos La cuarta cosa que me influyó fue que nos mudamos a un nuevo apartamento, también en el campus universitario, donde había nuevos vecinos. Gabriel era un año mayor que yo y José un año menor, pero los dos hermanos encajaron bien con mis dos hermanos mayores y conmigo. Nos gustaba la ciencia, el ajedrez, los acuarios y deambular por los bosques. Me introdujeron a la música, poniendo a The Beatles y a Simon & Garfunkel sin parar cuando estábamos juntos. Su padre era profesor de química en la universidad y Gabriel estaba tan fascinado por la ciencia como yo. Eventualmente vendría conmigo a algunos retiros del Opus Dei y supuestamente era un objetivo de mi apostolado, pero la influencia fue casi siempre al revés. Nos mudamos a Madrid Entonces sucedió algo que marcaría el fin de mis despreocupados años de infancia en Santiago. Ascendieron a mi padre. En principio, le dieron un puesto de Director General en el Ministerio de Educación y Ciencia, pero eso era sólo en preparación para un objetivo más audaz. Se iba a convertir en el rector fundador de una nueva universidad que abarcaría todo el territorio de España: una universidad por correo siguiendo el modelo de la Open University británica. Hoy en día, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), fundada por mi padre, es la universidad más grande de España. Tuve que despedirme de mis nuevos amigos Gabriel y José, de mi consejero intermitente Elías y de la sabia guía de don Aurelio. Me enfrentaba a nuevos retos en la gran ciudad de Madrid. Sin saberlo, también tendría que afrontar mi creciente disonancia cognitiva entre las enseñanzas conservadoras del Opus Dei y mis nuevas ideas sobre ciencia y misticismo.

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