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- Jugando con fuego
La práctica BDSM que encenderá a tu pareja El juego con fuego es una práctica sadomasoquista que consiste en tocar la piel de una persona con fuego, o encender fuego brevemente sobre su piel. Su principal efecto es psicológico, ya que la sensación que produce no es dolorosa, solo un leve calor. De hecho, si duele, probablemente sea una señal de que no se está haciendo correctamente y puede producir una lesión por quemadura. Sin embargo, es difícil no sentir miedo cuando nuestra piel está ardiendo, literalmente. Se trata de un juego límite que puede ser peligroso. Este articulo explica las precauciones básicas que se deben tomar. Pero si puedes aprenderlo de alguien con experiencia práctica, sería lo ideal. “El juego de fuego es un juego límite que puede ser extremadamente peligroso si se hace incorrectamente o sin cuidado. Incluso cuando se toman todas las precauciones posibles, existe un gran riesgo. Los juegos con fuego pueden ser sensuales e indoloros, pero también pueden provocar lesiones graves, incluso mortales... sin mencionar quemar su casa. ¡TEN CUIDADO!" The Pyro Passion handout. ¿Por qué le gusta a la gente jugar con fuego? Si es tan peligroso, uno puede preguntarse: ¿por qué hacerlo? A diferencia de actividades BDSM como las azotainas y el bondage, jugar con fuego no parece particularmente sexual. Aun así, para algunas personas sí lo es. Diferentes personas fetichizan cosas diferentes, y el fuego también puede ser un fetiche. Además, no todo el BDSM es sexual. Mucho de él tiene que ver con conjurar hechos horribles, como latigazos y torturas. Puede ser una forma de exorcizar el horror que nos causan. Quemar gente en la hoguera era uno de los peores horrores que se han cometido en la cultura occidental. Para quien lo experimenta, jugar con fuego proporciona la euforia de superar el miedo a quemarse, que está profundamente arraigado en nosotros. Después de todo, asustarnos con algo que parece peligroso es el entretenimiento favorito de muchos. Como las películas de terror y las montañas rusas. Física y química de prenderle fuego a la gente El truco de magia de meterle fuego a la piel sin quemarla se basa en varias cosas: El calor de una llama viaja de abajo hacia arriba. Por lo tanto, si la piel está debajo de una llama, absorbe poco de su calor. Sin embargo, si pusiéramos nuestra mano encima de la misma llama, nos quemaría. Un breve contacto de una llama con la piel, como se hace en la flagelación con fuego, hace que no dé tiempo a quemarse. Los alcoholes dan poco calor cuando se queman, en comparación con, por ejemplo, la gasolina. El calor de combustión del etanol es 1367 kJ/mol y el del propanol es 2021 kJ/mol. En cambio, el de la gasolina (heptano/octano) es de 4466 kJ/mol, más del doble. Los alcoholes se queman lenta y suavemente, no de forma rápida y explosiva como la gasolina, porque contienen agua. La seguridad en el juego con fuego De estos hechos de física y química, podemos deducir algunos consejos sobre cómo jugar con fuego de forma segura. Sin embargo, los jugadores experimentados enfatizan que el juego con fuego no se puede hacer de forma completamente segura; solo puedes reducir los riesgos. Las llamas se deben aplicar a la piel con la persona en posición horizontal, de modo que el calor de la llama se mueva hacia arriba y se aleje de la piel. Usar alcohol como combustible. El alcohol que se vende en las farmacias estadounidenses como desinfectante es alcohol isopropílico (2-propanol), un isómero de propanol que tiene el grupo OH- en el medio del carbono en lugar de al final. Por lo tanto, su calor de combustión es similar al del propanol. Las farmacias europeas venden etanol como desinfectante, que es aún más seguro dado su menor calor de combustión. La concentración de alcohol debe ser del 60% al 70%. Esto significa que el alcohol contiene un 40%-30% de agua, lo que hace que se queme más lentamente y sea menor su calor de combustión. Sin embargo, el alcohol fluye hacia abajo. Si llega a los lados o debajo del cuerpo, puede quemar la piel de arriba. Lo mismo puede suceder si el alcohol se acumula en las hendiduras del cuerpo, como las nalgas, los genitales, los senos o cualquier otra parte del cuerpo con pliegues de piel. Para evitar esto, se debe pasar un paño húmedo sobre el cuerpo cada pocos minutos para eliminar cualquier resto de alcohol. Los jugadores de fuego avanzados usan gas blanco para obtener llamas más espectaculares. Sin embargo, esto aumenta el riesgo y requiere experiencia. El gas blanco que se utiliza en las cocinas de camping es, básicamente, gasolina. Su mayor calor de combustión hace que sea más probable que produzca quemaduras. Además, un incendio de gasolina es más difícil de apagar con agua porque la gasolina flota en el agua y sigue ardiendo. Por el contrario, el alcohol se disuelve en agua y deja de arder cuando su contenido de agua es demasiado alto. La gasolina puede producir humos tóxicos en ambientes cerrados y puede arder de forma explosiva. Hay que tener en cuenta que la laca para el pelo, la colonia y algunas lociones para el cuerpo son inflamables. Podrían aumentar el calor producido por el alcohol y dificultar el apagado del fuego en la piel. Quien recibe el fuego no debe ser atado para permitir que pueda apagar el fuego con las manos o revolviéndose, en caso necesario. Cuando se trata de fuego, todo puede suceder muy rápido. No hay tiempo para desatar o cortar una cuerda, o para abrir un mosquetón. Idealmente, la persona a la que se prende fuego debe estar desnuda para evitar que la ropa se incendie. Asegúrate de que el pelo esté fuera del alcance de las llamas. Nunca se debe aplicar fuego a la cara o al cuello. Se puede usar una capucha de Kevlar si se desea una protección adicional de la cabeza. Tampoco se debe aplicar fuego a zonas del cuerpo con demasiado vello, porque el vello genera brasas que producen quemaduras, sobre todo si es grueso. Se deben usar áreas con poco o ningún vello, como las nalgas o la espalda. Las personas con piel vellosa deben afeitarse de antemano, preferiblemente el día anterior porque el alcohol puede irritar la piel recién afeitada. Es posible que el vello quemado no vuelva a crecer con el mismo patrón que antes. El juego con fuego debe realizarse lejos de cortinas, sábanas, alfombras, muebles, césped, paja o cualquier otro objeto inflamable. Se debe tener una toalla mojada y un recipiente con agua a mano. La toalla mojada se puede utilizar para apagar un fuego o para refrescar la piel si se calienta demasiado. El agua diluye el alcohol y evita que arda. Es buena idea utilizar una manta a prueba de fuego para poner debajo de la persona de abajo, ya que cualquier manta, sábana o colchón se incendiará si le cae encima el alcohol ardiendo. Sin embargo, algunas mantas ignífugas están pensadas para soldar o apagar un fuego, no para tenderse desnudo sobre ellas. Están hechas de fibra de vidrio, que puede penetrar en la piel y causar irritación. Las mantas ignífugas hechas de lana o Kevlar son las mejores. Aunque menos resistentes al fuego que la fibra de vidrio, pueden resistir al alcohol ardiendo por un cierto período de tiempo. Algunas mantas ignífugas antiguas contienen asbesto, que es extremadamente tóxico y debe evitarse a toda costa. Una solución simple puede ser tenderse sobre una toalla mojada. Una precaución adicional sería tener un extintor de incendios a mano, en caso de que las cosas se salgan de mano y amenacen con incendiar el edificio. Debe ser adecuado para fuegos clase A y B. El extintor de incendios no está destinado a ser utilizado en una persona; en su lugar, se debe usar una toalla mojada o una manta ignífuga. El juego con fuego no se debe practicar a solas. Lo ideal es que haya un top que pueda dedicar toda su atención al fuego, mientras que el bottom disfruta y lidia con los fuertes sentimientos que puede evocar. Agregar una tercera persona, un observador, aumenta la seguridad al añadir ojos y manos adicionales. Nadie debe entrar en pánico. Puede ser peligroso. Los efectos psicológicos de ver fuego en tu piel desnuda deben ser discutidos al negociar la sesión. Si eres completamente nuevo en el juego de fuego, practica con un objeto antes de intentar hacérselo a una persona. Incluso en ese caso, no lo hagas solo y toma todas las precauciones de seguridad. Incluso puedes hacer simulacros de una emergencia en los que utilices la manta ignífuga, la toalla mojada y el extintor. Cosas que vas a necesitar Cosas básicas: alcohol etílico o isopropílico, 60%-70 - se puede diluir con agua para que la llama se extinga antes; recipiente para el combustible - el combustible debe guardarse en un recipiente cerrado, preferiblemente uno que no se derrame o se rompa si se vuelca; un recipiente o taza (cerámica o de metal) para poner una pequeña cantidad de combustible para sumergir la varita de fuego - mejor si tiene una base grande para mayor estabilidad; varitas de fuego: son varillas de metal con una punta de Kevlar (se pueden comprar como palos para tragar fuego o espadas de fuego) o de algodón; que se sumerge en el combustible; bolas de algodón. Elementos de seguridad: manta ignífuga (de lana o kevlar) - para poner debajo de la persona o para usar para sofocar el fuego; toalla húmeda, que es lo primero que se debe usar para apagar el fuego o refrescar la piel; loción para quemaduras con aloe para tratar el enrojecimiento y las quemaduras de primer grado; agua en un vaso u otro recipiente, para apagar el fuego si es necesario; extintor de incendios, en caso de que las cosas se nos vayan de las manos. Juego con fuego básico La forma más básica del juego con fuego consiste en tocar la piel con la punta de la varita de fuego con alcohol ardiendo. Otro juego básico es frotar la piel desnuda con alcohol y prenderle fuego. Una varita de fuego, un palo para tragar fuego o una espada de fuego son varillas de metal con una punta o lámina de Kevlar y un mango de goma. El Kevlar se puede sumergir en alcohol y prenderle fuego. Dado que Kevlar es bastante resistente al fuego, no se quemará con el alcohol. El mango de goma protege la mano de la persona que sujeta la varilla, que puede calentarse. El bottom debe estar desnudo o ponerse ropa sólo lejos de la piel a la que se le va a aplicar el fuego. Pon una pequeña cantidad de alcohol en el tazón o taza. Cierra el contenedor principal. Sumerge la punta de la varita de fuego en combustible. Préndele fuego con el encendedor. Toca la piel desnuda con la punta de la varilla. El fuego debe estar en contacto con la piel durante un máximo de 3 segundos, para evitar quemaduras. No apliques fuego repetidamente en el mismo sitio. A veces, un poco de alcohol permanece ardiendo en la piel, que se puede apagar con la mano. Alternativamente, se puede frotar un poco de alcohol sobre la piel con una bola de algodón. Luego se usa la varilla de fuego para encender el alcohol. Después de uno o dos segundos, se apagan las llamas con la mano. El bottom debe experimentar un calor en la piel. El fuego no debe mantenerse demasiado tiempo sobre la piel, porque el calor puede acumularse rápidamente hasta el punto en que se vuelve intolerable y produce una quemadura. Algo de enrojecimiento en la piel es normal y se puede tratar con loción de aloe. Juego de fuego avanzado La espuma para el pelo se quema lentamente y a fuego lento. White Rain, Salon Selectives, Alberto V05 son marcas que he visto recomendadas para esto. La espuma se utiliza para dibujar figuras en la piel, que luego se prenden fuego. A menudo, el fuego se mueve sobre la espuma en ondas, creando hermosos efectos. Por lo general, el fuego se extingue por sí solo antes de que se consuma toda la espuma, y se puede encender de nuevo. El algodón pólvora o nitrocelulosa se puede cortar en pequeños trozos, que se ponen sobre la piel y se prenden fuego. Se trata de un compuesto altamente inflamable que se quema en un instante sin dejar residuos. Por lo tanto, su efecto es el contrario al de la espuma del pelo: en lugar de quemar suavemente, produce una llamarada rápida. Esto aumenta el peligro de prender fuego a algo, por lo que se requiere precaución adicional. El tambor de fuego consiste en usar dos varillas de fuego para tamborilear sobre la piel. La flagelación con fuego utiliza flageladores hechos de Kevlar, que se sumergen en alcohol y prender fuego. La flagelación se realiza con el bottom de pie o apoyada en algo. En este caso no se utiliza una posición horizontal, ya que las llamas tocan la piel de la espalda sólo durante un breve impacto. La sensación que se produce consiste en agradables destellos de calor. La flagelación con fuego a menudo se realiza de noche o en una habitación con poca luz para poder apreciar el efecto visual. Algunos consideran a las copas de succión como juego de fuego, aunque el fuego solo se usa para calentar las copas y no toca la piel. Aun así, dado que el combustible puede propagarse al cuerpo, se deben tomar las precauciones que se aconsejan aquí. Estas son técnicas avanzadas con las que no estoy familiarizado personalmente. Si puedes, te aconsejo aprender a jugar con fuego participando en un taller organizado por alguna organización BDSM. Hay un folleto escrito por Pyro Passion (en inglés) que se puede descargar como archivo de texto e imprimir. Aquí hay un artículo sobre juegos de fuego y otro (en inglés). Cosas que puedes salir mal El juego de fuego puede parecer bastante simple, pero debe considerarse un juego límite y realizarse tomando las máximas precauciones. Las cosas pueden salir horriblemente mal. Hay una relato en Fetlife.com (en el grupo Fire Floggers and Fire Whips, Fire cupping gone wrong; no es posible el hiperenlace) sobre cómo una sesión con fuego resultó en quemaduras de segundo grado sobre una gran parte del cuerpo. En resumidas cuentas, los principales errores fueron que la bottom estaba atada; el alcohol se acumuló en su cuerpo sin darse cuenta y de repente se incendió, y no tenían una toalla mojada para apagar el fuego. He aquí algunas de las cosas que pueden salir mal, y qué hacer en esos casos: El fuego permanece demasiado tiempo sobre la piel del bottom - El top debe apagarlo con las manos. Si esto no funciona, se debe usar inmediatamente la toalla mojada o el vaso de agua para apagar el fuego. Las prendas del bottom (¡o del top!) se incendian - Apágalas con la toalla mojada. Se incendian muebles, cortinas, sábanas, etc. - Utiliza la toalla mojada o el extintor para apagar el fuego. Accidentalmente se le prende fuego al vaso con combustible. Si el combustible es alcohol, puede apagarse añadiéndole agua o cubriéndolo con la toalla húmeda. Si es gasolina, es mucho más peligroso y puede requerir usar el extintor. El contenedor de combustible se cae, derrama combustible en el piso y se incendia. ¡Por eso hace falta un extintor! Apaga el fuego inmediatamente con él. Los derrames pequeños se pueden apagar con la toalla húmeda, pero no te arriesgues. Los incendios con gasolina son mucho más peligrosos que los incendios con alcohol. El alcohol se esparce o se acumula en el cuerpo del bottom. Límpialo bien con la toalla mojada. El bottom entra en pánico. Puede levantarse y salir corriendo. No pasa nada, excepto que al hacerlo puede volcar el recipiente de combustible e iniciar un fuego. El top debe tener la suficiente presencia de ánimo para apagar cualquier llama antes de ayudar al bottom. Conclusión En resumidas cuentas, el juego con fuego es una actividad BDSM límite que usa una de nuestras emociones más profundas: el miedo a quemarnos. Es visualmente atractivo y emocionante. Las sensaciones físicas que evoca son sorprendentemente agradables. Si se hace con las precauciones adecuadas, puede ser muy divertido. Copyright 2022 Hermes Solenzol.
- Los temas más controvertidos en el BDSM
Juegos de asfixia, depredadores sexuales, problemas mentales, disciplina doméstica y otros temas que se debaten en la cultura BDSM. Las controversias y los debates son buenos. Así es como aprendemos unos de otros y llegamos a un consenso sobre cosas importantes. La mayor parte de la cultura BDSM actual surgió de debates pasados. Sin embargo, aún quedan muchas cuestiones sin resolver. He escrito aquí mi propia lista de doce temas que creo que generan opiniones encontradas. He intentado presentar ambos lados de la manera más justa posible. Por ahora, no voy a expresar mi posición en estos temas. Cada uno de estos temas se merecería su propio artículo. Sin embargo, creo que es bueno enumerarlos a todos para evaluar su importancia relativa. Los que considero que son más controvertidos los he puesto en la parte superior de la lista. 1) Cómo luchar contra los depredadores en la comunidad BDSM Pongo este tema en cabeza de la lista porque me parece tan conflictivo que está destrozando a algunas comunidades BDSM. Fetlife.com, el punto de encuentro en la red de gente kinky de todo el mundo, es acusado rutinariamente de no ser lo suficientemente duro con los depredadores sexuales. Incluso de permitirlos. De silenciar a las víctimas. ¿Es éste un caballo de Troya de las feministas radicales para seguir atacando al BDSM, después de haber sido derrotadas en las Guerras Feministas sobre el Sexo? ¿O es que existen conspiraciones para proteger a ciertas personas poderosas para que puedan seguir aprovechándose de víctimas desprevenidas? ¿Hay personas que han sido acusadas falsamente de violar el consentimiento y ser depredadores? ¿O es la comunidad BDSM demasiado blanda con los depredadores sexuales? 2) ¿Son seguros los juegos de asfixia? Después de meterme en problemas por escribir un artículo sobre esto en Fetlife, yo diría que este es uno de los temas más controvertidos en BDSM en estos días. Los defensores de los juegos de asfixia dicen que son completamente seguros si se hacen de la manera correcta. Inducen a un estado alterado de conciencia muy placentero y diferente al que producen las drogas. La asfixia también aumenta la intensidad del orgasmo. Los que se oponen dicen que los juegos de asfixia son la actividad BDSM más peligrosa. Suponen un peligro de muerte. No existe una forma segura de hacerlos porque es imposible predecir cómo va a reaccionar el sistema cardiovascular. La asfixia repetida puede causar daños cerebrales ocultos. El placer que proporcionan se puede alcanzar por otros medios. No vale la pena correr esos riesgos. 3) ¿SSC o RACK? SSC - seguro, sensato y consensuado - es el antiguo estándar, creado en los 80s para definir los límites entre el BDSM ético y el abuso. Se defiende como los criterios más claros y seguros, los que son más fáciles de explicar a la sociedad. Si las cosas salen mal en una sesión, ¿prefieres explicarle al juez que estabas practicando "seguro, sensato y consensuado" o "perversión consensual consciente del riesgo"? RACK son las siglas en inglés de “risk-aware consensual kink”, que podríamos traducir como prácticas BDSM consensuadas con consciencia del riesgo. Fue propuesta más tarde, en la década de los 90s, por quienes piensan que el BDSM nunca puede ser completamente seguro. Que "sensato y seguro" sirven de excusa para condenar de las prácticas BDSM más extremas. Corresponde a los participantes informarse y decidir qué riesgos están dispuestos a asumir. El consentimiento bien informado debe ser el principal, y quizás el único, criterio ético en el BDSM. 4) ¿Pueden practicar el BDSM personas con problemas mentales? ¿Qué quiere decir exactamente eso de “sensato” en SSC? Normalmente, se entiende que debemos ser conscientes del posible trauma emocional y psicológico que puede causar el BDSM. Pero hay personas que son más vulnerables psicológicamente. Y hay quienes argumentan que no deberían jugar en roles sumisos, porque esto sería intrínsecamente inseguro para ellos. Como mínimo, deberían revelar sus problemas mentales antes de participar en una sesión. También hay quien dice que las personas con problemas mentales no deben jugar como dominantes. Pero, por otro lado, ¿no es discriminatorio y capacitista excluir a las personas neurodivergentes de la comunidad BDSM? ¿Acaso no es prerrogativa de cada cuál decidir lo que es seguro para ellos? Además, hay multitud de enfermedades mentales. De hecho, casi todo el mundo tiene algún problema psicológico. Si comenzamos a juzgar a las personas por eso, terminaremos por excluir precisamente a quienes los aceptan y se tratan con medicamentos o terapia, al tiempo que aceptamos a aquellos que niegan sus problemas mentales. 5) ¿Es el BDSM terapéutico? Muchas personas neurodivergentes que practican BDSM te dirán que, de hecho, BDSM es bueno para ellos y les ayuda a lidiar con sus problemas. El BDSM también puede ayudar con el dolor crónico al enseñar a las personas formas emocionalmente saludables de lidiar con el dolor. Sin embargo, otros se enfurecen ante la idea de que el BDSM puede ser terapéutico. “¡El BDSM no es terapia!”, dicen. Que la terapia la deben practicar sólo psicólogos calificados. Que los dominantes no se deben meter en un campo minado de traumas ocultos. Este tema lleva discutiéndose mucho tiempo. Se llegó a un cierto consenso: “El BDSM no es terapia, pero a veces puede ser terapéutico.” Pero no faltará quien no esté de acuerdo con esto. 6) Consumo de drogas en el BDSM Existe un consenso desde hace tiempo de que no se debe consumir drogas en una sesión BDSM. Las personas dominantes no pueden tomar decisiones seguras si están colocados. Las personas sumisas no pueden dar su pleno consentimiento y usar la palabra de seguridad si están drogadas. Sin embargo, sospecho que hay un poco de hipocresía en esto. Que, en realidad, hay gente que usa drogas en el BDSM. ¿No debería ser esto una decisión más que se puede tomar después de recabar información suficiente? ¿No serían las drogas un riesgo más del que debemos ser conscientes antes de decidir lo que hacer? Estamos empezando a ser conscientes de la desinformación difundida por los gobiernos durante la Guerra contra las Drogas. El presidente norteamericano Richard Nixon impuso una clasificación de la peligrosidad de las drogas basada en criterios políticos, porque no le gustaban "esos hippies". Con ello se destruyó el potencial terapéutico del cannabis y las sustancias psicotrópicas, que estaba siendo investigado en los años 60 y se vuelve a considerar hoy en día. No todas las drogas son iguales. Por un lado, EE. UU. sufre una epidemia de opioides desde hace dos décadas que ha causado cientos de miles de muertes. Sin embargo, la epidemia no fue iniciada por "esos hippies", sino por la codicia de Purdue Pharma y la negligencia profesional de muchos médicos estadounidenses que recetaron su producto, OxyContin, sin antes evaluar su potencial adictivo. Sin embargo, el riesgo de abuso de opioides en la comunidad BDSM es bajo. Por otro lado, la legalización del cannabis en la mayor parte de Estados Unidos nos ha hecho tomar conciencia de que no es tan peligroso como nos decían. El célebre podcaster Dan Savage a menudo recomienda el cannabis para tratar los problemas sexuales. Lo que, sin duda, es más saludable que la tradición de emborracharse para superar las inhibiciones durante las relaciones sexuales. El argumento de que las personas sumisas no deben tomar drogas porque eso les impide dar consentimiento y usar la palabra de seguridad se debilita ante la realidad de que las endorfinas son tan potentes como cualquier opiáceo. Cuando entran en el espacio de sumisión, las personas sumisas se vuelven incapaces de tomar decisiones y usar la palabra de seguridad. Tomar un poco de mariguana para relajarse y superar inhibiciones produce un estado mental mucho menos alterado. Hoy en día, mucha gente toma micro dosis de cannabis y psicotrópicos como los hongos Psilocybe y el LSD en la vida diaria. Por otro lado, las drogas pueden incapacitarte para entrar en el espacio de sumisión. O crear problemas impredecibles al interactuar con él. Es un tema complejo. Pero creo que es hora de abordarlo en conversaciones honestas y libres de prejuicio. 7) ¿Es el BDSM una orientación sexual? Lo políticamente correcto es decir que la homosexualidad es de nacimiento e inmutable. La disforia de género que hace que las personas sean trans o no binarias también se dice que es de nacimiento. O sea, que quienes se sienten atraídos por personas del mismo sexo es porque nacen así. Pero a quienes les gusten los azotes o la sumisión eligieron esos gustos más tarde en la vida. A pesar de que muchos practicantes del BDSM han tenido fantasías de ese tipo en la infancia. Quizás el problema sea que "orientación sexual" son palabras que denotan un cierto privilegio hoy en día. Si el BDSM fuera una orientación sexual, entonces tendríamos el mismo derecho a no ser discriminados que tienen los gais y las lesbianas. Y se tendría que dejar de criminalizar el BDSM, como todavía sucede en algunos países donde el sexo gay ha sido legal desde hace mucho tiempo. 8) ¿Forma la disciplina doméstica parte del BDSM? El spanking y la disciplina doméstica son prácticas que utilizan la obediencia y los castigos dentro del ámbito de la pareja y el hogar. Muchos de quienes lo practican lo consideran distinto al BDSM. No les gusta la ropa fetichista, el mobiliario especial, los implementos y la actitud del BDSM. Visten ropa normal y no van a fiestas pervertidas. Tienen una persona que está a cargo, reglas que deben seguirse y castigos cuando se rompen esas reglas. En particular, quienes que practican la Disciplina Doméstica Cristiana insisten en que no son como “esos pervertidos”. Simplemente siguen la voluntad de Dios, claramente explicada en la Biblia, que ordena que la esposa tenga que obedecer y ser castigada por el marido. Quienes practican el BDSM simplemente se encogen de hombros y dicen: “Tienes fantasías similares a las nuestras, solo que con un estilo diferente. Las bases son las mismas: sumisión y azotes. Pero no pasa nada si quieres sentirte especial. A todos nos pasa”. 9) ¿Son los switches dominantes y sumisos auténticos? Los switches o interruptores son personas a las que les gusta cambiar variar entre los roles dominante y sumiso, o de activo y pasivo. Siempre ha habido una cierta actitud anti-switch en la comunidad BDSM. Algunas personas creen que ser dominante o sumiso es algo esencial a su personalidad, por lo que nunca podrían adoptar el rol opuesto. Lo que me parece bien. Sin embargo, esa idea nos puede llevar a pensar que los switches carecen de esa esencia, por lo que, cuando hacen una sesión como dominantes o sumisos, solo están fingiendo. Por otro lado, hay quienes dicen que vivir el BDSM desde ambos lados permite realmente empatizar con tu pareja y sabes exactamente cómo se siente. Y, para saber cómo usar implementos como varas o un látigos, no hay nada como experimentar las sensaciones que proporcionan. 10) ¿Es el BDSM un juego o un estilo de vida? Éste es un viejo debate de los años 90s que ya parece haberse superado. Sin embargo, las actitudes que lo subyacen aún están presentes en cierta medida. Los que consideran el BDSM su estilo de vida a veces menosprecian a los "jugadores" como poco auténticos. Sienten que ser dominante o sumiso es algo esencial a su personalidad, no un atuendo que se ponen y se quitan. El BDSM es algo que impregna por completo su vida, una actitud que siempre está presente. No tienen roles, no juegan, no hacen sesiones. Los demás vemos el BDSM como un juego. Sesiones que hacemos durante un cierto tiempo para luego volver a nuestros roles igualitarios. Ser dominante o sumiso puede ser algo que sintamos profundamente, pero es un rol que solo adoptamos en los momentos oportunos. Y eso no tiene nada malo. 11) ¿Es el kink diferente del BDSM? Éste es un debate semántico propio del inglés. Sin embargo, como la terminología inglesa acaba por adoptarse o traducirse al castellano, quizás pronto nos enfrentemos con él. Al parecer, todo BDSM es kink, pero no todo kink es BDSM. Pero no está demasiado claro cuáles serían esas actividades “kink” que no son BDSM. Hay quien dice que el sexo anal e incluso el sexo oral son kink. Otros piensan que simplemente solo usar ropa de cuero o de goma es kink. ¿Acaso se ha convertido el BDSM en una moda, en detrimento del auténtico BDSM? 12) ¿Quién tiene realmente el control, la persona sumisa o la dominante? Hay quien dice que la persona sumisa es quien tiene realmente el control de la sesión, porque las negociaciones, los límites y la palabra de seguridad hacen que la sesión escenifique sus fantasías. Otros personas dicen que la persona dominante tiene, y debe tener, el control. Toma las fantasías y los deseos de la persona sumisa y poco a poco los va plegando a su voluntad. También hay quien dice que ambos partícipes están al servicio de la sesión, que es algo hermoso que crean juntos y que termina por envolverlos.
- La Senda del Guerrero: Una filosofía de vida basada en actuar sin Ego
Cómo vivir una vida que vale la pena a través de la acción en vez de la contemplación. El arquetipo del guerrero Por favor, no dejes que la palabra guerrero te produzca rechazo. Aunque sugiere guerra y agresión, el guerrero es un arquetipo que se encuentra en la mayoría de las culturas. En la psicología de Carl Jung, los arquetipos son personajes míticos del subconsciente colectivo. Otros arquetipos son el Mago, la Bruja, el Embaucador, la Madre, la Diosa, el Viejo Sabio, el Demonio y la Muerte. El arquetipo del guerrero aparece con frecuencia en la cultura popular. Por ejemplo, los Jedi de Star Wars son guerreros. También lo encontramos en la serie de televisión de los años 70 Kung Fu, donde Kwai Chang Caine, un monje budista formado en el Monasterio Shaolin, deambula por el Oeste utilizando sus artes marciales para afrontar retos. También hay mujeres guerreras, como la princesa Leia de Star Wars, Yu Shu Lien de Crouching Tiger, Hidden Dragon, Wonder Woman y Ripley en la serie de películas Alien. El Camino del Guerrero está relacionado con el Bushido: el código moral de los samuráis de Japón. También recuerda a los caballeros medievales. Ser un guerrero no es lo mismo que ser un soldado. Un soldado sigue órdenes y forma parte de un ejército. Un guerrero sigue su propio camino de acuerdo con sus propias metas y su propio código moral. Un guerrero no busca la guerra sino la paz. Combate el mal porque causa sufrimiento. Los monjes del Monasterio Shaolin eran guerreros espirituales que inventaron las artes marciales para defenderse de los merodeadores que intentaban robarles. Sin embargo, como monjes budistas, su práctica principal era la iluminación y la compasión. Carlos Castaneda La primera vez que oí hablar de la Senda del Guerrero fue al leer los libros de Carlos Castaneda cuando estaba en la universidad. Castaneda era un estudiante de antropología en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) que decidió hacer una tesis doctoral sobre los brujos en México. Encontró a un chamán yaqui, don Juan Matus, quien lo inició en el uso del peyote, los hongos Psilocybe y la Datura para acceder a una realidad alternativa poblada por poderosas entidades que podrían guiarlo. Pero para utilizar correctamente el conocimiento adquirido mediante el uso de estas drogas, un hechicero debe seguir un estilo de vida disciplinado: la Senda del Guerrero. Esa filosofía de vida estaba imbuida de una sabiduría que me atrajo mucho más que la ida de tomar psicodélicos. Carlos Castaneda convirtió su tesis doctoral en UCLA en un libro que fue un éxito de ventas en todo el mundo: Las enseñanzas de Don Juan. Lo leí varias veces, y luego toda la serie de libros que escribió después de eso. Eventualmente, llegué a la conclusión de que se había inventado buena parte de lo que decía sobre las tradiciones ocultas de los magos mexicanos. Los libros eran entretenidos, pero nada más. Aún así, es innegable que Castaneda fue un magistral creador de mitología y filosofía de vida. Es posible que se inspirara en el Bushido, el Zen, el Estoicismo y otras tradiciones ancestrales para crear su propia versión de la Senda del Guerrero. Si es así, realizó una síntesis muy brillante. Castaneda también parece haber seguido la Senda del Guerrero en su propia vida. Zen Continué mi búsqueda espiritual estudiando otras fuentes de sabiduría. Aprendí yoga, estudié con los siloístas y finalmente me decidí por el Budismo Zen, que practiqué durante 10 años, primero con los discípulos de Taisen Deshimaru, luego con Eido Shimano Roshi y Maezumi Roshi. Eventualmente, me desilusioné con el budismo debido a sus creencias en cosas sobrenaturales como la reencarnación y el Nirvana, y su negación de los placeres de la vida. Necesitaba una filosofía de vida que fuera más realista, que enseñara cómo vivir mi vida equilibrando la búsqueda de la felicidad y el trabajo por el bien común. Una filosofía que acepte el hecho de que la muerte significa mi completa desaparición, y que me muestre cómo enfrentarme a eso. Escalada Lo que de nuevo atrajo mi atención a la Senda del Guerrero fue mi pasión por la escalada. Mis amigos escaladores me recomendaron el libro The Rock Warrior’s Way, de Arno Ilgner, que enseña la actitud mental adecuada para la escalada: la forma de superar el miedo, maximizar el rendimiento y disfrutar de la escalada. Mientras lo leía, me di cuenta de que trata de mucho más que escalar rocas. Enseña una forma de vida que es a la vez disciplinada y feliz. Y lo mejor de todo es que mi querido deporte de la escalada me proporciona una forma simple de entrenar mi mente para seguirlo. Esa filosofía de vida es una síntesis de la Senda del Guerrero de los libros de Castaneda, mezclada con Estoicismo y Budismo Zen, como reconoce el propio Arlo Ilgner. Todo esto realmente me resuena, ya que integra los mejores aspectos de muchas cosas que hae aprendido en la vida. La Senda es el Tao La palabra Senda tiene un significado profundo: según el Taoísmo, es el Tao, la energía que al fluir da forma al mundo. La Senda no tiene destino; existe en sí misma. El Tao fluye equilibrando el Yin y el Yang, lo masculino y lo femenino. Desde el punto de vista personal, la Senda es un camino de descubrimiento y transformación interior. La lucha del guerrero es por mejorarse a sí mismo, aprendiendo y liberándose del Ego. Desde el punto de vista colectivo, debemos darnos cuenta de que hemos heredado una maravillosa civilización creada por los guerreros del pasado: guerreros científicos, guerreros filósofos, guerreros artistas, guerreros líderes de movimientos sociales. Así que tenemos el deber de seguir mejorando el mundo para pasárselo a las generaciones futuras. La Senda del Guerrero alcanza su cúspide cuando la senda personal del guerrero se armoniza con el Camino que fluye en el mundo. ¿'Mindfulness' o atención activa? 'Mindfulness' (mente plena) es una práctica que consiste en dirigir nuestra atención hacia nuestros sentidos de forma relajada, sin prejuicios, apagando nuestro diálogo interno. El mayor beneficio de esta práctica es el desarrollo de la meta-atención: ser consciente de hacia dónde se dirige nuestra atención. Cuando la meta-atención se convierte en un hábito, nos damos cuenta de cómo nuestras emociones conforman nuestra conciencia y así desarrollamos la capacidad de dirigir sutilmente nuestras emociones hacia un estado de control y calma mental. La Senda del Guerrero utiliza los desafíos que nos plantean situaciones de riesgo para desarrollar una forma particular de atención plena basada en la acción en lugar de la contemplación. Esta disciplina surgió de las exigencias de guerreros como los samuráis, que solían enfrentarse en duelos mortales. “[El guerrero] debe actuar con absoluta maestría y calma frente a tremendos peligros mortals. […] Si se aferra demasiado a su propia vida, o es gobernado por su Ego, buscará escapar; su atención vacilará; y será destruido. Paradójicamente, si adopta una postura de asumir el riesgo y aceptar las consecuencias, es mucho más probable que sobreviva.” Arno Ilgner, The Rock Warrior’s Way. No hace falta que el peligro sea extremo. Solo necesita provocar suficiente miedo para desafiar los mecanismos de nuestra atención. Por eso la escalada y las artes marciales son formas perfectas de entrenarnos para convertirnos en guerreros. Estos deportes nos ponen en situaciones en las que el riesgo es real, pero menor de lo que parece. El tener que responder de forma adecuada frente al miedo expone mecanismos de defensa de nuestra mente que nos debilitan y conducen a malos hábitos emocionales. Sin embargo, uno no necesita practicar artes marciales o deportes de riesgo para ser un guerrero. Podemos encontrar nuestra propia Senda del Guerrero en la escritura, la investigación científica, el arte, el activismo político y otras actividades valiosas. “El camino del guerrero es seguir tanto la senda de la espada como la del pincel (pluma).” Miyamoto Musashi, The Book of Five Rings. Somos nuestro peor enemigo. Nuestro Ego, que es la imagen que tenemos de nosotros mismos, controla gran parte de nuestro comportamiento, lo que nos lleva a centrarnos en nuestros logros en lugar de en la tarea que tenemos entre manos. Solo abandonando al Ego podemos entrar en el estado de fluidez mental que necesitamos para ejecutar una acción de forma magistral. Pero lo que realmente importa no es lo que hacemos, sino el estado mental nos que lleva a ello. Mientras que mindfulness es un estado pasivo basado en dejar que las percepciones fluyan sin obstáculos hacia nuestra consciencia, la atención en la Senda del Guerrero se dirige hacia la acción. “En el lenguaje de los guerreros, la forma activa de consciencia se llama atención. La atención es consciencia realzada y enfocada, el dirigir intencionalmente la consciencia.” Arno Ilgner, The Rock Warrior’s Way. Lo que hacemos, cómo nos sentimos, viene determinado por las partes inconscientes de nuestra mente. La Senda del Guerrero no lucha contra el inconsciente. Al contrario, busca fusionar el consciente y el inconsciente a través de acciones impecables. Impecabilidad La impecabilidad consiste en usar la atención para hacer las cosas impecablemente. No actuamos impecablemente para alimentar nuestro Ego, sino para comprobar que hemos alcanzado un buen estado mental en el que no estamos controlados por nuestras emociones o nuestro Ego. Esto tiene un componente ético. El guerrero elige su propio código moral, pero luego tiene que seguirlo practicando la virtud de la integridad. Responde ante sí mismo, asumiendo toda la responsabilidad por las consecuencias de sus actos. La clave está en la motivación. Necesitamos aprender a pasar de una motivación basada en el miedo, la vergüenza y el orgullo a una basada en el amor y la alegría. “El valor que un guerrero debe cultivar no es sólo para superar sus miedos personales, sino el coraje para vivir la vida al máximo, lo que implica correr riesgos. Seguir la senda del guerrero es el más difícil de los caminos espirituales y requiere coraje para practicarlo, ya que también debes vivir la vida en tus propios términos. Esto significa que uno debe luchar contra la preocupación, el miedo, la tristeza, la ansiedad y la depresión cotidianos para vivir con vitalidad y vigor.” Stephan H. Verstappen in A Master’s Guide to The Way of the Warrior. Un camino con corazón La Senda del Guerrero es un camino feliz, un camino con corazón. Necesitamos cambiar nuestra motivación principal del miedo, la vergüenza y el orgullo a una basada en la alegría y el amor. Este no es un proceso fácil. Consiste en usar nuestra intuición para pulir nuestro código moral, nuestro sistema de valores, para que le dé sentido a nuestra vida. Ésta no es una tarea solitaria. Desarrollamos nuestro amor al dar a los demás, ayudándolos a crecer a medida que crecemos nosotros mismos. “Ésta es una pregunta que sólo se hace un viejo. ¿Este camino tiene corazón? Todos los caminos son iguales: no conducen a ninguna parte. Son caminos que van a través del monte, o hacia el interior del monte. En mi propia vida puedo decir que he recorrido senderos muy largos, pero no llegué a ninguna parte. ¿Este camino tiene corazón? Si lo tiene, el camino es bueno; si no es así, no sirve para nada. Ambos caminos no conducen a ninguna parte; pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace que tu viaje sea feliz; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita.” Carlos Castaneda, Las enseñanzas de don Juan. Si encontramos cosas que nos traen alegría cuando las hacemos, valores que apreciamos, personas que amamos, seguimos un camino con corazón. Nuestro paso por la vida estará lleno de sentido. "Para mí sólo hay recorrer caminos que tienen corazón, cualquier camino que tenga corazón. Por ahí yo viajo, y el único reto que vale la pena es recorrerlo hasta el final. Y por ellos viajo, mirando, mirando, sin aliento." Carlos Castaneda, Las enseñanzas de don Juan. Poder personal El poder personal es un concepto que se encuentra en los libros de Carlos Castaneda que puede malinterpretarse fácilmente. Normalmente asociamos el poder con la riqueza, la influencia política y el dominio sobre los demás. Por lo tanto, adquirir poder suena egoísta. Sin embargo, en la Senda del Guerrero, el poder personal significa autoconocimiento, autocontrol y la capacidad de generar una atención y un esfuerzo sostenidos. Significa controlarnos en la búsqueda del autoconocimiento, la actuación impecable y, en definitiva, encontrar el sentido de la vida. “El poder se manifiesta como claridad de pensamiento y decisión en la acción. Es la totalidad de los recursos que aportas a una situación dada, con especial énfasis en el aspecto mental.” Arno Ilgner, The Rock Warrior’s Way. Según Arno Ilgner, acumular poder personal incluye: abandonar el Ego, centrarnos en el proceso y no en la meta, cultivar nuestro amor a la vida, alentar nuestra curiosidad, taponar las fugas de energía, no malgastar energía en cosas sin importancia, entrenar nuestra atención, mantener saludable nuestro cuerpo. El poder personal consiste en una mezcla de fortaleza emocional, estoicismo, resiliencia, sabiduría, buenos hábitos y conocimientos. Paradójicamente, el poder consiste en dar, no en recibir. Eres poderoso cuando puedes dar toda tu energía y atención a lo que estás haciendo. Si, en cambio, te enfocas en la recompensa que recibirás si tienes éxito, o en las consecuencias de tu fracaso, caes en la trampa del Ego. Tu atención ya no está en lo que estás haciendo, con lo que caes en un estado mental que conduce a actos defectuosos. Te haces un lío. Maldices. Buscas excusas. Te aferras a la esperanza. Culpas a los demás. Te avergüenzas de ti mismo. La muerte como consejera Ser conscientes de nuestra mortalidad nos ayuda a centrarnos en lo que realmente importa en la vida. La muerte nos suele aterrorizar y paralizar. Sin embargo, ser conscientes de la certeza de que vamos a morir nos hace tomar consciencia de que no hay tiempo que perder. Tenemos que centrarnos en lo que le da sentido a nuestra vida. Esto agudiza nuestra motivación. ¿Queremos vivir una vida llena de miedo, o una vida llena de amor y alegría? Un camino con corazón no lleva a ninguna parte. A la muerte y al olvido. Su valor reside sólo en que tiene corazón. Abandonar la importancia personal En los libros de Carlos Castaneda, para sobrevivir a un encuentro con las poderosas entidades del mundo de los brujos, el aprendiz tiene que abandonar su importancia personal. Así mismo, según Arno Ilgner, para escalar una vía difícil hay que abandonar el Ego y centrar por completo la atención en ejecutar cada movimiento de forma impecable. “A veces te puedes sentir bastante inútil porque te han moldeado la recompensa y el castigo. Cuando hiciste algo que tus padres consideraban bueno, fuiste recompensado, y cuando hiciste algo que fue considerado malo, fuiste castigado. Tus padres asociaron tu valor a tu habilidad y comportamiento. Luego, a medida que crecías, las expectativas de tus padres crearon el Ego, que asumió la tarea de recompensarte y castigarte. Las expectativas de tus padres fueron complementadas o reemplazadas por las expectativas de tus compañeros, o las expectativas establecidas por un conjunto de creencias que adoptaste sin demasiada crítica. Independientemente de la procedencia de esas expectativas del Ego, el resultado es el mismo: somos esclavos de las influencias externas, en lugar de ser los amos de nuestro estado mental.” Arno Ilgner, The Rock Warrior’s Way. Concibo al Ego como la parte de nuestra mente que surge durante la infancia al interiorizar las instrucciones de nuestros padres y maestros, todo ello promovido por el orgullo y la vergüenza. El orgullo y la vergüenza son dos poderosas emociones que evolucionaron para facilitar el control social y promover la cooperación. Como explica Ilgner, su efecto combinado durante la infancia crea el Ego. Cuando nuestras acciones son impulsadas por el Ego, se convierten en una búsqueda de validación. Tratamos de ganarnos elogios y evitar la vergüenza. Eso nos hace dependientes de influencias externas y vulnerables a la presión social. El Ego persigue la aprobación y teme la vergüenza. Busca conseguir cosas. Cuando es impulsado por el Ego, nuestro diálogo interno es sobre la recompensa que obtendremos si triunfamos, y lo terrible que podrá ser nuestro fracaso. Sólo cuando abandonamos nuestra importancia personal podemos centrarnos por completo en ejecutar nuestra acción de manera impecable. Abandonar al Ego conduce al estado de fluidez ('flow'): un estado de flexibilidad física e intelectual, juguetón y despreocupado, en el que parece que hacemos cosas sin esfuerzo. Según Ilgner, un guerrero abandona el Ego y nutre el Yo Superior en su lugar: “El Yo Superior no es competitivo, defensivo o intrigante, como el Ego. Ve a través de tales estratagemas insignificantes. El Yo Superior obtiene la autoestima no de compararse con los demás, sino de un punto de referencia interno basado en valorar el crecimiento y el aprendizaje.” Arno Ilgner, The Rock Warrior’s Way. La humildad del guerrero no consiste en quedarse atrapado en sus debilidades o en falsas modestias, sino en una lucha constante por cultivar la motivación interna y el poder personal. “La humildad de un guerrero no es la humildad del mendigo. El guerrero no baja la cabeza ante nadie, pero al mismo tiempo, no permite que nadie la baje ante él. El mendigo, en cambio, cae de rodillas a la menor provocación y le barre el suelo a cualquiera que él considere superior; pero al mismo tiempo, exige que alguien más bajo que él le barra el suelo.” Carlos Castaneda. Borrar la historia personal Según Castaneda, borrar nuestra historia personal es otra faceta del Camino del Guerrero. Esto se debe a que nuestro diálogo interna nos recuerda constantemente quiénes somos, especialmente nuestras debilidades. Puede decir 'no lo puedo hacer' o 'lo voy a conseguir', pero ambos mensajes tienen un trasfondo de duda. En el estado de fluidez nos olvidamos de quiénes somos para centrarnos por completo en lo que estamos haciendo. En una acción impecable no cabe dudar de uno mismo, porque en ella no existe uno mismo. Conclusión La Senda del Guerrero es una filosofía de vida más acorde con las exigencias de la cultura moderna que con tradiciones contemplativas como el Budismo o el Taoísmo. Centra nuestra atención en nuestras acciones, por lo que todo lo que hacemos en el trabajo, en el hogar y en nuestra vida social se convierte en un camino de autodescubrimiento y auto-transformación. Las exigencias y el estrés de la vida, en lugar de agotar nuestra energía, se convierten en una fuente de poder interior. Sin embargo, la Senda del Guerrero está vacía. De nosotros depende llenarla con las cosas que vamos aprendiendo. El guerrero elige sus propios valores y sus propios objetivos, que no son inmutables, sino que evolucionan a medida que aprende. En última instancia, la Senda del Guerrero es una búsqueda del sentido de la vida.
- Cómo llegar al espacio de sumisión ("Sub Space")
En el BDSM, el espacio de sumisión es un estado alterado de consciencia que se consigue a través del dolor y la sumisión El espacio de sumisión no es un solo estado mental, sino varios. Las personas varían mucho en su capacidad para entrar en el espacio de sumisión y en el tipo de espacio de sumisión que consiguen. Aunque he escrito bastante sobre los mecanismos neurofisiológicos que producen el espacio de sumisión, todo esto sigue siendo muy especulativo. Por lo tanto, aunque puedo daros algunos consejos sobre cómo entrar en el espacio de sumisión, en última instancia esto depende de cada uno. Debo enfatizar que el factor más importante para determinar el éxito de una sesión es la capacidad del dominante para comunicarse y leer las respuestas del sumisa, y para modificar lo que hace de acuerdo con ello. El intentar aplicar una simple receta no producirá buenos resultados e incluso puede conducir al desastre. De todos modos, vamos a intentarlo. Preparar la sesión Mucho de lo que sucede en una sesión depende del estado de ánimo antes de la sesión, por lo que es bueno comenzar a prepararla con varios días de antelación. Esto puede hacerse como parte de negociar la sesión. Puede consistir en amenazas más o menos explícitas, preguntas exploratorias, recopilación de fantasías y algunos ejercicios de preparación. Abstenerse de la masturbación y la actividad sexual un día antes de una sesión puede ayudar a aumentar la tensión sexual. Cómo empezar Los cuidados previos pueden ser una buena manera de prevenir los bajones después de una sesión. Son parecidos a los cuidados posteriores, sólo que tienen lugar justo antes de una sesión. El dominante debe recordarle a la sumisa la palabra de seguridad, asegurarle que se respetará y decirle palabras de aliento para empezar a crear empatía. Los participantes deben comenzar centrándose completamente el uno en el otro, excluyendo las distracciones. Vendar los ojos a la sumisa puede hacer maravillas para que se concentre en sus sensaciones. El dominante debe hablar con una voz clara, lenta, sensual, segura y profunda para lograr un cierto efecto hipnótico. Luego viene desnudar a la sumisa, lo que la hará consciente de cada parte del cuerpo que queda expuesta y lo vulnerable que eso la vuelve. Se puede agregar un poco de bondage y dejar que la sumisa considere su situación en silencio durante unos minutos. Usando el dolor Aunque no es estrictamente necesario, el dolor es el camino más seguro y más corto hacia el espacio de sumisión. El dolor debe ser sensual y nunca superar la capacidad de la sumisa para procesarlo. Dolor sensual es el que se aplica a zonas erógenas (las nalgas con azotes, los pezones con pinzas, etc.) y estimula la piel, produciendo una sensación de calor. Combinar el dolor con las caricias suele funcionar. Un mecanismo básico en nuestra médula espinal llamado la "puerta del dolor" hace que el tacto elimine el dolor. Por ejemplo, si se da un varazo en el culo y luego se acaricia la piel lesionada, se sentirá como si la mano borrara el dolor. Tanto el dolor como las caricias ayudarán a dirigir la atención de la sumisa a las sensaciones y la conducirán al espacio de sumisión. Si no quieres usar el dolor, caricias continuas por todo el cuerpo desnudo también pueden producir un estado alterado de consciencia. No hace falta que la estimulación sea sexual; eso lo podemos guardar para más adelante. Sin embargo, estimular los pezones libera oxitocina, una hormona que produce vinculación, por lo que ayudará a que la sumisa se identifique con el dominante y fomentará el espacio de sumisión de basado en la serotonina y la dopamina. El subidón de adrenalina Una vez que se ha calentado a la sumisa, se puede aplicar un dolor más intenso, lo que debe hacerse de forma continua. Para llevarla a un espacio de sumisión de adrenalina, se puede animar a la sumisa a que se debata, grite y se queje. Esto fomenta la reacción de lucha/huida, la liberación de adrenalina y los consiguientes aumentos en el ritmo cardíaco y la respiración. Si se usa el impacto, la cadencia de los golpes debe ser regular, continua e implacable, para transmitir el mensaje de que el dominante no va a ceder, que esto puede durar para siempre. Se pude incluso decir esto en voz alta, intentando de provocar miedo con amenazas. Sin embargo, llegará el momento en que la sumisa abandona la lucha. Dejará de retorcerse y gritar, y colgar fláccida de sus ataduras. Puede incluso haber lágrimas y sollozos (¡comprueba si está bien!). Todo esto nos indica que está lista para la siguiente fase. El subidón de endorfinas Con el tipo adecuado de estímulos, el cuerpo tiende a pasar naturalmente del subidón de adrenalina al subidón de endorfinas. Para que eso suceda, la estimulación con dolor debe continuar pero ralentizarse un poco. Algo que suele funcionar es alternar las caricias con golpes fuertes. El dominante debe usar una voz sensual para susurrar palabras de aliento en los oídos de la sumisa. Para ayudarla a incrementar su sumisión, dile lo feliz que te hace que esté soportando todo ese dolor por ti. Quítale el miedo, no conviene en esta fase. Dile que no le va a pasar nada, y luego pégale fuerte. En el subidón de endorfinas, la sumisa va a tener problemas para hablar; si lo hace, será con dificultad y con voz de sueño. Su ritmo cardíaco será bajo no querrá moverse. Ella no sabe lo que quiere, pero si dejas de pegarle te sorprenderá ver que no quiere que pares. Quiere que la sesión dure para siempre. La fase de sumisión Otro tipo de espacio de sumisión es un estado mental de auténtica sumisión y rendición, probablemente mediado por la serotonina y la dopamina. Como dije antes, estimular los pezones puede fomentar esto al liberar oxitocina. Después de pasar por el pico de adrenalina y el subidón de endorfinas, la sumisa deberá estar tranquila y lista para seguir órdenes. Pedir a los sumisos algún servicio (dar un masaje, chupar la polla, comer el coño, etc.) puede ayudar a sacarlos del estado pasivo del subidón de endorfinas para disfrutar de su sumisión con una mente más clara. La fase de sexo Claro que no todas las sesiones necesitan incorporar sexo. Pero, cuando lo hacen, es mejor que tenga lugar al final, ya que tener orgasmos al principio pueden interferir con los otros estados mentales. De todas formas, hay algunas mujeres que se corren con suma facilidad. En ese caso, se pueden usar sus orgasmos para consolidar su espacio de sumisión. En una relación de dominación-sumisión, y no de sadomasoquismo, el sexo debe transmitir a la sumisa la idea de que están siendo utilizada para el placer del dominante. En ese caso, deberá tener orgasmos sólo con permiso o cuando se le ordene tenerlos. Cuidados posteriores Para evitar los bajones de sumisión, toda sesión de BDSM deberá terminar con cuidados posteriores. En primer lugar, se deben eliminar las ataduras y la estimulación. En segundo lugar, es frecuente que la sumisa necesite ser abrigada, especialmente si ha habido un fuerte subidón de adrenalina. El sistema nervioso simpático se activa durante ese pico de adrenalina, lo que hace que al final de la sesión se active el sistema parasimpático. Esto tiene como efecto el cambiar el flujo sanguíneo de la periferia al interior del cuerpo, ralentizando el metabolismo y el ritmo cardíaco, todo lo cual produce frío. Es necesario establecer una conexión emocional, apacible y no demasiado intrusiva. Éste no es el momento de analizar la sesión, sino de ayudar a la sumisa a aterrizar de una experiencia extrema física y mentalmente. Bueno, aquí lo tienes. Ésta es mi opinión sobre cómo llegar al espacio de sumisión. Combina sus diferentes fases como quieras y diviértete.
- Poliamor, feminismo y el Mito del Salvaje Noble
Un examen critico de la idea de que en la prehistoria los seres humanos éramos igualitarios and poliamorosos. Hace mucho, mucho tiempo, vivíamos en tribus en las que había igualdad entre hombres y mujeres, que colaboraban en la recogida y preparación de alimentos y tomaban decisiones en común. Las tribus vivían en paz unas con otras. Todo el mundo podía tener sexo con cualquier otra persona de la tribu. Los hijos se cuidaban en común y a nadie le importaba quién era el padre. ¿Pero era realmente así? O más bien… Hace mucho, mucho tiempo, vivíamos en tribus de cazadores-recolectores en las que los hombres cazaban y las mujeres recolectaban. Como los hombres tenían armas para cazar y era más fuertes, sometían a las mujeres. De hecho, las mujeres eran consideradas propiedad y se las intercambiaban entre las tribus. El secuestro de mujeres y guerras para conseguirlas eran frecuentes. Se mantenía un cuidadoso inventario de quién era hijo de qué padre, y eso era un factor importante en el estatus social y la formación de alianzas. A la primera idea se la ha llamado el Mito del Salvaje Noble en libros como The Blank Slate (La pizarra en blanco) y The Better Angels of Our Nature (Los mejores ángeles de nuestra naturaleza) del psicólogo Steven Pinker, y se remonta a los escritos del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau. El primer párrafo está inspirado en el libro Sex At Dawn (Al principio era el sexo) de Christopher Ryan and Cacilda Jethá. La idea reflejada en el segundo párrafo se llama la visión Hobbesiana, tomando el nombre del filósofo inglés Thomas Hobbes, quien escribió que “la vida en el estado natural era solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”. Versiones más matizadas de la visión Hobbesiana se pueden encontrar en los libros de Steven Pinker citados anteriormente y también en Sapiens, del historiador israelí Yuval Noah Harari. La tesis central de Better Angels, de Pinker, es que vivimos en el periodo más pacífico de la historia de la humanidad, la culminación de un descenso gradual de la violencia desde la prehistoria hasta nuestros días. El segundo párrafo también está inspirado en las descripciones de las tribus de los Yanomamö, que viven es las regiones fronterizas entre Venezuela y Brasil, por el antropólogo Napoleon Chagnon en su libro Mi vida entre dos tribus peligrosas: los Yanomamö y los antropólogos. El debate sobre si nuestros antepasados fueron salvajes nobles o violentos ha tenido lugar durante más de un siglo. Su importancia radica en que aborda cuestiones muy profundas sobre la naturaleza humana. Nuestra especie, el Homo sapiens, existe desde hace 250.000 años. Durante la mayor parte de ese tiempo fuimos cazadores-recolectores y vivimos en tribus. Solo durante los últimos 10.000 años (el 4% de nuestra existencia) hemos practicado la agricultura, domesticado animales y vivido en ciudades. Por lo tanto, nuestros genes fueron moldeados por la evolución durante nuestra época como cazadores-recolectores y no durante nuestra relativamente breve existencia como gente civilizada. Las respuestas a cuestiones como si los hombres tienen una tendencia natural a dominar a las mujeres, si somos naturalmente monógamos o si los celos son inevitables, deben tener esto en cuenta. Implicaciones políticas El que la naturaleza humana sea rousseauniana o hobbesiana tiene profundas implicaciones políticas. Los socialistas prefieren enfatizar que los seres humanos tenemos una inclinación natural hacia la cooperación, porque entonces la solidaridad entre los trabajadores, la asociación en sindicatos y la creación de un estado que refuerce la igualdad seguirían una tendencia humana natural. Por el contrario, los capitalistas prefieren la visión hobbesiana de la naturaleza humana. porque así la búsqueda egoísta de nuestro propio interés y la competencia por los recursos naturales que forman la base de la dinámica del mercado sería solo una extensión de nuestras inclinaciones naturales. La creación de dinero, las transacciones comerciales y las leyes de la economía son formas de racionalizar lo que de otro modo sería una competencia violenta por los recursos (véase Sapiens de Harari). Pero también es necesario señalar una cuestión política relacionada con esto: la terrible historia de violencia, robo y explotación perpetrada por los colonizadores europeos contra los pueblos indígenas de todo el mundo. Lo que demuestra que ser “civilizado” (es decir, habitante de estados industrializados) no implica ningún tipo de superioridad moral sobre ser un “salvaje” (es decir, miembro de tribus de cazadores-recolectores). Sin embargo, por importante que sea, éste no es el tema de este artículo. ¿Somos naturalmente violentos o cooperativos? ¿Quién tiene razón, Rousseau o Hobbes? Irónicamente, trabajos de investigación realizados por economistas revelaron que los seres humanos tomamos decisiones sobre el dinero no basándonos en el cálculo racional, como asume el capitalismo, sino en decisiones emocionales sobre lo que es justo. Muchos de estos experimentos utilizaron una técnica llamada juego del ultimátum. Con ella se demostró la existencia del castigo altruista, que consiste en que alguien está dispuesto castigar a una persona que actúa injustamente aún a costa de perder dinero o de invertir energía, incluso si la injusticia no afecta directamente al castigador. El castigo altruista existe en todas las comunidades humanas y está mediado por hormonas como la oxitocina y la testosterona (la tendencia al castigo altruista es más fuerte en los hombres). Esto demuestra que el castigo altruista es un fenómeno biológico y no cultural. Por lo tanto, la naturaleza humana está orientada hacia la justicia y la cooperación, lo que apoya la idea del Salvaje Noble. Por otro lado, es verdad que los seres humanos somos muy violentos y que los que viven en sociedades tribales son más violentos que los que viven en sociedades civilizadas. Por ejemplo, Chagnon relata cómo los Yanomami viven en un constante estado de guerras entre tribus. El asesinato de hombres y el secuestro de mujeres (lo que conlleva su violación) son muy comunes. También hay violencia dentro de la tribu, a menudo debido a disputas entre hombres por la posesión de una mujer. Las mujeres son golpeadas, incluso asesinadas, por maridos celosos que sospechan que son infieles. Los hombres más poderosos pueden tener varias esposas (poligamia). Los hombres que tienen menos poder pueden compartir una mujer (poliandria) como única forma de acceder al sexo. El biólogo Jared Diamond describe dinámicas similares en las tribus de Nueva Guinea en su libro ¿Por qué es divertido el sexo? Sin embargo, hay una salvedad: tanto los Yanomami como las tribus de Nueva Guinea estudiadas por Diamond no son cazadores-recolectores puros, sino horticultores: cazan pero también consumen frutas y verduras que cultivan en huertos cercanos a sus aldeas. Por tanto, representan un paso intermedio entre los cazadores-recolectores y la agricultura. Esta figura recoge datos sobre la violencia en sociedades no-estatales (barras grises) y estatales (barras azules). Las medidas en las barras son números de muertos por 100,000 habitantes en un año. Junto a cada barra se puede leer el nombre de la tribu, su localización geográfica y el año en el que se tomó la medida. Una figura parecida, junto con las referencias que la respaldan, aparece en el libro Los mejores ángeles de nuestra naturaleza de Steven Pinker. Como se puede ver, el número de muertes violentas en sociedades no-estatales es muy superior incluso al número de muertes en Alemania y Rusia durante el siglo 20, aun cuando estos países sufrieron las dos guerras mundiales y la revolución rusa. El nacimiento del Patriarcado Una idea común dentro del feminismo es que el Patriarcado comenzó con la Revolución Agrícola de hace 10.000 años, porque la necesidad de defender los campos de cultivo, los animales domésticos y las reservas de alimentos llevó al desarrollo de las armas y la creación de ejércitos. Como consecuencia, las mujeres comenzaron a ser consideradas como una posesión más, como la tierra y los animales. Como ahora había tierras y animales que transmitir en herencia, se volvió importante determinar si los posibles herederos eran realmente engendrados por el dueño de esas posesiones. Sin embargo, Chagnon documenta de forma metódica cómo los Yanomami llevan una cuenta exacta de las líneas patriarcales. ¿Quizás porque ya han sido infectados por el virus cultural del Patriarcado? ¿Sería posible que durante los últimos 10.000 años los memes de la monogamia y la posesión de mujeres han alcanzado a todos los cazadores-recolectores que quedan, pero que en la antigüedad todo era diferente? Es difícil saber cómo vivían los seres humanos hace decenas de miles de años, ya que los restos culturales de las sociedades tribales desaparecen rápidamente. Sin embargo, muchos de los huesos humanos de antes de la Revolución Agrícola muestran a menudo signos de violencia, incluso de canibalismo. Según Steven Pinker, esto significa que los humanos primitivos guerreaban con frecuencia y eran más violentos que nosotros. ¿Existía el poliamor en la prehistoria? El poliamor es un fenómeno cultural reciente, por lo que los antropólogos y sexólogos nunca han considerado la cuestión de si los seres humanos somos naturalmente poliamorosos. De hecho, la mayoría de los antropólogos son reacios a considerar el poliamor como una alternativa razonable. Para ellos las únicas opciones son la monogamia (un hombre casado con una mujer) y la poligamia (un hombre casado con varias mujeres), que es lo que encontramos en las culturas modernas. Según Wikipedia, “de las 1.231 sociedades enumeradas en el Atlas Etnográfico de 1980, 186 resultaron ser monógamas; 453 tenían poligamia ocasional; 588 tenían poligamia más frecuente; y 4 tenían poliandria, […] estudios más recientes han encontrado más de 50 sociedades que practican la poliandria”. Sin embargo, el poliamor se diferencia tanto de la poligamia como de la poliandria, porque permite cualquier combinación de géneros, incluidas las relaciones entre personas del mismo sexo. En Al principio era el sexo, Ryan y Jethá proponen que el poliamor no es solo un fenómeno moderno, sino que era lo normal antes de la Revolución Agrícola. Según su visión, en las tribus primitivas el sexo se compartía con tanta frecuencia como la comida, incluso entre personas del mismo género. La paternidad de los hijos no era un problema porque no había propiedades que heredar y toda la tribu criaba a los hijos en común. Como los hombres no poseían mujeres, los celos, las peleas por las mujeres y el abuso de las mujeres eran innecesarios. Esta opinión coincide con el mito del Salvaje Noble. Sin embargo, no es necesario que la violencia y la promiscuidad sexual estén relacionadas. Puede ser que las tribus primitivas fueran violentas y al mismo tiempo promiscuas, y que la monogamia solo se generalizó después de la Revolución Agrícola. ¿Hay otros indicadores sobre si somos naturalmente monógamos o promiscuos? El comportamiento monógamo es mediado por la oxitocina y la vasopresina Hay evidencia de que la monogamia en los mamíferos está determinada genéticamente. Por lo tanto, el que seamos monógamos o poliamorosos no es sólo un fenómeno cultural sino también biológico. Esta evidencia se basa en trabajos de investigación sobre unos pequeños roedores llamados campañoles de pradera (prairie voles en inglés), que son monógamos: se unen de por vida y crían juntos a su prole. Sin embargo, los campañoles de montaña son promiscuos. La diferencia entre las dos especies es el número de receptores de oxitocina en sus cerebros: los campañoles de pradera tienen muchos más receptores que los campañoles de montaña. Usando técnicas transgénicas, los científicos disminuyeron la expresión de los receptores de oxitocina en los cerebros de los campañoles de pradera, y esto los convirtió en promiscuos. Más adelante se realizaron investigaciones sobre la oxitocina y la otra hormona social, la vasopresina, tanto en animales como en humanos. Mientras que el comportamiento monógamo en las mujeres es mediado por la oxitocina, en los machos es mediado tanto por la oxitocina como por la vasopresina, que también induce territorialidad y agresión lúdica. Por lo tanto, parece ser que el que seamos monógamos o promiscuos depende de la cantidad de receptores de oxitocina y vasopresina que tengamos en el cerebro. Chimpancés y bonobos Otra forma de examinar la cuestión de si somos naturalmente monógamos es estudiar a nuestros primos los grandes simios: orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos. Ninguna de estas especies es monógama. Los gorilas son polígamos: un macho custodia un harén de varias hembras. Los orangutanes son bastante raros sexualmente: los machos son solitarios y las hembras escogen aparearse con machos de una cierta edad, que desarrollan placas faciales. Sin embargo, a menudo ocurre que macho joven se aparea a la fuerza con una orangután hembra. Los chimpancés viven en tropas que están organizadas jerárquicamente, con un macho dominante a la cabeza. Cuando una hembra alcanza el estro, el macho dominante se aparea con ella y luego permite los machos aliados con él que tengan acceso a ella (véase Chimpanzee Politics por Frans de Waal). Los bonobos son la especie más interesante desde el punto de vista sexual. A diferencia de los chimpancés, sus tropas están gobernadas por una coalición de hembras que usan el sexo para establecer vínculos afectivos. Las bonobo hembra también tienen relaciones sexuales con los machos y no necesitan estar en celo para aparearse. El sexo es muy frecuente ente los bonobos, porque se usa para crear vínculos afectivos y disipar estrés social. Por ello, los bonobos se han convertido en un ejemplo de poliamor. Su proximidad genética a nuestra especie se ha utilizado como un poderoso argumento a favor de que los humanos seamos naturalmente poliamorosos. De hecho, si la monogamia fuera lo natural, no nos sería tan difícil ser fieles. Por lo visto, nuestro cerebro no tiene la cantidad suficiente de receptores de oxitocina. La monogamia y la igualdad de género son cuestiones distintas Para algunas feministas pro-sexo, la igualdad de género, la no-monogamia y la no-violencia están intrínsecamente unidas; son la naturaleza humana a la que revertiríamos si no fuera por la represión del Patriarcado. Es la versión más moderna del Mito del Salvaje Noble. Es una visión seductora, sin lugar a dudas. Según ella, cuando se comparte sexo entre varias personas y no hay celos, se vuelve innecesario el usar la violencia para controlar a las mujeres y mantener a otros alejados de “nuestra pareja”. Además, cuando un grupo de personas están unidos por el sexo y el amor romántico, no se pueden establecer jerarquías sociales basadas en el poder masculino, como sucede con los bonobos. Entonces, la igualdad de género ocurre de forma natural. Por tanto, el poliamor eliminaría de un plumazo la desigualdad de género, la violencia contra las mujeres y la violencia entre hombres. La culpa de todo la tuvo la Revolución Agrícola, que fue el Pecado Original que dio origen al Patriarcado con todos sus desagradables consecuencias de violencia, desigualdad de género, guerras y celos. Mis conclusiones Estoy de acuerdo con que la práctica generalizada del poliamor nos llevaría a esta sociedad utópica. Mis dudas conciernen a que esto sea el estado natural de la especie humana. Creo que la evidencia indica que las sociedades tribales antes de la Revolución Agrícola eran más violentas y tenían menos igualdad de género que las sociedades civilizadas. Que practicaran o no la promiscuidad sexual es una cuestión aparte. Hay mucho que desconocemos sobre las sociedades primitivas de antes de la Revolución Agrícola. Dados los escasos restos que dejaron, quizás nunca sepamos cómo eran realmente. Ya no quedan tribus no contactadas de cazadores-recolectores, y con ellas ha desaparecido nuestras esperanzas de saber cómo éramos en el pasado lejano. Solo recientemente hemos empezado a darnos cuenta de lo importante que es dejar intactas sus culturas, en lugar de intentar convertirlas al cristianismo y a nuestra otra religión dominante: el consumismo y la industrialización. Otras fuentes de conocimiento sobre la naturaleza humana son los grandes simios, pero la investigación sobre ellos está siendo restringida por los activistas de los derechos de los animales. Quizás nuestra mejor opción para responder a estas preguntas es la investigación en neurociencia comparando el cerebro humano con el cerebro de mamíferos monógamos y no-monógamos. En resumen, éstas son mis conclusiones: La cooperación es la característica básica de la especie humana. Lo hacemos mejor que cualquier otro animal gracias al lenguaje, que es capaz de transmitir una gran cantidad de información no solo en el presente sino a través del tiempo. Sin embargo, también somos violentos. La cooperación no elimina automáticamente la violencia. De hecho, se nos da muy bien cooperar para la violencia y la guerra. Los humanos primitivos eran más violentos de que los de ahora. La civilización y el progreso moral fueron factores clave para disminuir la violencia a lo largo de la historia. La igualdad de género es un logro moderno. Como las sociedades primitivas eran violentas y guerreaban con frecuencia, esto habría establecido estructuras de poder en las que los hombres dominaban a las mujeres. No creo que seamos naturalmente monógamos. Tenemos una gran flexibilidad en nuestra capacidad de tener relaciones sexuales y establecer vínculos afectivos, que son determinados en gran medida por la cultura en la que vivimos. Una de las características más notables de la especie humana es que el sexo ha evolucionado desde una función meramente reproductiva para convertirse en la base de los lazos sociales. Esto explica algunas características misteriosas de la sexualidad humana: la ovulación oculta, la disponibilidad continua de las mujeres para el sexo, la prevalencia del sexo homosexual, la dominación y sumisión sexual, los orgasmos y la menopausia. La evidencia indica que el Mito del Salvaje Noble no es verdad. Tenemos una curiosa tendencia a creer que el pasado fue una época dorada en la que todo era mejor, cuando en realidad es lo contrario: vivimos en el mejor momento posible de la Historia, en términos de falta de violencia, riqueza, disminución de la pobreza, libertad sexual e igualdad de género. Quizás el poliamor es uno más de estos logros modernos y no un regreso a un tipo de relación inscrito en nuestra naturaleza biológica. En cualquier caso, está claro que la monogamia, la exclusividad sexual y los celos no están escritos en nuestros genes, sino en normas culturales que se pueden cambiar. No hay nada en nuestra naturaleza que nos impida hacerlo y convertirlo en el modelo de relación del futuro.
- Mi Sendero Espiritual
Mi búsqueda de autoconocimiento, transformación personal y sentido en la vida Empecé a desarrollar mi filosofía de vida cuando dejé el cristianismo a los 15 años. No fue una decisión fácil. España todavía estaba bajo la dictadura Nacional-Católica del general Franco, mi padre tenía una posición prominente en el gobierno y yo había pasado mi infancia siendo adoctrinado por la organización católica conservadora Opus Dei. A mi filosofía de vida la llamo “trabajo interno”, porque la veo como un proceso activo y continuo de autodescubrimiento y autotransformación. Algunas personas llaman a eso un camino espiritual. Usé eso en el título, pero entiendo “espiritual” como una búsqueda de sentido sin creencias sobrenaturales. Las descarté durante la crisis que me llevó a dejar la religión, comprometiéndome con una visión del mundo basada en la evidencia y la racionalidad. Aún así, sentí una gran atracción por las experiencias místicas. Creí que podría lograr algún tipo de iluminación - Nirvana, Satori - que me abriría los ojos al sentido oculto del universo y, por lo tanto, de mi vida. Comencé practicando yoga cuando estaba en la universidad. Muy pronto tuve mis primeras experiencias místicas: un flujo ascendente de energía dentro de mi cuerpo acompañado de sentimientos de euforia y revelación. Me dejaron confundido, tratando de explicarlos de forma científica. Encontré respuestas en el Siloísmo, una escuela de ideas espirituales y políticas que se desarrolló en Argentina y Chile a partir de las enseñanzas de Gurdjieff, el Budismo, Krishnamurti, Robert Desoille y escuelas espirituales de todo el mundo. Los siloístas son de izquierda. De hecho, muchos de ellos tuvieron que salir de Argentina y Chile y refugiarse en España porque fueron perseguidos por las dictaduras que se habían apoderado de esos países. Era exactamente lo que estaba buscando: humanistas que creyeran en encontrar explicaciones racionales para las experiencias espirituales. Me mostraron que las experiencias místicas que tuve se podían reproducir con un tipo particular de meditación. También me hicieron escribir mi biografía y me mostraron cómo interpretarla. Con ellos aprendí y practiqué la técnica del ensueño dirigido de Desoillé. Su práctica consistía en ejercicios realizados en grupo que me desafiaron física y emocionalmente. Al mismo tiempo, me enseñaron una interesante visión de la conciencia y la mente que sentó las bases para mi aprendizaje de neurociencia. Los desacuerdos con la dirección que estaba tomando el siloísmo me llevaron a abandonarlo y comenzar a practicar el Zen. Me puse en contacto con discípulos del maestro Zen Taisen Deshimaru, quienes se había mudado a Madrid tras la muerte de su maestro. Al poco tiempo, conseguí trabajo en una empresa farmacéutica en París, así que tuve la oportunidad de practicar en el dojo original de Deshimaru en esa ciudad. Luego me vine a los EE. UU. a hacer un posdoctorado en los Institutos Nacionales de Salud, en los suburbios de Washington, DC. Allí seguí practicando Zen bajo la guía de Eido Shimano Roshi. Enseñaba Rinzai Zen, mientras que los discípulos de Deshimaru me enseñaron Soto Zen, así que aprendí de ambas tradiciones. A mi regreso a España, en 1989, me convertí oficialmente en budista Zen. Al mismo tiempo, mi carrera científica me había llevado a convertirme en neurocientífico. No fue un camino fácil. Decepcionado con el mal estado de la ciencia en España, volví a Estados Unidos con un trabajo en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles. Eso no funcionó muy bien y terminé haciéndome profesor de UCLA. Todo el tiempo estuve tratando de comprenderme a mí mismo con la combinación de la neurociencia y la experiencia interna que brinda la meditación zen. En 1991 me casé con dos ceremonias, una judía y otra budista Zen, oficiadas por Mirei Piault, discípula de Deshimaru, con quien había iniciado mi práctica. En Los Ángeles, fui a retiros dirigidos por Maezumi Roshi. Sin embargo, la práctica del Zen estaba perdiendo significado para mí. Continué llamándome budista en el sentido secular propuesto por Stephen Batchelor. En 2016, mientras asistía a una reunión del Mind & Life Institute en San Diego, decidí que mis ideas se habían vuelto demasiado diferentes del budismo para seguir considerándome miembro de esa religión. Varias otras cosas se habían convertido en parte de mi camino espiritual. En 1986, cuando vine por primera vez a EE.UU., descubrí la rica comunidad BDSM. Estaba tratando de comprender algunos oscuros deseos sexuales que había sentido desde mi infancia. Practicar el BDSM y el poliamor fueron fuentes inesperadas de autoconocimiento. Me ayudaron a comprender los traumas de mi niñez ya crecer emocionalmente. Complementaron al Zen para ayudarme a encontrar mi centro de gravedad interior. Hablando de gravedad, otra fuente de crecimiento espiritual para mí ha sido la escalada en roca, un deporte que comencé a practicar en España cuando tenía 18 años. Vivir en California me brindó muchas oportunidades excelentes para desarrollarme como escalador. Junto con otros deportes al aire libre (buceo, esquí, kayak, ciclismo), me puso en contacto con mi miedo y me enseñó la confianza en mí mismo y el amor por la naturaleza. Empecé a escribir en 2010. Bueno, la verdad es que escribí algo antes, pero fue en ese año cuando me enamoré de la novela que estaba escribiendo. Llegaba a casa después de un largo día de trabajo en el laboratorio y me sentaba frente a mi computadora hasta la madrugada, incapaz de separarme de mis personajes. Eran partes de mi subconsciente que cobraban vida para hablar con sus propias voces de cosas que había vivido. Los fines de semana, renunciaba a escalar y bucear para explorar los siguientes pasos en la trama. Me jubilé en 2020, justo cuando comenzaba la pandemia de Covid-19. Todavía hago algo de trabajo científico, pero sólo como voluntario. La mayor parte de mi tiempo lo dedico a desarrollar mi carrera como escritor. Lo que me motiva a escribir es no querer que las cosas que he aprendido a lo largo de mi vida mueran conmigo. Descubrí que escribir ficción es una forma maravillosa de explorar mi mundo interior. Escribir sobre ciencia y filosofía me permite probar y desarrollar mis ideas. Una de las cosas más importantes que aprendí es que no se trata sólo de tener ideas, sino prácticas que involucren a mis emociones y mi cuerpo. No es bueno vivir dentro de nuestras cabezas. La meditación, el yoga, la escalada, el BDSM y el poliamor crearon retos que me hicieron crecer emocionalmente, pusieron a prueba mi autoconocimiento y me sacaron de la autocomplacencia. Solo entrenando en los diferentes niveles del ser es posible lograr una verdadera autotransformación. Para mí, todo comienza a unirse en una comprensión armoniosa del mundo y de mí mismo. No pretendo estar iluminado, pero estoy feliz conmigo mismo y con todo lo que he aprendido. Mi principal desafío en estos días es encontrar los nuevos pasos que quiero dar antes de que inevitablemente me quede sin tiempo y muera.
- ¿Es valioso el saber por sí mismo?
¿Valoramos el saber por sí mismo o sólo por los beneficios que nos aporta? Sistemas de ética y la cuestión del valor intrínseco del saber Últimamente me ha venido intrigando la idea de que los sistemas éticos existentes no responden adecuadamente a la pregunta de si las cosas tienen valor intrínseco. La más importante de estas cosas es el saber. ¿Lo valoramos como un fin o como un medio? Muchas religiones consideran la adquisición de saber como un acto de arrogancia o de apropiación de algo que pertenece a Dios. Así, en el cristianismo el Pecado Original fue comer del Árbol del Conocimiento, lo que parece ser una metáfora de aprender algo que no deberíamos. Más tarde, la Torre de Babel fue considerada como un acto de arrogancia que debía ser castigado confundiendo a los hombres, quitándoles el saber. La deontología no establece ningún deber particular respecto a la adquisición del saber, aunque sí condena mentir sobre algo que ya sabemos. El consecuencialismo, y el utilitarismo en particular, se basan en maximizar la felicidad para el mayor número de personas. Más conocimiento podría o no hacernos más felices. Por ejemplo, saber que somos solo una mota en la inmensidad del cosmos, y que la duración de la especie humana es minúscula en comparación con la extensión del Tiempo Profundo, es más probable que nos lleve a la desesperación que a la felicidad. Entonces, de acuerdo con estos sistemas de ética, no solo el saber no tiene un valor intrínseco, sino que podría no ser bueno. La ética de la virtud se basa en el desarrollo moral de las personas. Para ella, el conocimiento tiene un valor instrumental como vía para alcanzar la sabiduría, la prudencia y otras virtudes. Por lo tanto, considera el conocimiento como un medio, no como un fin. Por lo tanto, si cosas como el saber, una obra de arte o una especie tienen valor en sí mismas, esto parece requerir un nuevo sistema de ética. Habría que comparar su valor intrínseco con el valor que asignamos a la felicidad, la virtud o el cumplimiento del deber. La relevancia práctica de esta pregunta Ésta no es una pregunta vanal. Las sociedades modernas se enfrentan a decisiones prácticas que dependen de si el conocimiento tiene valor intrínseco o no: ¿Es correcto invertir enormes cantidades de dinero en exploración espacial, aceleradores de partículas o experimentos en astrofísica, cuando su aplicación práctica es dudosa? ¿Es correcto utilizar animales para experimentos que solo aumentarían nuestro conocimiento, sin ninguna aplicación práctica clara? ¿Se debe difundir el conocimiento científico a toda la población, a riesgo de que algunos individuos o estados lo utilicen para fines nefastos? El valor práctico frente al valor intrínseco del saber Los beneficios de la civilización moderna no habrían sido posibles sin la gran cantidad de conocimientos acumulados por la ciencia. Existe un general acuerdo de que la inversión en investigación científica se justifica por las innovaciones técnicas que aporta la ciencia. La Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría nos enseñaron que el país con mayor conocimiento científico y tecnológico tendrá la ventaja militar. Por lo tanto, para ser poderoso, un país debe invertir en ciencia. Desde el punto de vista económico, la ciencia trae nuevos inventos que contribuyen a la riqueza de una nación. Por lo tanto, los gobiernos intentan invertir en los aspectos de la ciencia relacionados con la salud pública, el desarrollo económico y el poderío militar. Pero los científicos les advierten constantemente que es imposible saber qué partes de la ciencia contribuirán a nuevos inventos, por lo que tiene que haber inversión en ciencia básica. Sin embargo, cuando dicen eso, los científicos no están siendo completamente honestos. La mayoría de los científicos sentimos que hacemos ciencia porque queremos adquirir conocimiento por sí mismo. Y no son solo los científicos los que se esto. Las ciencias más populares tienen poca o ninguna utilidad: la astrofísica, la física de partículas y la biología evolutiva, por ejemplo. Las imágenes tomadas por las sondas en Marte son realmente asombrosas, pero tienen poca relevancia práctica. Incluso si colonizar Marte no fuera una quimera, hacerlo sería de poco beneficio para los que nos quedáramos aquí en la Tierra. La verdad es que nos inspiran los descubrimientos en estas áreas porque nos llenan de asombro. Muchas personas sienten que la ciencia es algo valioso en sí mismo. Los peligros del saber El conocimiento no sólo no siempre es beneficioso, sino que puede ser francamente peligroso. No hay garantía de que los descubrimientos científicos siempre funcionen para el bien de la humanidad. Hay quien dice que la razón por la que no encontramos otras civilizaciones en las estrellas es porque cada civilización finalmente hace un descubrimiento que la condena a la extinción. Las bombas nucleares son un buen ejemplo: ahora tenemos el poder de destruirnos a nosotros mismos y a gran parte de la vida en la Tierra. La biotecnología está facilitando cada vez más el desarrollo de nuevas enfermedades. Imaginaos si descubrimientos futuros hicieran posible crear un agujero negro que se trague la Tierra. O una nanomáquina (“polvo gris”) que convierte en sí misma todo lo que toca. O una forma de vida que se come toda la biosfera y se convierte en la única especie del planeta. El deseo de saber es una parte esencial del ser humano Y, sin embargo, sentimos en nuestros huesos que aprender sobre el mundo y sobre nosotros mismos es nuestro destino. La ciencia nos ha dado las maravillas tecnológicas que hacen posible nuestras cómodas sociedades pero, lo más importante, nos ha liberado de nuestros miedos ancestrales. Ya no tememos a los relámpagos, al viento o a las olas. Sabemos que son la manifestación de leyes físicas básicas, no de los caprichos de alguna deidad que necesita ser apaciguada. Sí, los fenómenos naturales todavía pueden matarnos, pero saber lo que son nos proporciona control sobre ellos. La historia nos ha enseñado que el saber significa poder, confort y libertad. Pero, profundizando más, somos la primera especie que ha conquistado todo el planeta, y lo hemos hecho porque nuestros gigantescos cerebros nos permitieron entender el mundo. Anhelar el conocimiento está en nuestro ADN. Es lo que nos hace humanos. Yo incluso diría que valorar el conocimiento porque es útil es entenderlo al revés. ¿Y si lo que hace que los seres humanos seamos valiosos es nuestra capacidad de recopilar conocimientos? En nuestra búsqueda interminable de sentido, podemos encontrarlo en el saber. Porque es lo que dejamos cuando nos morimos, para que otros lo disfruten. O quizás porque el saber tiene sentido por sí mismo. Copyright 2021 Hermes Solenzol
- Somos polvo de estrellas - encontrando sentido en el Universo
Cuando contemplo la maravillosa descripción del Universo que ha creado la ciencia, encuentro que está llena de sentido “Sentido” podría definirse como algo más grande que nosotros mismos que le da propósito y dirección a nuestras vidas. El que nuestra vida tenga sentido es uno de los ingredientes de la felicidad, porque para la mayoría de las personas una vida que valga la pena debe tener propósito. Sentido y ética El sentido también es importante como fundamento de la ética. Los sistemas de valores pueden reducirse a unas pocas premisas fundamentales a partir de las cuales un código de ética puede desarrollarse de forma racional. Sin embargo, esas premisas son arbitrarias a menos que puedan referirse a algún otro saber, por ejemplo, ideas sobre lo que significa el ser humano o una descripción del mundo. Por ejemplo, el cristianismo y el islam basan su ética en la voluntad de Dios. Esto se basa en la creencia de que Dios creó el Universo y Su voluntad tiene prioridad sobre cualquier otra cosa. Sin embargo, este sistema de ética se desmorona cuando cuestionamos la fe en Dios, o la moralidad de someternos a la voluntad de un Dios que permite el sufrimiento. Otro ejemplo es el Utilitarismo, un sistema ético basado en maximizar la felicidad y minimizar el sufrimiento. A su vez, esto se basa en la creencia de que ser feliz y evitar el sufrimiento es el objetivo último de nuestra vida. De forma parecida, el Budismo tiene como objetivo final la superación del sufrimiento mediante la comprensión de nuestra naturaleza más íntima. Sin embargo, ser feliz y superar el sufrimiento se me antojan metas más bien miopes, que me dejan preguntándome: ¿no hay nada más en la vida? Nihilismo La creencia de que la vida carece de sentido se llama Nihilismo, que propone que nada tiene sentido. Incluso ser feliz y evitar el sufrimiento son objetivos espurios que, en sí mismos, carecen de sentido. Por lo tanto, establecer una base ética sobre ellos es también inútil. Mucha gente rechaza el Nihilismo porque conduce a una perspectiva cínica de la vida en la que nada de lo que hacemos tiene dirección ni propósito. Ello conduce a un tipo especial de sufrimiento: la angustia existencial. Muchos creen que la ciencia nos presenta una visión del mundo nihilista, ya que no puede encontrarse ningún sentido a los fríos datos que nos aporta sobre el Universo. Encima, la enormidad del espacio y del tiempo que nos revela la ciencia, el poder apabullante de energías y procesos, nos deja sintiéndonos completamente insignificantes. Un ejemplo humorístico de esta perspectiva nihilista y cínica lo vemos en la canción The Universe Song, de Monty Python, que aparece en su película El sentido de la vida. Después de enumerar un montón de números sin sentido sobre el Universo, la canción termina diciendo: "Así que, cuando te sientas inseguro e insignificante, recuerda lo increíblemente improbable que es tu nacimiento. Y reza para que haya vida inteligente en algún lugar en el espacio, porque desde luego no la hay aquí abajo en la Tierra." Monty Python, The Universe Song Existencialismo El Existencialismo dice que el único sitio donde podemos encontrar sentido es en nuestras propias vidas y en las tareas humanas. Es decir, que el sentido se encuentra dentro y no fuera de nosotros. Hoy en día esto se ha convertido en una creencia muy extendida en personas que rechazan la religión y adoptan un sistema de valores basado la racionalidad y la ciencia. Nuestra naturaleza cooperativa, nuestra empatía y nuestro sentido de solidaridad hacen que tenga sentido para nosotros luchar por mejorar la suerte de nuestros semejantes. Entre las ideologías políticas, el socialismo propone que el trabajar en pos de una sociedad igualitaria y libre es el objetivo que da sentido a nuestras vidas. Efectivamente, conseguir una sociedad utópica es un objetivo más grande que nosotros, por lo que puede proporcionar propósito y dirección a nuestras vidas. Problemas con el Existencialismo Sin embargo, concebir la ética exclusivamente en base a la felicidad y el sufrimiento humanos tiene sus problemas. Por ejemplo, consideremos el ecologismo: ¿cuál sería la base ética de proteger el medio ambiente y los ecosistemas? Se podría argumentar que los humanos necesitamos un medio ambiente saludable. Sin embargo, esto no es suficiente, podríamos ser perfectamente felices si se extingue una rara especie de insecto o planta. Y, sin embargo, nuestra intuición nos dice que la extinción de una especie es algo malo que debe evitarse incluso a un costo relativamente alto. Las leyes ambientales de la mayoría de los países desarrollados se basan en ese principio. Otro ejemplo es la ciencia. A menudo se dice que el valor de la investigación científica radica en las curas para enfermedades y otros beneficios materiales que nos proporciona. Si eso fuera cierto, deberíamos dejar de gastar enormes sumas de dinero en enviar sondas para explorar el Sistema Solar o haciendo investigación sobre física de partículas, porque esas empresas no aportan mucho a curar el sufrimiento o hacernos felices. Aunque no nos atrevamos a decirlo en voz alta, los científicos sabemos que hacemos ciencia más para perseguir el saber que sus aplicaciones. La ciencia casi siempre produce cosas buenas y cosas malas: energía nuclear y bombas atómicas; productos farmacéuticos y venenos ambientales; la internet y su capacidad para controlar nuestras mentes; terapia génica y manipulación genética. Por cada bendición hay una maldición. No es de extrañar que haya quien piense que debemos volver a una simple sociedad agraria sin ciencia ni tecnología, o incluso a ser los cazadores-recolectores que éramos antes de la Revolución Agraria. Hay incluso quien dice que el mundo estaría mejor sin ningún ser humano. Lo que defiendo en este artículo es que podemos encontrar sentido no sólo dentro de nosotros, sino también en nuestro exterior, en el mundo y el Universo. Esta idea la baso en conocimientos científicos y no en creencias religiosas. La evolución de todo Si tomamos perspectiva y contemplamos todo lo que ha descubierto la ciencia, veremos que el Universo no es una serie de procesos aleatorios. Al contrario, ha ido evolucionando desde el Big Bang en una dirección definida: un aumento de complejidad y organización. Y esto incluso se puede formalizar científicamente: la cantidad de información que necesitamos para describir el Universo ha ido aumentando con el tiempo. Al principio solo había partículas básicas: fotones, electrones, protones, neutrinos, etc. Cuando el Universo se enfrió lo suficiente, los electrones y protones formaron átomos de hidrógeno. La gravedad hizo que se formaran las estrellas, en cuyo interior el hidrógeno se transforma en helio. Luego, a medida que las estrellas envejecen, el hidrógeno se convierte en carbono y en los otros átomos ligeros de la tabla periódica. Al final de su vida las estrellas explotan en novas y supernovas, y colapsan formando estrellas de neutrones, dando origen a los átomos más pesados. Este polvo de estrellas flotando en el espacio en forma de nébulas da lugar a nuevas estrellas, que ahora tienen planetas a su alrededor donde se dan cita todo ese nuevo zoológico de átomos. En la Tierra, el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno y algunos otros átomos se organizaron para formar moléculas complejas y seres vivientes. Comienza la evolución, creando más y más formas de vida. Si bien es cierto que la evolución no avanza en ninguna dirección en particular, también es cierto que el algoritmo de la mutación genética combinada con la selección natural actúa para llenar cada nicho ecológico, creando seres de todos los tamaños y formas posibles (Stuart Kaufman, At Home in the Universe). Esto genera formas de vida simples, pero también animales grandes y complejos. Uno de ellos es el ser humano. La forma que tuvo el ser humano de ganar el juego de la selección natural fue desarrollar un cerebro grande que nos permite un comportamiento cooperativo basado en la transferencia de información, no solo en el presente sino también a través del tiempo, de generación en generación. Al igual que apareció la vida, la cultura hace acto de presencia como algo completamente nuevo. La ciencia es una forma de cultura, aportando herramientas asombrosas para extraer y organizar información. Así fue como nos convertimos en los ojos por los que el Universo se mira a sí mismo. Entre otras cosas, ahora sabemos que el Sol no es la única estrella con planetas capaces de desarrollar vida. Por lo tanto, el mismo proceso de la evolución terrestre, la búsqueda de nuevas formas y la eventual aparición de inteligencia, podría haber ocurrido en otros planetas. Millones de estrellas jugando a la ruleta de la vida y de la inteligencia. ¿Cuantos ganadores hay? Seguramente un montón. La jerarquía de los seres Cuando examinamos todo este proceso, nos damos cuenta de que está organizado de forma jerárquica. Con ello quiero decir que hay varios niveles discretos de complejidad, cada uno construido sobre el nivel inferior: física, química, biología, neurociencia, psicología, sociología. Tenemos una ciencia diferente para estudiar cada nivel. Esto no es por capricho, sino porque cada nivel tiene sus propias reglas que deben estudiarse por separado y no pueden deducirse de las reglas del nivel inferior (Ray Kurzweil, The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology). A esto se le llama emersión: el hecho de que en un momento determinado aparecen nuevas leyes, que coexisten con las leyes del nivel inferior pero que al tiempo constituyen fenómenos completamente nuevos. Así, las leyes de la química añaden novedad a las leyes de la física de partículas. Y cuando aparece la vida, sigue leyes que son diferentes de las leyes de la química. Y así sucesivamente con las leyes que gobiernan el sistema nervioso y las que gobiernan las interacciones humanas. ¿Qué causa la emersión? Desde un cierto punto de vista, la evolución y otros procesos que crean complejidad y auto-organización son algoritmos: sistemas de procesamiento de información que siguen ciertas reglas de computación para generar un resultado a partir de las condiciones originales (Charles Seife, Decoding the Universe; Seth Lloyd, Programming the Universe). Por ejemplo, el algoritmo de la evolución es: 1. generar mutaciones en el ADN; 2. traducirlos al fenotipo; 3. probar el fenotipo en el medio ambiente; 4. SI muerte, descartar la mutación; 5. SI supervivencia, amplificar la mutación al reproducirse; 6. Volver al paso 1 mientras se produce descendencia. Este algoritmo explora “paisajes” formados por todas las formas posibles de seres vivos, mientras que la selección natural elimina las formas que no se ajustan al entorno (Stuart Kaufman, At Home in the Universe, Investigations). De hecho, este algoritmo es también un producto de la evolución. La mutación no es aleatoria, como se pensaba anteriormente, sino que ha sido perfeccionada por el proceso de selección natural, de modo que algunas partes del ADN son más susceptibles a mutaciones que otras. Además, se crearon mecanismos específicos para generar variación genética, como la transposición de genes (Lynn Helena Caporale, Darwin in the Genome). ¿Un Universo con sentido? ¿Qué tiene que ver todo esto con encontrar el sentido de la vida? Intuitivamente le damos valor a la complejidad y la auto-organización que vemos en los seres vivos. También admiramos la inteligencia y la cultura, que consideramos un nivel superior a la mera vida. El hecho de que el Universo haya evolucionado progresivamente para crear la vida y luego a los seres humanos indica que somos parte de un proceso mucho más grande que nosotros mismos. Este proceso debería ser capaz de inspirarnos reverencia y asombro. Por lo tanto, no sólo podemos encontrar sentido en trabajando para el bien de la Humanidad, que al final no tiene sentido en sí misma, sino que la Humanidad y nosotros mismos tenemos sentido porque somos parte de un proceso más amplio que abarca toda la historia del Universo. ¿Continuará este proceso en el futuro, incluso más allá de la existencia de la Humanidad? Es tentador caer en la herejía de la teleología: el creer que la evolución tiene un objetivo particular, como producir seres humanos, o que el Universo tiene como objetivo producir consciencia o inteligencia. Esta idea ha sido condenada porque los objetivos son algo que tienen los humanos, no materia inanimada. Sin embargo, la agencia (hacer algo para lograr un resultado en particular) podría considerarse una propiedad de los seres vivos. Contemplando el pasado es inevitable concluir que el Universo ha evolucionado en la dirección de una creciente complejidad y auto-organización y que esto ha llevado a la aparición de organismos ricos en información e inteligencia. Transhumanismo De hecho, ahora mismo estamos creando ordenadores que almacenan toda nuestra información cultural al tiempo que generan información en cantidades ingentes. ¿Es ese el siguiente paso de la evolución del Universo? ¿Seguiremos formando parte de este proceso, o nos dejará atrás? El Transhumanismo es una corriente moderna de filosofía que, a partir de esta visión del Cosmos, propone que podemos encontrar sentido en el desarrollo futuro de la especie humana. Confía en que podamos avanzar de la mano de la inteligencia artificial en lugar de ser reemplazados por ella (Ray Kurzweil, The Singularity Is Near: When Humans Transcend Biology). Es posible que podamos hacer eso conectando nuestros cerebros directamente a los ordenadores, quizás eventualmente migrando nuestra consciencia a ellos. Conclusiones No se trata de que el Universo tenga sentido en sí mismo, sino de que seamos capaces de encontrar sentido en nuestras vidas cuando contemplamos cómo el Universo ha ido evolucionando para dar lugar a la consciencia, la inteligencia y la cultura. Somos los seres humanos los que somos capaces de asignar valor y belleza lo que está fuera de nosotros. Cuando miramos una ola al romper, una montaña nevada y un delfín, sabemos que son algo hermoso y valioso. Del mismo modo, cuando vemos cómo las estrellas son capaces de crear átomos y formar nebulosas con ellos, cómo se crean los planetas a partir de esas nebulosas, cómo surgen la vida, los sistemas nerviosos y la consciencia, no podemos evitar sentirnos llenos de admiración y asombro. No existimos independientemente del Cosmos, somos polvo de estrellas que se ha vuelto consciente. Lo que hacemos en nuestras vidas, el destino de la Humanidad, tiene importancia porque es parte de este asombroso juego cósmico. No sabemos a dónde irá el Universo desde aquí, pero de alguna forma sospechamos que el paseo va a valer la pena.
- Amor a la pata coja
La belleza de salir con una amputada Debo confesar que la primera vez que vi su muñón me dio algo de asco. Tenía la piel floja, arrugada, llena de cicatrices. Era blando al tacto y emitía un vago olor enfermizo, quizás por ir enfundado todo el tiempo en la vaina de goma de su pierna ortopédica. De todas formas, hicimos el amor. Y es que Erin, a pesar de tener amputada la pierna izquierda por debajo de la rodilla, es una mujer hermosa y sexy. Tiene el cuerpo esbelto y cimbreado de una adolescente, músculos bien marcados en los brazos, los hombros y la espalda, el vientre plano, los pechos pequeños y deliciosos, y un culo exquisito. Pronto pude comprobar que Erin es una gran experta en los artes eróticos. Su deseo se enciende con facilidad y entonces se abandona completamente a ti, a todo lo que quieras hacerle, abriéndote todo su cuerpo con un entusiasmo fogoso, febril, sin miedos ni traumas. Rodamos en la cama probando todas las posturas, todas las perversiones, nuestros cuerpos desnudos cubiertos en una pátina de sudor que no sabíamos si era suyo o era mío. Le había puesto como condición para nuestra relación una rigurosa honestidad: no aguanto las mentiras, y secretos, los justos. Así que al día siguiente no le quise ocultar lo que había sentido. “Tuve algo de problema con tu muñón”, le confesé. Su respuesta fue completamente inesperada: “¿Y qué te crees? ¿Que yo no? Hace más de veinte años que perdí la pierna y aún no me he acostumbrado a verlo”. Eso me conmovió. Si no me gustaba su muñón yo tenía la opción de dejarla. Pero ella no, ella siempre tendría que hacer el amor levantando en el aire un solo pie, intentando no mirar el muñón, confiando en que al amante de turno no le importara demasiado su cuerpo incompleto. Creo que fue entonces cuando empecé a enamorarme de Erin. Poco a poco, en citas sucesivas, Erin me fue contando su historia. De adolescente siempre le había gustado mucho correr. Se pasaba horas y horas trotando entre los chalets de Burbank, justo al pie de las empinadas montañas de San Gabriel que perfilan el horizonte de Los Ángeles. Corrió varios maratones y ganó algunas medallas. Tenía unas piernas preciosas, fuertes y estilizadas. Cuando le hizo falta algo de dinero se apuntó a exhibirlas en un club de strip-tease, donde tuvo mucho éxito. Tenía veinticinco años cuando ocurrió el desastre. Un día de septiembre, al ponerse el sol, una amiga le pidió que la llevara a su casa en su scooter. El coche salió de la nada en una intersección, haciendo un giro ilegal a la izquierda, y se las llevó por delante. Erin se encontró tirada en mitad de la calle con el pie izquierdo destrozado, escupiendo sus dientes sobre el asfalto. Su amiga salió ilesa del accidente. Estuvo hospitalizada casi hasta navidad. Los médicos hicieron todo lo posible por salvarle el pie, pero no hubo manera. Erin le dijo a su madre que no dejara que le cortaran la pierna, que prefería morirse a no volver a correr. Fue el olor de la gangrena lo que la hizo cambiar de opinión, un olor indescriptiblemente asqueroso, que la acompañaba día y noche hasta hacerla enloquecer, sobre todo a sabiendas que provenía de su propio cuerpo. Un día el médico entró en su cuarto y se quedó mirándola, sin decir nada. “La voy a perder, ¿verdad?”, le dijo Erin. El médico asintió. La cosa no terminó ahí: la pierna cercenada seguía gangrenándose, y los médicos tuvieron que seguir cortando una y otra vez, cada vez más arriba, cada vez más cerca de la rodilla, extirpándole completamente el peroné y dejando sólo un breve trozo de tibia. Para recubrirle el muñón le quitaron piel de la parte delantera de los muslos, donde aún ahora le quedan dos parches blancuzcos de forma rectangular, como remiendos en los pantalones de un pobre. Un día, bromeando, le dije que me recordaba a un espantapájaros, y a partir de entonces empezó a firmar así sus e-mails: “tu espantapájaros”. Erin no tenía dinero para comprarse una pierna ortopédica, así que ella misma se hizo una pata de palo, como la de un pirata, que se ataba al muñón con correas de cuero. Sus compañeros de trabajo le dieron chapas y pegatinas, que ella fue poniendo sobre su pata de palo hasta que la madera quedó completamente recubierta. Ahora tiene una buena pierna ortopédica que la permite andar normalmente. Un día la llevé a la playa y la convencí de correr conmigo por la orilla del mar. Sí, Erin aún puede correr, pero no lo hace porque con el impacto repetido se le puede resquebrajar el plástico de su pierna ortopédica y no tiene dinero suficiente para remplazarla. Nunca me imaginé que iba a acabar con una amante con el cuerpo destrozado. Nunca me imaginé que me iba a gustar tanto. ¿Qué es, en definitiva, la belleza? Hay una belleza fácil, que te entra por los ojos, la que te inculcan las películas, las revistas, los anuncios. La piel suave, impecable; el cuerpo simétrico; los músculos bien formados, recubiertos por esa fina capa de grasa que lima las esquinas del cuerpo femenino. Ese tipo de belleza no es más que un reflejo animal: al final todo se resume en la atracción hacia todo lo que hable de salud, en la repulsión hacia todo signo de enfermedad. Pero hay otro tipo de belleza exclusivo de los seres humanos: la belleza de hacer algo bien, de vivir de forma adecuada. La belleza de una historia que te llega muy adentro. Eso es lo que veo en el cuerpo mutilado de Erin: su historia, el coraje que necesitó para enfrentarse a no poder volver a correr y verse condenada a arrastrar toda la vida una pierna de plástico y metal. Ahora, cuando hacemos el amor le beso las cicatrices, le acaricio el muñón. Ella me dice que es muy sensible, pues todos los nervios que antes iban al pie terminan forzosamente allí. Erin es hermosa, y no sólo por su cuerpo cimbreado de adolescente, por su vientre plano y su culo exquisito. Es hermosa por la pierna que le falta, por los parches rectangulares de piel blancuzca en sus muslos, por sus cicatrices. Esas son cosas que hablan de su historia, de su sufrimiento y de su capacidad para superarlo. De que su buen humor y su sonrisa fácil son sus conquistas, su triunfo sobre la mala suerte. De que posee una fortaleza que pocos de nosotros llegaremos nunca a tener. Escribí este artículo en el 2013, cuando todavía salía con Erin. A ella le encantó y se lo enseñó a todos sus amigos. Erin me dejó en junio de ese año. Poco después, en noviembre, se quitó la vida. Por lo visto, lo que le dijo a su madre en el hospital iba en serio: era demasiado doloroso para ella vivir sin su pierna.
- Cómo enviar libros electrónicos a tu Kindle
Una guía simple a través de las complejas páginas de Amazon Si tienes un Kindle, subir un libro que compras en Amazon se hace de forma automática. El problema viene cuando adquieres el libro en otro sitio y lo quieres leer en el Kindle. Amazon no te lo pone fácil. Requiere que mandes el fichero del libro a una dirección de email asociada a tu Kindle. Pero esto sólo lo podrás hacer desde una dirección de email que previamente has autorizado. Sigue estos pasos. Paso 1: Encontrar la dirección de email de tu Kindle En el ordenador, ve a Amazon.com y haz login en la cuenta asociada a tu Kindle. En la barra de arriba, elige la tercera opción a la derecha: “Cuentas y Listas”. Bajo “Tu Cuenta”, pincha en “Contenido y Dispositivos”. Aparecerá una tercera barra horizontal, color blanco. En ella, pincha en "Preferencias". Ve al final de la pantalla y pincha en "Configuración de Documentos Personales". Pincha en esa opción y verás aparecer una lista de tus Kindles, y también teléfonos y otros dispositivos que tenga la app de Kindle. Junto al nombre de cada Kindle, verás la dirección de email que tienen asociada. Esta dirección se pude cambiar con la opción “Editar”. Paso 2: Autorizar tu dirección de email Un poco más abajo en la misma pantalla, encontrarás la “Lista de direcciones de correo electrónico autorizadas para el envío de documentos personales”. Es posible que esté vacía. Pincha en “Añade una nueva dirección de correo electrónico autorizada” y escribe en la casilla la dirección de email desde donde vas a mandar los libros. Paso 3: Mandar el fichero con el libro a la dirección de email de tu Kindle Desde la dirección de email que has autorizado en el paso 2, escribe un email a la dirección de email de tu Kindle (paso 1). No incluyas sujeto ni texto alguno, sólo adjunta el fichero EPUB o AZW del libro que quieres enviar. Los formatos de libro electrónico (la extensión en el nombre del fichero) que puedes mandar a tu Kindle son AZW y EPUB. Amazon ha descontinuado el formato MOBI, pero aún funciona en Kindles antiguos. Te aconsejo usar EPUB. Puedes usar este mismo sistema para enviar a tu Kindle documentos personales. Sin embargo, Amazon cobra una tarifa de $0.15 por documento enviado. Kindle acepta los siguientes ficheros: PDF, DOC, DOCX, HTML, HTM, RTF, TXT, JPG, JPEG, GIF, PNG, BMP, MOBI, AZW y EPUB. Paso 4: Enciende tu Kindle y espera a que se baje el libro Si esto no ocurre, selecciona “Contenido” en la misma barra donde está “Preferencias”. Allí hay una lista de todos los libros y documentos accesibles en tus Kindles. Si tu libro está allí y no en tu Kindle, es que no se ha enviado al Kindle. Selecciona “Entregar o quitar del dispositivo” y luego la casilla correspondiente a tu Kindle. Si tu libro no está allí, es que no se ha subido a Amazon. Vuelve a repetir los pasos anteriores para ver lo que está mal. Otras formas de subir libros a tu Kindle Estos métodos requieren otras aplicaciones. Usando la Kindle app en tu teléfono https://www.howtogeek.com/798894/how-to-transfer-epub-to-kindle/ Usando Calibre Calibre es una aplicación gratis que permite formatear y organizar todos tus libros electrónicos y documentos. Es imprescindible si eres escritor independiente. https://www.howtogeek.com/539829/how-to-transfer-any-ebook-to-kindle-using-calibre/ Usa este sistema si compras mis libros Mis libros no están a la venta sólo en Amazon. También los publico en Draft2Digital (D2D), Smashwords y Gumroad. Desde D2D y Smashwords, se distribuyen a muchos otros puntos de venta, como Apple, Nook, Kobo, ¡Indigo, Angus & Robertson y Mondadori. Esto contribuye a ampliar el mercado, evitando el creciente monopolio de Amazon. Además, Smashwords y Gumroad me permiten ofrecer códigos de descuento para mis amigos y lectores del blog. Si tienes un Kindle, te aconsejo que compres mis libros en dónde te resulte conveniente. Usa este sistema para subirlos.
- El feminismo anti-porno, la Guerra del Sexo y el nacimiento del feminismo sexo-positivo
Una lucha de medio siglo sobre la pornografía, el sadomasoquismo y el trabajo sexual que aún persiste. En defensa del feminismo Yo soy feminista. Sin embargo, es necesario aclarar que apoyo el Feminismo Sexo-Positivo y me opongo al Feminismo Radical. El feminismo es uno de los movimientos sociales más justos y exitosos de la historia. En su siglo y medio de existencia ha conseguido que las mujeres tengan derecho al voto incorporaron a las mujeres a la fuerza laboral Defendió los derechos de la mujer en el trabajo. les dio acceso a todas las profesiones y al poder político, les otorgó el derecho a controlar su cuerpo, su sexualidad y su reproducción los defendió contra la violencia y el abuso sexual entre otras cosas. Que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres es obvio. Se deriva de los principios básicos de la justicia. También está claro que los hombres se beneficiarán de esa igualdad. Todos podemos ganar con el triunfo del feminismo. La lucha por la igualdad no ha terminado. Queda mucho por hacer, particularmente en los países en vías de desarrollo. Pero reconocer los éxitos del pasado nos trae la esperanza de que podemos conseguir la igualdad, y que lo lograremos pronto. El lado oscuro del feminismo Necesitaba decir todo eso este artículo trata sobre el lado oscuro del feminismo. Nada de lo que diga aquí debe interpretarse como negar que lograr la igualdad entre los sexos es una meta digna e importante. Sin embargo, como en cualquier otra empresa humana, se cometen errores. Las personas, incluso con las mejores intenciones, secuestran movimientos sociales beneficiosos para promover objetivos nefastos. Los años 70 fueron una década interesante, a menudo olvidada en comparación con la enorme energía y los cambios sociales trascendentales de los años 60. Muchos de esos cambios se profundizaron y se consolidaron en los años 70. Pero el amor y la positividad de los 60 se convirtieron en ira y negatividad en los 70. Y eso es lo que le pasó al feminismo. Algunas feministas decidieron que era necesario hacer retroceder la liberación sexual de los años 60, cuando los anticonceptivos empezaron a estar a la disposición de todas, librando a las mujeres del miedo a quedar embarazadas. Ahora podían tener sexo por diversión, tal como lo habían estado haciendo los hombres. Estas feministas académicas advirtieron que la liberación sexual era un mal disfrazado. Ocultaba el hecho de que las mujeres estaban siendo explotadas por los hombres, lo que quedaba de manifiesto en tres cosas: la pornografía, el sadomasoquismo y la prostitución. Debido a que inicialmente se centró en la pornografía, esta forma de feminismo se denominó feminismo anti-porno. Más recientemente, quienes abrazan esta ideología han elegido la etiqueta de Feminismo Radical, a pesar de que a menudo se hayan aliado con las formas más represivas de conservadurismo e intolerancia religiosa. Aunque el feminismo radical no siempre coincide con el feminismo anti-porno, esa es la etiqueta que usaré en este artículo. Al otro lado tenemos el Feminismo Sexo-Positivo. Una mirada a la historia del feminismo en los últimos 50 años nos revela que ha estado dividido entre estos dos campos. Algunos argumentarán que esta división fue un fenómeno exclusivo de la segunda ola del feminismo. Yo solía pensar que sí, pero después de leer artículos y comentarios en contra de la pornografía y el trabajo sexual, llegué a la conclusión de que la Guerra feminista sobre el sexo continúa hoy en día. Incluye guerras contra el coito, la pornografía, el BDSM, el trabajo sexual y las mujeres trans. La guerra contra el coito: ‘la penetración es violación’ La cita "la penetración es una violación" se atribuye a Andrea Dworkin, una famosa feminista radical, en su libro Intercourse. Más tarde negó haber escrito eso, pero usó un lenguaje tan complicado que puede interpretarse de cualquier manera. Pero no importa, porque algunas feministas radicales siguen afirmando hasta el día de hoy que la penetración es una violación. Otras se enredan en nudos retóricos al respecto. ¿De dónde viene esta afirmación tan extrema? Las feministas radicales ven las relaciones sexuales con pene en vagina como un acto de dominación de las mujeres por los hombres. Alternativamente, afirman que son los hombres quienes ven la penetración como un acto de dominación. No importa lo que piensen los hombres, porque no se les da voz en el asunto. Las feministas radicales saben mejor que nadie lo que hay dentro de la cabeza de los hombres. El rechazo al coito comenzó como una crítica a la idea de Freud de que era un signo de sexualidad madura, mientras que el sexo oral y el sexo anal denotaban estar estancados en alguna etapa de la infancia. El psicoanálisis no se basa en observaciones empíricas, por lo que tiene muchas ideas inventadas como esa. Las feministas radicales se aferraron a esto y tomaron la posición opuesta. Para ellas, el único placer políticamente correcto para las mujeres era el del clítoris, ya fuera como masturbación o como sexo oral. Los hombres prefieren la penetración porque les da placer a ellos, no a la mujer. O quizás porque quieren relegar a la mujer a una función reproductiva. Las mujeres que disfrutan follando deben que ser reeducadas en tipos de sexualidad que no sirvan para apaciguar el deseo masculino. La guerra contra la pornografía Las feministas radicales condenan la pornografía argumentando que está al servicio del placer de los hombres e implica la explotación de las mujeres. Para ellos, la actriz porno es una mujer explotada, llevada a realizar este tipo de trabajo por circunstancias sociales que la empobrecen. Argumentan que la sexualidad de las mujeres es tal que si realmente pudieran elegir, las mujeres nunca expondrían sus cuerpos para el placer de los hombres. Por supuesto, los hombres también aparecen en el porno, pero al Feminismo Radical los hombres sólo le preocupan a la hora de atacarlos. En los años 70, la actividad principal del Feminismo Radical fue iniciar campañas para prohibir y castigar la pornografía, aliándose en muchos casos con la derecha más reaccionaria en pos de este objetivo. Estos argumentos en contra de la pornografía han sido superados hoy en día, ya que la actitud de las mujeres sobre ella ha sufrido un cambio profundo. Mientras que en los años 70 las mujeres apenas veían porno, su consumo ha ido en constante aumento. Por lo tanto, ya no es cierto que el porno sea exclusivamente para el placer de los hombres. Aún más sorprendente fue el tremendo aumento de la pornografía amateur realizada por mujeres. Al contrario de lo que afirman las feministas radicales, muchas mujeres son exhibicionistas que disfrutan mostrando su cuerpo y siendo observadas en actos sexuales. En Felife.com, por ejemplo, puedes encontrar miles de fotos de desnudos y vídeos de sexo publicados por mujeres. Recientemente, muchas mujeres jóvenes buscaron monetizar su exhibicionismo publicando sus vídeos en lugares como OnlyFans. Esto ha diluido la frontera entre exhibicionismo y trabajo sexual. Por lo tanto, la pornografía no explota a las mujeres. Puede verse como otra forma en que las mujeres expresan su sexualidad. La guerra contra el sadomasoquismo Para el Feminismo Radical, el sadomasoquismo es la demostración más clara de que la sexualidad masculina está llena de violencia hacia la mujer. Según él, mientras que la mayoría de los hombres reprimen sus instintos violentos, los sadomasoquistas actúan abiertamente sobre ellos. Degradan, maltratan y humillan a sus ‘víctimas’ y, por extensión, a todas las mujeres. Las feministas radicales pasan por alto el hecho de que un número considerable de hombres son masoquistas o sumisos. Por el contrario, muchas mujeres son sádicas o dominantes. Hombres y mujeres también pueden ser alternar entre los roles de dominantes y sumisos. El Feminismo Radical trató de explicar el hecho de que muchas mujeres practican el BDSM con entusiasmo diciendo que han interiorizado la violencia sexual del hombre. También postulan que las mujeres pueden estar recreando la violencia que han sufrido en el pasado. Explican la sumisión masculina como una respuesta de algunos hombres a los sentimientos de culpa generados por su propia violencia sexual. Todo esto apesta a paternalismo y condescendencia. Las feministas radicales presumen de conocer la mente de los practicantes de BDSM mejor que ellos mismos. Estas explicaciones son rechazadas enérgicamente por la comunidad BDSM. La investigación científica muestra que BDSM es saludable y diferente de la violencia. Un estudio mostró que los practicantes de BDSM eran tan saludables mentalmente como la población general. Una encuesta de 975 hombres y 1046 mujeres en los EEUU mostró que más del 30% se había dedicado al spanking, el 20% al bondage y el 13% a latigazos, y que el 8% había asistido a fiestas BDSM. Cada generación descubre el BDSM a través de su propia película. Fue Historia de O en los 70, Nueve Semanas y Media en los 80, Secretaria en los 2000 y 50 Sombras de Grey en los 2010. Con cada uno, la aceptación social de BDSM aumentó constantemente. El sadomasoquismo se ha vuelto tan popular que ha pasado de ser el objetivo más claro de las feministas radicales a ser un tema que prefieren evitar. La guerra contra la prostitución Derrotadas en los frentes del coito, la pornografía y el BDSM, las feministas radicales se centraron en la prostitución. Ven a la prostituta como una mujer explotada que nunca elegiría ese trabajo si no se encontrara en una situación de extrema pobreza o incluso de esclavitud. Han logrado un gran éxitos con su implacable identificación de la prostitución con el tráfico sexual. Sin embargo, la narrativa contra el tráfico sexual es un mito creado para apoyar las leyes contra la prostitución. Nos dice que las mujeres en los países pobres son secuestradas a la fuerza, vendidas por sus familiares o engañadas por un proxeneta, y luego llevadas a un país desarrollado para ser prostituidas. La serie de Netflix Sky Rojo es un buen ejemplo de esta narrativa. Le roba la voz a las trabajadoras sexuales que intentan hablar por sí mismas a través de sus propias organizaciones. La realidad es mucho más compleja y en gran parte desconocida. Casi no existen estudios sobre el porcentaje de prostitutas que son traficadas sexualmente, probablemente porque son suprimidos para que no revelen verdades inconvenientes. El único estudio que pude encontrar fue el de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que muestra que alrededor del 20% de las prostitutas en Europa podrían ser consideradas víctimas de explotación. Pero incluso ese 20% no son las esclavas sexuales que se les supone ser. La realidad subyacente es la de millones de mujeres en países pobres que viven en condiciones tan inseguras y miserables que harían cualquier cosa por emigrar a Europa o Estados Unidos. Una vez aquí, algunas recurren a la prostitución para sobrevivir o para pagar las deudas contraídas para entrar ilegalmente en el país. Claro que hay trata de personas, pero en vez de mujeres secuestradas, se trata de gente dispuesta a gastar todos sus recursos y arriesgar su vida para llegar a nuestros países ricos. Y claro que existe la explotación de la mujer, pero no se limita al sexo. Las mujeres inmigrantes trabajan en condiciones infrahumanas en la industria de la confección, como criadas, limpiadoras, etc. El trabajo sexual sólo resulta diferente en la visión puritana de que existe algo sagrado en el sexo. Deberíamos preocuparnos más por el sistema mundial de injusticia económica que por la narrativa titilante del tráfico sexual. En cualquier caso, la mejor forma de evitar la explotación sexual es despenalizar el trabajo sexual. Esto daría a estas mujeres la misma protección que a cualquier otro trabajador. También ayudaría a identificar y proteger a quienes lo hacen de forma involuntaria. El mayor éxito del feminismo radical contra la prostitución está en el Modelo Nórdico, llamado así porque fue adoptado inicialmente en Suecia, Noruega e Islandia. Más tarde fue recogido por Canadá, Francia, Irlanda e Israel. Consiste en la criminalización de los clientes y no de las propias trabajadoras sexuales. Amnistía Internacional se opone a él. Se considera que este modelo ha tenido éxito porque ha producido una disminución de la prostitución en estos países. Pero, en ese sentido, no es diferente a la prohibición normal como la de los EEUU. Las trabajadoras sexuales argumentan que con este modelo aún se las persigue y se las obliga a realizar actividades de alto riesgo. De forma similar, las leyes SESTA/FOSTA aprobadas en 2018 en los EEUU redujeron sustancialmente la seguridad de las trabajadoras sexuales, al eliminar las formas en que podían contratar a sus clientes por la internet. Hoy en día, las prostitutas se han organizado en muchos países para combatir la actitud paternalista de las feministas radicales. En años posteriores han aparecido muchas formas nuevas de trabajo sexual: escorts, sugar babys, dominatrices profesionales y dominación financiera. Ya no está claro lo que es prostitución y lo que no lo es. La guerra contra las mujeres trans Detrás de todas estas ideas anti-sexo, hay un trasfondo de desprecio por la sexualidad masculina, incluso de odio hacia los hombres. La sexualidad masculina se considera inherentemente dominante y violenta y, por lo tanto, dañina para las mujeres. También hay una pizca de la idea conservadora de que la sexualidad de los hombres debe ser confinada al matrimonio. Cuando la transexualidad pasó a primer plano en la década de 2000, un grupo de feministas radicales declaró que las personas que hacían la transición de hombre a mujer no eran mujeres. Querían excluirlas de los espacios de las mujeres y negarles los beneficios de la legislación sobre los derechos de las personas transgénero. La bloguera Viv Smythe popularizó el término Feminismo Radical Exclusivo de las Trans (TERF), que ha ganado una amplia aceptación. En 2020, el Partido Feminista de España, una organización feminista radical, fue expulsado de Unidas Podemos (que ahora gobierna con los socialistas) por su ideología TERF. La contraofensiva: el nacimiento del Feminismo Sexo-Positivo La oposición al Feminismo Radical comenzó a fines de la década de los 70s y principios de la de los 80s en la costa oeste de los Estados Unidos. La periodista feminista Ellen Willis fue una de las primeras en denunciarlo por su puritanismo, autoritarismo y el ser una amenaza a la libertad de expresión. La polémica se extendió rápidamente. Sin embargo, el Feminismo Radical logró una importante victoria en octubre de 1980. La National Organization for Women (NOW, la organización feminista más importante de EEUU) adoptó su ideología al declarar que los 'Cuatro Grandes' — pedofilia, pornografía, sadomasoquismo y sexo en público— son actos de explotación, violencia, e invasión de la privacidad. Sin embargo, los sadomasoquistas se habían estado organizando. La Sociedad Eulenspiegel de Nueva York apareció en 1971 y la Sociedad de Janus de San Francisco en 1974. Samois era un grupo de lesbianas BDSM que se escindió de la Sociedad de Janus. Incluía al famoso escritor Patrick Califia (entonces Pat Califia). Un grupo de feministas radicales de San Francisco, “Women Against Violence in Pornography and Media” (WAVPM), atacó a Samois y organizó piquetes en su contra. Las lesbianas de Samois no se acobardaron y comenzaron las primeras batallas de la Guerra del Sexo. Durante los años 80, aparecieron nuevas organizaciones BDSM en las principales ciudades estadounidenses: Black Rose en Washington, DC, Threshold en Los Ángeles, y People Exchange Power en Houston. Fue una lucha larga y difícil, que se prolongó durante los años 80s y persiste hasta hoy en día. Las feministas radicales disfrutaron del respaldo de NOW y del apoyo de los departamentos feministas de muchas universidades estadounidenses. Sin embargo, las feministas sexo-positivas tuvieron más éxito en comunicarse con el público en general. Su mensaje estaba más en sintonía con el espíritu estadounidense de libertad. Feministas sexo-positivas como Carol Queen, Susie Bright, Judith Levine y Patrick Califia escribieron libros divertidos y populares, llenos de anécdotas sexys, mientras que los libros de las feministas radicales eran aburridas diatribas en jerga posmoderna. Tiendas como Good Vibrations popularizaron los juguetes sexuales para mujeres. Hoy en día, podcasts como Savage Lovecast promueven una cultura sexo-positiva por todo el mundo. ¿Acabará alguna vez la Guerra del Sexo? La mayoría de los jóvenes de hoy nunca han oído hablar de la Guerra del Sexo y la lucha entre el Feminismo Radical y el Feminismo Sexo-Positivo. Ambos tipos de feminismo comparten muchos objetivos (anticoncepción, derecho al aborto, protección de las mujeres contra la violencia, leyes laborales justas), pero sus diferencias en cuestiones de sexo son tan profundas que bien podríamos hablar de dos feminismos diferentes. Mucha gente apoya a uno mientras se opone rotundamente al otro. Aunque la cultura sexo positiva apareció dentro del feminismo, ahora se ha convertido en un movimiento propio al unirse a movimientos LGTB, organizaciones BDSM y otras formas de sexualidad alternativa. Muchas personas dentro de estos movimientos no pueden coexistir con las feministas radicales. El feminismo radical se está volviendo cada vez más impopular, pero aún avanza en sus objetivos disfrazándose de feminismo normal. Las feministas radicales están en posiciones de poder: en los medios de comunicación, como profesoras de estudios feministas en las universidades, como funcionarias de alto rango en el gobierno. Por ejemplo, en 2018, las trabajadoras sexuales en España intentaron sindicalizarse para defender sus derechos, formando el sindicato OTRAS. El sindicato fue declarado ilegal por Magdalena Valerio, ministra de Trabajo del gobierno interino socialista. Las socialistas españolas del PSOE —actualmente en el poder— han adoptado la ideología 'abolicionista' del Feminismo Radical, que propone la prohibición del trabajo sexual. Las feministas a menudo barren la alfombra sus diferencias con las feministas radicales, lo que obstaculiza el progreso en asuntos sexo positivos. Para evitar la confrontación, se forjan posiciones intermedias. Por ejemplo, se pretende que hay buenos y malos tipos de pornografía. En el coito, ignoran la multiplicidad de orgasmos femeninos y defienden la supremacía del clítoris. Las trabajadoras sexuales son perseguidas por la ley. Las mujeres trans son marginadas. Las feministas radicales no están suavizando su posición, la están endureciendo. Durante un tiempo, su odio por los hombres se mantuvo encubierto como un vago desprecio por la sexualidad masculina. Pero ahora está saliendo a la superficie. Ya no evitan el discurso de odio, como decir que "los hombres son basura" o incluso declarar abiertamente que odian a los hombres. Esperemos que la Guerra del Sexo no se conviertan en una Guerra de los Sexos. Mientras tanto, los conservadores se ríen de la división entre los progresistas y preparan la Segunda Venida de Trump atrayendo el voto delos hombres que no soportan ser despreciados por el Feminismo Radical. El feminismo nunca se trató de que las mujeres lucharan contra hombres, y mucho menos de odiar a los hombres. Se trataba de progresistas, mujeres y hombres, luchando contra el patriarcado. El patriarcado no son los hombres. Es “un sistema social en el que los hombres ostentan el poder primario y predominan en roles de liderazgo político, autoridad moral, privilegio social y control de la propiedad” (Wikipedia). Aunque ese sistema oprime principalmente a las mujeres, a la larga tampoco beneficia a los hombres. Cuando empezamos a identificar el patriarcado con los hombres, los valores fundamentales del feminismo se pierden. En una guerra de la mitad de la humanidad contra la otra mitad, no puede haber ganadores.
- El molino de la meiga - Parte 1
Escena de mi nueva novela El rojo, el facha y el golpe de estado. Lorenzo pasó la vista por el pequeño valle. Tras ellos, las casas del pueblo se apiñaban entre hierbas y maleza. Algunas aún tenían sus tejados, que estaban cubiertos de musgo y liquen. De otras sólo quedaban paredes de piedra encerrando una maraña de zarzas y helechos. Al fondo del valle había densos bosques de robles, hayas y castaños. La ladera que cortaba el camino estaba llena de tojos, punteados por sus brillantes flores amarillas. -La verdad es que a Sabrina no la conozco de nada -dijo Cecilia-. Hablé con ella un par de veces cuando Julio estaba en Santiago haciendo la mili. Luego la conocí en nuestra boda. -Sí, yo también la conocí en vuestra boda. No parece gran cosa. ¡Bueno, tía! Ya que hemos venido hasta aquí, no vamos a echarnos atrás, ¿no? Cecilia se encogió de hombros y se puso en marcha frente a él. Se había puesto unos pantaloncitos cortos color crema que acentuaban sus muslos tostados. El camino había sido de carros un tiempo atrás, pero ahora la maleza se había comido una de las roderas, dejando un sendero individual. En numerosos sitios se apreciaba como las zarzas y los helechos habían sido cortados con una guadaña o un machete. Si no, habrían cerrado completamente el sendero. El aire era húmedo y el sol calentaba. Pronto estuvo sudando. Al cabo de un rato, el camino se curvó alrededor del monte y perdieron de vista al pueblo. El fondo del valle se había elevado gradualmente hasta la altura del camino, y pronto se vieron rodeados de robles y castaños. Cerca de ellos se oía el ruido de un riachuelo precipitándose entre las rocas. Era un rumor tranquilo, mezclado con el arrullo de tórtolas, trinar de pájaros y el ulular ocasional de un búho. Ninguno de los dos se atrevía a romper el silencio. Llegaron a la aldea. Era sólo los muros de unas cinco o seis casas en ruinas. Doblaron una esquina y vieron una que había sido reconstruida, a juzgar por el cemento reciente que unía las piedras de sus muros, justo debajo del tejado de pizarra. La rodearon y se encontraron con una anciana enjuta ocupada en regar unas plantas frente a la casa. Iba vestida de negro a la usanza de las viudas gallegas: falda hasta los pies, chal negro de punto, y un pañuelo cubriéndole el pelo. -Perdone, señora -le dijo él-. Estamos buscando a una chica que se llama Sabrina. ¿Sabe usted dónde podemos encontrarla? La vieja se volvió hacia él. Unos ojos verde oscuro brillaron bajo el negro velo. Su rostro era pálido, sin arrugas. Como por arte de magia, la anciana se había transformado en una joven. Bastante guapa, además. * * * -¡Sabrina! -exclamó Cecilia-. ¿Qué haces vestida así? Sabrina se enderezó, escrutándolos. -¡Ah, Cecilia! Me alegro que hayas venido. Ahora por fin vamos a tener tiempo de conocernos. Hablaba con un melodioso acento gallego. Él le extendió la mano. -Hola, soy Lorenzo, un amigo de Cecilia, Julio y Laura. Nos conocimos en su boda, no sé si te acordarás. Sabrina volvió la mirada hacia él, frunciendo levemente el ceño. -Éste es mi lugar de retiro -le dijo-. Si queréis quedaros, tendréis que seguir mis normas. -Bueno, vale. ¿Cuáles son tus normas? -dijo él. -Para empezar, quitaos la ropa. -¡Pero bueno! ¿Tú de qué vas, Sabrina? -le dijo Cecilia. Sabrina se acercó a Cecilia hasta poner su cara a un palmo de la suya. -Voy de meiga, ¿no te lo han dicho? Cecilia le sostuvo la mirada. -¡Ya, meiga! Y nos querrás hacer el mismo jueguecito que hiciste con Laura en Santiago, la noche de San Juan. Lorenzo se les acercó, pero ellas siguieron mirándose fijamente. -Sí, te pienso follar, como la follé a ella esa noche. Es algo que tengo ganas de hacer desde la primer vez que te vi, haciendo el amor con Julio en la playa de Barra. -¿Y no preferirías follar con Julio, para que te dé una azotaina de esas que tanto te gustan? -No. Por eso no quise que viniera. Quiero mucho a Julio, pero no quiero que traiga ese tipo de energía a este sitio. -¿Y entonces qué tipo de energía quieres que haya? -La de un retiro espiritual. He venido aquí a aprender cosas sobre los rincones más oscuros de mi mente. Vosotros deberíais hacer lo mismo. Si no, será que mejor que os marchéis. -¿Un retiro espiritual? ¿No decías que me querías follar? Algo extraño pasaba entre esas dos. Lo veía en la intensidad con que se miraban, en el énfasis que ponían a todo lo que decían, como si cada frase fuera un desafío. Era como si una corriente de alto voltaje corriera entre ellas. -Las meigas usamos el sexo para aprender cosas y recoger poder personal. Pero tú eso ya lo sabes, porque eres medio bruja. Tienes mucho poder personal. Lo noto. -¿Poder personal? ¿Como en los libros de Carlos Castaneda? -Sí, claro. ¿Los has leído? -Leí Las enseñanzas de don Juan mientras estaba encerrada en el sanatorio. Me pareció interesante, pero no creo que nada de eso sea verdad. -¡Haces bien! Esas cosas no hay que creérselas hasta que las hayamos experimentado. Lorenzo no entendía nada, pero no se atrevía a interrumpirlas. Parecían que hablaban de cosas importantes, demasiado místicas para que él las comprendiera. Sabrina le acarició la mejilla a Cecilia. Llevaba puesto un anillo de metal oscuro, tan grande que abarcaba toda la falange del dedo. No llevaba ninguna piedra preciosa, ni parecía particularmente bonito. Se preguntó si sería un anillo de bruja. -Quédate, Cecilia. Vas a aprender muchas cosas conmigo. Como las aprendieron Julio y Laura. ¿No te lo han contado? -¡Sí, claro que me lo han contado! Laura no quiere ni oír mencionar tu nombre. Sabrina retiró la mano y bajó los ojos. -¡No me extraña! Fue culpa mía, pero yo no podía hacer otra cosa. Me cansé de decirles que se volvieran a Madrid, pero no me hicieron caso. Los honguitos le dijeron lo mismo a Julio, que se iba a ahogar en la mar, pero él siguió por ese camino. ¡Menos mal que salieron vivos! Ellos también tienen mucho poder personal. -¿Pero de qué demonios estáis hablando? -exclamó él finalmente-. ¿Qué honguitos? ¿Qué coño es el poder personal? Nosotros sólo queremos que nos pongas en contacto con los contrabandistas. -Vas a cometer el mismo error que Julio y Laura -dijo Sabrina volviéndose hacia él-. Te quieres adentrar por un camino peligroso, sin saber a dónde te va a llevar. Yo, desde luego, no os pienso decir nada sobre los contrabandistas hasta ver si estáis preparados. -¿Y cómo vas a saber si estamos preparados? -dijo Cecilia. -Lo sabréis vosotros, si os quedáis aquí y hacéis lo que yo os diga. Haremos un ritual para que los honguitos os guíen sobre lo que debéis hacer en el futuro. -Ya, las setas alucinógenos que le diste a Julio y Laura… Pues no veo que a ellos les sirvieran de mucho. -¡Pues claro que les sirvieron! A Julio le avisaron que corría peligro de ahogarse. Y también le dijeron cómo encontrarte. -¡Qué dices! -dijo él-. Julio no lo supo hasta que se lo dijo Beatriz. -Bueno… Julio me dijo que vio a Beatriz en una visión que tuvo cuando se tomó los hongos -ponderó Cecilia-. Y, por lo visto, ya también me le aparecí en esa visión. Le dije dónde estaba: en Grijalba. Pero él no consiguió recordar ese nombre hasta que se lo dijo Beatriz. Entonces supo que era verdad. Sabrina volvió a mirarla a los ojos. -¿Lo ves? Sabes que te estoy diciendo la verdad. Los honguitos te lo confirmarán. -¿Entonces, si no aceptamos tomarlos, no nos vas a poner en contacto con los contrabandistas? -dijo Cecilia. -Éste es un sitio mágico donde se viene a aprender. Siempre he sabido que un día vendrías aquí, Cecilia, y así lo has hecho. Pero ahora debes de tomar una decisión importante: ¿quieres aprender sobre lo que hay en tu mente y liberarte de tus cadenas internas, o no? Si lo haces, sabré que puedo confiar en ti y te diré lo que quieres saber. -Pero es que no hemos venido aquí para eso. Vine sólo para ayudar a mi amigo Lorenzo con su trabajo. -Pues si Lorenzo quiere que lo ayude, tendrá que hacer lo mismo. Si quieres, puedes marcharte y dejarlo aquí para que yo le enseñe. ¡Por favor, Cecilia, no me dejes aquí con esta bruja! -He venido aquí con él y no lo pienso abandonar ahora. -Cecilia se volvió hacia él-. Es tu decisión, Lorenzo. ¿Nos quedamos o nos vamos? -Pues ya que hemos montado toda la movida de venir hasta aquí, no nos vamos a rajar ahora, ¿no? -Pues entonces, denudaos. -¿Y por qué tenemos que desnudarnos? -preguntó él-. ¿Qué coño vamos a hacer? ¿Una orgía, o algo así? ¿O es que tiene que ser una sorpresa? -¡Tranquilízate, chaval! -le dijo Sabrina-. Déjate llevar. Quiero que me demostréis vuestro compromiso con el aprendizaje. Que os volváis vulnerables a él. Desnúdate, para que este sitio mágico se te meta por la piel. -Lo que quiere es verme en pelotas porque la pongo cachonda, ¿no lo ves? -dijo Cecilia con la mirada clavada en Sabrina-. ¡Pues nada! ¡Aquí me tienes! Sin apartar la mirada de Sabrina, Cecilia se desabrochó los short y los dejó caer al suelo. También se bajó las bragas. Sabrina dio un paso atrás. Cecilia se sacó los pantalones y las bragas de los pies. Se sentó en el suelo para quitarse los tenis y los calcetines. -No te burles de esto, Cecilia. Es muy serio, ya lo verás. Saldréis de aquí transformados. -Yo todo me lo tomo muy en serio -Cecilia se sacó la camiseta por la cabeza-. Y cuanto más en serio me lo tomo, más me burlo. A fin de cuentas, todo es una gigantesca broma cósmica. ¿O no? -Bueno, eso ya lo veremos. Sabrina se dio la vuelta y desapareció por unas escaleras que bajaban hacia la huerta y el riachuelo. Cecilia se quitó el sujetador, la última prenda que le quedaba, y lo dejó caer sobre el montón de ropa a sus pies. Estaba preciosa, desnuda al sol. -Enróllate, Lorenzo -le dijo Cecilia-. ¿Qué nos va a hacer? Somos dos contra una, y sabemos artes marciales. -Ya, pero esta tipa es una bruja. -La brujería no existe, Lorenzo. -¿Ah, no? Pues hace un momento bien que te vendió la moto hablándote de las visiones que había tenido Julio y todas las movidas esas… -Son hongos alucinógenos, tío. Desde que Julio y Laura me contaron sus experiencias, tengo ganas de tomarlos. Pero, por lo que he leído, no basta con comértelos. Hace falta un ambiente y una preparación adecuados. Sabrina parece ser un buen guía, así que, si hace falta quedarse en pelotas, yo me desnudo. Te aconsejo que hagas lo mismo. -Pues yo no sé si me voy a tomar la mierda esa de setas… Resignado, se sentó en el suelo y se puso a desatarse las cletas. Cuando volvió Sabrina, ya estaba desnudo. Ella traía saco, en el que metió su ropa y la de Cecilia. Lo ató con una cuerda, murmurando una especie de conjuro. -Esperadme aquí -dijo Sabrina, y se volvió a ir con el saco. -¡Estupendo! Ahora no nos podremos pirar hasta que nos devuelva la ropa y los zapatos. ¿A ti todo esto te parece normal? -De momento, me gusta este juego. Y a ti también, por lo que veo. Cecilia señaló con el mentón a su polla, que se había puesto en atención. Se preguntó si sería por verla desnuda o por estar desnudo él mismo. O quizás por la comedura de tarro que les estaba haciendo Sabrina. Cuando volvió, Sabrina se había quitado el velo y el chal. Tenía una bonita melena dorada y lacia. Le sonrió a Cecilia. -¡Estás tan buena como decía Julio! Y tu amigo tampoco está mal. Un pelín esmirriado. Lo dijo con aire desenfadado, muy distinto del tono portentoso con el que hablaba antes. -Se llama Lorenzo. Y está cachas. ¡Tendrías que verlo escalar! Sabrina se encogió de hombros. -Venid que os enseñe la finca. Siguieron a Sabrina, bajando los peldaños de piedra de la escalera hasta el huerto y un pequeño prado junto al arroyo. Atado a un árbol con una larga cuerda de cáñamo, había un burro gris con el hocico y el vientre blancos. Sabrina se acercó a él y lo acarició detrás de las orejas. -Éste es Faixiño. ¿A que es riquiño? Me ayuda a subir comida desde el pueblo. Un ala de la casa estaba construida sobre el arroyo. Sabrina les hizo entrar a un amplio recinto con paredes y suelo de piedra. En él, el arroyo se precipitaba en una cascada dentro de un canal de piedra. Sabrina se quitó los zuecos de madera que calzaba y los dejó junto a la puerta. -¿Siempre entras a la casa por aquí? -le preguntó él. -Sí, antes había otra puerta en el piso de arriba, pero la tapiamos para evitar que se meta nadie. Esto era antes un muiño, donde se molían el maíz y los cereales. El arroyo que pasa por el pueblo no tiene suficiente fuerza para mover la piedra de un molino, así que la gente tenía que subir hasta aquí para moler su grano. El agua movía unas palas que hacían girar esta piedra. Sabrina apuntó con un pie a una gran rueda de granito que había en el suelo. -Yo ahora lo uso como cuarto de baño. Este cubo es para hacer mis necesidades. El pipí va al río y la caca a la huerta, como abono. Con este otro cubo saco agua del río para lavarme. Os podéis lavar los pies con él. Eran dos cubos de madera con cuerdas en el asa. Sabrina tiró uno al arroyo para coger agua. Lorenzo metió un pie en él. -Está fría. En invierno estará helada. -¡No, hombre! En invierno me voy a estudiar a Santiago. Aquí sólo vivo en verano. A veces vengo un día los fines de semana a cuidar mis honguitos. Venid a que os los enseñe. Cuando acabaron de quitarse el barro de los pies, Cecilia y él la siguieron a través de una puerta a un sótano sin ventanas. Sabrina cogió una linterna que había al lado de la puerta y la encendió. -Aquí no hay electricidad ni agua corriente, por eso me viene bien el arroyo. El agua es potable, ya que no hay casas más arriba. A lo largo de las paredes había varios maceteros alargados con pequeñas setas creciendo en ellos. Sabrina les fue señalando las distintas variedades. -Estos son Psylocibe cubensis, los hongos mágicos normales. Ésta variedad es mi favorita, el Maestro Dorado. Estos son más potentes, los Psylocibe semilanceata. Estos son los mejicanos… los traje de Estados Unidos. -¿Has ido a Estados Unidos? -le preguntó Cecilia. -Sí, el verano pasado. Fui a Los Ángeles, buscando a Carlos Castaneda. -¡A Carlos Castaneda! ¿Y lo encontraste? -dijo Cecilia, excitada. -Sí, claro… ¡Pero, mira! ¿No tenéis hambre? Ayer hice una fabada riquísima. La iba a calentar para el almuerzo. -¡Fabada, qué rica! -dijo él-. La verdad es que el paseo me ha dado gazuza. -Pues entonces vamos para arriba. Seguidme. * * * La siguieron escaleras arriba hasta una trampilla que daba a la parte principal de la casa. Era una única habitación, con una gran cocina de hierro en el centro y una mesa con tres sillas desparejas. Ventanas en todas las paredes dejaban entrar la luz del sol. La cama era una plataforma de madera junto a la pared con un colchón de matrimonio y un edredón. Enroscado encima había un gato enrome, gris atigrado, que bostezó cuando los vio entrar, pero no se movió. -¡Ay, tienes un gato! -dijo Cecilia-. ¿Lo puedo acariciar? -Mejor déjalo estar. Lo llamo Silvestre, porque es asilvestrado. Apareció por aquí un día y lo dejé entrar en casa para que corriera a los ratones. En unos días desaparecieron todos, así que le doy de comer para que se quede. Pero no le gusta que lo toquen. Ya me llevé algún zarpazo. Lorenzo se acordó de su gato Lenin. Esperó que estuviera bien. Les había encargado a los vecinos que le dieran de comer y le limpiaran su caja. De las vigas sobre la cocina colgaban un jamón, un lacón, chorizos y morcillas. Todo alrededor de la habitación, las paredes estaban cubiertas de manojos de hierbas, setas secas y otras cosas que no supo identificar. Cecilia se acercó a verlas. -¿Qué son? ¿Sapos resecos? -Sí. Hay sapos que tienen psicodélicos en la piel. Creí que podría encontrar alguno en Galicia, pero hasta ahora he probado varias especies y no he dado con ninguno. -¿Te los comes? -preguntó él-. ¿No tienes miedo a envenenarte? -Voy con cuidado. Vaporizo la piel o hago pomadas para untármelas. Hasta ahora, no he visto ningún efecto, ni bueno ni malo. Sabrina abrió una de las compuertas de la cocina de hierro. Dentro brillaban unas brasas. Echó dentro un par de troncos de una pila de madera que había al lado de la cocina. Luego movió un pesado pote de barro sobre uno de los fogones. -¡Cuéntame sobre Carlos Castaneda! -dijo Cecilia-. ¡Me muero de curiosidad! Se sentaron en torno a la mesa. Sabrina trajo un botijo y sirvió tres vasos de agua. -¡Bueno, pues nada! Estuve preguntando en la Universidad de California en Los Ángeles… UCLA, la llaman allí. Al final, di con él. Al principio no quiso hacerme mucho caso… Tuve que usar mis artes de seductora. -¡No me digas que te acostase con Carlos Castaneda! -Bueno, puede que me acostara con él, puede que no. Esas cosas no se cuentan. El caso es que me llevó al desierto, a un sitio que llaman Joshua Tree por unos árboles muy raros que hay. Son como yucas pero mucho más altos, con los troncos retorcidos. También hay montañas y enormes bloques de rocas. Es un sitio tan lleno de misterio como el desierto de Sonora donde Carlos Castaneda tuvo sus aventuras. Bueno, pues allí conocí a Mezcalito. -¿Quién es Mezcalito? -preguntó él. -No es una persona. Quiere decir que Carlos Castaneda le dio peyote, un cactus alucinógeno -le explicó Cecilia. -Mezcalito es una entidad que habita en el peyote. Cuando lo tomas, te encuentras con él. -¿Y qué te enseñó Mezcalito? -dijo Cecilia. -¡Ay, muchas cosas! Me explicó el significado de mi relación con Julio. Julio fue quien abrió mi sexualidad, mi primera fuente de poder personal de. A base de azotainas, me enseñó a hacerme vulnerable y a no temer al dolor. De hecho, el dolor es una gran fuente de poder personal. Pero Mezcalito me hizo comprender que esa etapa ya había terminado. Que tenía que dejar a Julio atrás si quería seguir el camino del guerrero. -¿Sí? ¿Entonces, por qué te volviste a acostar con él cuando te encontraste con Laura y con él en Santiago? -dijo Cecilia. -No fue por acostarme con él. Lo hice por Laura. La vi en un estado muy delicado. ¡Pobriña! Estaba sufriendo mucho por haberte perdido, y luego encima perder al hijo que esperabais. Y ella y yo teníamos un tema pendiente que había que terminar. Así que hice el amor con ella… ¡Y, claro, a Julio no lo iba a echar de la cama! -¿Y qué tema tenías pendiente con Laura? -dijo Cecilia. -Cuando la conocí, había una gran corriente de energía entre nosotras, pero ella la cortó enseguida. Esa noche de San Juan conseguí reestablecerla, y con eso aumentar mi poder personal. Laura también. Salió del estado de depresión en que estaba y encontró su centro de gravedad. Si no, no hubiera salido viva de su aventura. -Laura te culpa a ti de lo que les pasó -dijo él-. Dice que tú los traicionaste. -Yo sólo les dije dónde encontrar a Fandiño y al padre de Cecilia, que es lo que ellos querían saber. Como tú ahora, que me vienes preguntando cómo contactar con los contrabandistas. Si te lo digo y te matan, ¿acaso voy a tener yo la culpa? ¡Entonces mejor que no te diga nada! -Lo siento, Sabrina, pero yo no creo en corrientes de energía, ni nada de eso -dijo Cecilia-. Soy científica. -¿Y qué te piensas, que yo no lo soy? Este curso acabo la carrera de farmacia. Y luego voy a hacer una tesis doctoral sobre plantas medicinales de Galicia. Ya tengo un catedrático que me la va a dirigir. ¡Pero, mira! Tú sabes que pasan cosas en el cerebro que aún no se pueden explicar. Como cuando tomamos psicodélicos. Y también se pueden alcanzar esos estados de consciencia a través de la meditación, o el dolor, o el sexo. -Es verdad. Yo he tenido algunas experiencias así, con el sadomasoquismo. Y mi amigo el Chino a veces parece que tiene poderes paranormales. Es porque es un monje Zen, y ha hecho mucha meditación. -Tú también eres meiga, ya te lo dije. Tienes mucho poder personal. Y entre nosotras siempre hubo una corriente de energía… Incluso antes de conocernos. ¡No me digas que no lo notas! -Sí, algo sí que noto. Pero quizás es porque me estás sugestionando. Él sí que lo notaba. Le estaba poniendo carne de gallina. -Cuando hacía el amor con Julio, siempre notaba tu presencia. Él me hablaba mucho de ti. A través de él, descubrí mi sexualidad siguiendo tus mismos pasos. Por eso quiero hacer el amor contigo, para cerrar ese ciclo. Eso aumentará nuestro poder personal. Ya lo verás. -¿Y Lorenzo? ¿También él va adquirir poder personal? Sabrina lo miró, entrecerrando los ojos. -No sé… Tu amigo me tiene un poco despistada. Hay algo que necesita encontrar desesperadamente. -¡Claro, no te jode! ¡Los putos contrabandistas! -No, es algo mucho más básico. Pero no te preocupes. Cuando empecemos el ritual, se nos revelará. Eso también le dio escalofríos. Se oyó borbotear del agua de la pota. -Ya está lista la fabada - dijo Sabrina-. Vamos a comer. (Parte 2)